— ¿Le dijiste a Duncan?
—No quiero preocuparlo sobre algo que no sabe.
—Rosie, él te está recordando seguro, no puedes protegerlo ni protegerte si te lo callas.
Suspiré hondo y miré a Delia mirarme con sus grandes ojitos.
—No sé que hacer, Chloe, no quiero que le pase nada...
—Pienso que deberías hablarlo con él, o con alguno de sus hermanos para que te contraten la seguridad necesaria.
—Sí, creo que hablaré con Sophia.
—Debo irme ¿si? Delia tiene que comer y aún tenemos que pasar por el supermercado. Estaremos en contacto.
—Te llamaré, Chloe. Adiós.
Mi hermana y su hija desaparecieron de mi vista en cuanto salieron por la puerta.
—¡Duncan! —grité para que no estuviese allí solo en la habitación. Sus pasos se oyeron y sonreí al oír que venía deprisa.
—¿Estás bien? —preguntó mirando a todos lados. Iba con una toalla envuelta en la cintura y el pelo lleno de agua, la cual caía en el suelo en forma de gotas.
Mi boca se entreabrió al verlo en ese aspecto. No recordaba que estuviese tan sexy. Tragué saliva tratando de que el calentor que había ocasionado en mí, no se notase.
—Eh sí. Te llamaba por si querías ver una peli, Chloe se ha ido ya. Lo siento si te he pillado en la... ducha.
—Oh, no te preocupes. Me he asustado al oírte gritar, ahora vuelvo —dijo sonriendo ampliamente. Su cuerpo desapareció por el pasillo y suspiré.
Cogí el mando de la televisión y la encendí. Me metí en Netflix y empecé a buscar alguna peli que valiese la pena.
—Ya estoy —oí a Duncan. Se tiró a mi lado y respiró hondo. Un olor a perfume me llegó a las fosas nasales haciéndome cerrar los ojos del placer. Se había puesto ropa de deporte, pero es que este chico iba guapo con todo.
—Que bien hueles —dije sonriéndole.
— ¿En serio? Tú también —dijo.
Será mentiroso.
—Duncan, no me he duchado en dos días por la maldita escayola, y porque Luisa no ha venido. No me mientas —reí dándole un codazo.
Él negó con la cabeza y miró la televisión.
— ¿Cual pongo? —pregunté.
—No sé, la que quieras.
Seleccioné "Crónicas de Navidad", parecía comedia. Ya se notaba la navidad porque habían pelis navideñas en todos los canales, y programas.
(...)
—Voy a ir casa de mis hermanos a recoger unas cosas.
Duncan estaba poniéndose el abrigo mientras hablaba. El hecho de quedarme sola me angustiaba. No quería que Larry apareciese de un momento a otro a matarme.
— ¿Volverás? —pregunté en voz baja mirándome las manos. No quería que se fuese, no quería estar sola aquí.
Su cuerpo se agachó frente a mi y lo miré.
—Claro que volveré, no voy a dejarte sola, Rosie.
Asentí tapándome aún más con la manta y lo miré.
—Ten cuidado, y no tardes, por favor.
— ¿Quieres que estemos hablando por llamada mientras estoy fuera?
—No, Duncan, tienes que concentrarte conduciendo —dije negándolo rotundamente.
—Esta bien, vuelvo en nada, preciosa —dijo saliendo de casa y cerrando la puerta con la llave.
Era el momento de ducharme, porque Luisa iba a tardar unos días, y yo necesitaba una ducha urgentemente. Olía a sudor, a picacera, a muerto viviente.
Cogí las muletas y traté de ponerme en pie. En el primer intento, caí de culo al sofá.
—Mierda.
Esto iba a ser más difícil de lo que yo pensaba.
ESTÁS LEYENDO
Maltratada
RomanceRosie Scott es una mujer de 23 años, la cuál se muda de la casa de sus padres. Ella puede con todo y contra todo. Menos con Larry, su novio desde hace 5 años. Ella sufre constante maltrato tanto psicológico cómo físico por parte de Larry. Duncan Ha...