Capítulo 43

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NARRA STEVEN

Llegué al hospital tras el aviso del accidente de Chloe. No puedo negar que me temblaron las piernas al saber que se encontraba muy mal.

Chloe y yo nos conocimos siendo unos críos a los 15 años. Íbamos juntos en clase y ella era la chica más guapa y más lista de todas, y su seguridad y autoconfianza así lo hacía demostrar.

Yo era un joven bastante revuelto y casi siempre me metía en problemas, problemas que ella iba evitando, así que las probabilidades de que se fijase en mi eran nulas. Pero no todo es imposible en esta vida ¿no?

Coincidimos un verano en el mismo sitio de vacaciones, concretamente en un camping en el lago más bonito del país, el Blue Lagoon. Un lago gigante de color azul turquesa, un azul fascinante. Rodeados de naturaleza, árboles, pequeños animales, y mucha vida.

Ella siempre iba de la mano de su hermana mayor, Rosie, siempre iban juntas a todos lados, eran muy tiernas. Eran dos niñas de lo más increíble, se unieron tanto a consecuencia de la relación que tenían con sus padres, que hasta donde yo sé, era un poco desagradable.

Aún recuerdo la primera vez que hablé con Chloe.

"Iba caminando hacia el lago hasta que oí una risa cercana, la risa de Chloe. Esta era mi única oportunidad para hablar con ella. Visualicé el cabello rubio de la chica de mis sueños y sonreí al verla sentada en el borde del muelle del lago. Estaba preciosa.

— Hola .— me armé de valor y me acerqué. No iba a negar que estaba nervioso.

Ella se giró asustada y soltó una media sonrisa tímida.

— Hola, ¿eres Steven, no?

¡Sabía que existía!

— Eh, si...—dije nervioso. Carraspee mi garganta y señalé a su lado.— ¿Puedo sentarme a tu lado?

— Claro .— contestó. Me acerqué con cuidado y me senté junto a ella, mirando hacia el lago y sintiendo el sonido del mismo.

— ¿Es la primera vez que vienes? .—preguntó. La miré y asentí.

— Si, mis padres han cambiado de lugar para vacaciones. ¿Y tu?

— Si, yo también.— contestó. Su sonrisa era sincera pero no del todo feliz.

— ¿Estás bien? .—pregunté mirándola. Ella dudó un poco antes de contestarme.

— Mis padres no tratan muy bien a mi hermana Rosie, son muy duros con ella... Y ella es muy buena, no sé porque la tratan así.

Una pequeña lágrima cayó por su mejilla y la sequé con mi pulgar. Ella me miró con los ojos llorosos y le mostré una sonrisa.

— No llores, te ves muy fea así.

Ella soltó una risa y se limpió la nariz. Estaba preciosa, de verdad."

Sonreí al pensar en ese recuerdo, ella era verdaderamente increíble. Después de aquel momento, todo fue rodado.

Nos veíamos cada tarde en el muelle, hablábamos de todo, me presentó a Rosie, jugábamos en el lago, la besé, nos dimos nuestro primer beso en aquel cielo estrellado... y me enamoré de ella.
Cuando volvimos a las clases, nos escribíamos por WhatsApp, hacíamos videollamadas, y estábamos a cada segundo juntos. Estar con ella era un sueño.

Terminamos el instituto, y entramos a la universidad. Yo estudié CAFD, ciencias de la actividad física y del deporte, y ella empezó Nutrición, pero no la terminó.

A los 21 quedó embarazada, creo que ese fue el sentimiento más temeroso que tuvimos los dos.

"Llevaba días notando a Chloe rara, no me miraba, evitaba hablar más de lo normal conmigo, y estaba inquieta cuando le tocaba.

— Chloe. ¿Estás bien?

Ella me miró y asintió apartando la mirada, jugaba con sus dedos y con uno de los anillos que le compré por nuestro 5 aniversario.

Puse una de mis manos encima de las suyas y me miró, pero esta vez con los ojos llorosos y su labio inferior temblando.

— Pequeña, dime que pasa, por favor... Sea lo que sea, voy a estar a tu lado, me mata verte así, Chloe.

— Yo...— susurró.— Lo siento, yo no quería que esto pa-pasase... de verdad Stev, lo siento.— empezó a llorar de golpe temblando. Me acerqué a ella y la abracé. Algo le pasaba a mi chica, y yo me sentía una mierda de verla así.

— Dímelo, Chloe.

— Estoy embarazada.

Me quedé en shock en el momento que dijo esas palabras. Tenía miedo, sorpresa, y nervios. Apenas ella estaba empezando el último año de carrera, y yo... igual.

Salí de mi mundo al darme cuenta que ella estaba peor que yo, y lógico, sufría por mi reacción y por la de sus padres.

— Chloe .— la llamé, ella me miró entre lágrimas.— Haremos lo que tú quieras, si te sientes preparada tendremos a ese bebé, yo solo quiero lo mejor para ti, mi vida.

Ella soltó un sollozo y se abalanzó hacia mis brazos. Mi chica me necesitaba más que nunca, y yo no iba a abandonarlos ni loco.

Mi hijo."

Mi pequeña Delia, nuestra bebé.

Delia era clavadita a su madre, era una copia exacta, ambas hermosas.

Desgraciadamente la maternidad fue nuestra asesina. Chloe dejó la carrera por el embarazo, yo la terminé y me especialicé en la docencia. Cuando nació Delia, nos fuimos a vivir juntos, pero tengo que admitir que yo la ayudé poco.

Estaba tan centrado en mis estudios y en trabajar, que no me paré a pensar que tenía una familia. Una bebé en casa con su mamá joven y primeriza, una mujer llena de miedos que había abandonado su vida para traer al mundo a un bebé.

Nuestra relación fue cayendo en discusiones, llantos, mala gestión de todo, y lo dejamos. Ella se quedó en el apartamento y yo me fui a otro lugar. Como no estábamos casados, decidimos organizar las visitas de Delia cuando estuviese un poco más grande, ya que nos separamos cuando tan solo tenía 5 meses.

Así que hasta el día de hoy, no he visto a Chloe, y ha pasado casi 1 año.

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