Duncan no dejaba de estar encima de mi. En parte amaba verlo en casa, me recordaba al pasado juntos pero por otra parte, sufría porque el no me recordaba, simplemente tenía aguas de mí.
—Rosie.
La voz de Duncan me sacó de mis pensamientos.
—Dime, ¿necesitas algo?
—No, yo... quería saber si podía quedarme unos días aquí.
Estaba nervioso, se le notaba en la voz.
—¿No quieres ir a tu casa? —acaricié su hombro en señal de apoyo.
—No, no quiero ver a mi familia.
—Anda, ven aquí —lo atraje hacia mí y lo abracé. Sus brazos abrazaron mi torso mientras su cabeza descansaba en mis pechos. Mi mano empezó a trazar dibujos imaginarios en su cabeza tratando de relajarlo.
—Me odio —susurró al rato. Fruncí el ceño y lo miré por encima de su cabeza. La poca luz que entraba de la ventana me hacía ver apenas su cara, ya que había bajado las persianas para descansar en la siesta.
—¿Qué, por qué?
—Has pasado tanto en el tiempo que estuve así, y lo pasaste sola. No sé si Sophia o Justin te ayudarían pero... siento que no te merecías pasar por todo eso tú sola. Eres cómo un ángel, Rosie, no entiendo porque te odia mi madre.
Sonreí tristemente y seguí brindándole mis caricias sin decir nada.
—¿No dices nada? —me miró girando la cabeza.
—No puedo decir mucho, todo ha sucedido por algo. Yo... no soy tan buena cómo crees, Duncan, es peligroso que estés incluso aquí. Es difícil para mí, pero...
Me callé negando.
—¿Pero qué? —se incorporó mirándome.
—Pero soy tan egoísta que no quiero que te vayas, quiero que estés conmigo, lo necesito —susurré. Él estiró la mano acariciando mi mejilla y cerré los ojos ante su tacto.
Lo extrañaba tanto.
Sus besos.
Sus caricias.
Sus te quiero.
Todo.
—No me iré si así lo deseas, Rosie, lo siento muchísimo por todo.
—Nada ha sido tu culpa, deja de culparte, por favor —dije mirándolo a los ojos.
—Ven aquí —susurró atrayéndome hacia su regazo. Colocó mi cabeza en su pecho mientras me acariciaba el brazo.
(...)
Chloe había llamado para verme, había vuelto de su viaje por Croacia y venían cargadas de regalos para mí. Extrañaba tanto a Delia, llevaba casi 4 meses sin verla.
El timbre sonó y Duncan fue sin decir nada a abrir.
—Pasad.
Por la puerta entraron mi pequeña sobrina y mi hermana. Estaban hermosas.
—¡Delia! —exclamé al verla con los ojos tan abiertos. Mi sobrina sonrió y empezó a hacer ruiditos en los brazos de Chloe.
—Hola Chloe —sonreí abrazándolas torpemente.
—Hola, dile hola a la tía Rosie, Delia —sonrió Chloe sentándose a mi lado.
—Esta preciosa, Chloe —susurré cogiéndola en brazos.
—Iré al cuarto, Rosie, si necesitas algo llámame —avisó Duncan antes de irse.
¿Veis que bonito es?
—¿Cómo estás? —preguntó Chloe.
—Estoy bien —mentí.
—Venga Rosie, eres mi hermana, deja de mentirme.
Suspiré hondo mirando a Delia.
—Estoy bien porque sigo viva, Duncan está aquí y le he contado todo. Pero el accidente y Larry no se van de mi cabeza, y ya no sé qué hacer, no me siento segura ni en mi propia casa.
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Maltratada
RomanceRosie Scott es una mujer de 23 años, la cuál se muda de la casa de sus padres. Ella puede con todo y contra todo. Menos con Larry, su novio desde hace 5 años. Ella sufre constante maltrato tanto psicológico cómo físico por parte de Larry. Duncan Ha...