Me desperté un día más y me levanté dispuesta a irme a trabajar. Me di una ducha rápida y me vestí. Hoy iba a ir más formal de lo habitual. Me puse una falda de cuero negra, una camiseta blanca de manga larga ajustada y unos botines negros. Me maquillé y cogí mi chaqueta junto al bolso.
—Buenos días, Luisa —saludé al entrar en la cocina. Me quedé parada cuando vi a Sophia y Duncan allí.
—Hola Rosie —dijo Sophia con una sonrisa. Duncan me miró de arriba a abajo y frunció el ceño.
—¿Os conocéis? —preguntó él. Luisa me miraba apenada sin decir nada.
—Si, somos amigas —dijo Sophia.
—Vaya, que casualidad.
—Sí, demasiada.
Me giré dispuesta a salir e irme sin desayunar pero Duncan me habló.
—¿No vas a desayunar?
—No tengo hambre —respondí sin girarme.
—El desayuno es la comida más importante del día.
—Bien.
—¡Rosie, debes desayunar, no seas idiota!
La voz de Sophia me enfadó. ¿Por qué no se metía en sus asuntos?
—Sophia, tú deja de ser tan pesada con todo.
—Es por tú bien —dijo ella.
Duncan nos miraba confundido.
—¿Por qué siento que me ocultan algo?
—Luisa, me voy.
Sin decir nada más, salí de mi casa y bajé hasta la calle. Empecé a andar a la editorial con cara de pocos amigos, y tratando de olvidar que Sophia y Duncan estaban en mi casa.
Porque joder, era muy heavy.
(...)
7:00 pm.
Mi cabeza quería explotar.
Me dolía muchísimo y me sentía súper cansada, ya que apenas había tomado un café en todo el día.
Había terminado mi trabajo pero hasta que no fuesen y media no podía irme de la sala.
—Rosie, vete a casa, te veo muy cansada.
Justin salió de su despacho y se apoyó en mi mesa.
—Estoy bien, Justin —suspiré. Él negó y me levanté para ir al baño.
—Esta situación nos está consumiendo a todos.
—Desde luego —susurré. Mientras iba al baño sentí mis piernas fallar y unos puntitos negros aparecieron en mis ojos.
Lo último que escuché fue la voz de Justin.
NARRA JUSTIN
Rosie, Rosie, Rosie.
La había llevado al hospital, ya que se había desmayado en la editorial y lo último que quería eran problemas.
Al llegar al hospital, llamé a Chloe, y a Sophia para informarles. Chloe llegó a la media hora y con ella, su bebé.
—¿Donde está?
—La metieron hace quince minutos, no sé nada aún.
—Bueno.
Me senté a su lado mientras esperaba a que Sophia viniese. La cual, no tardó ni 5 minutos en aparecer.
—¿Qué pasó?
—Se desmayó.
—Eso le pasa por no comer nada en todo el día, es una cabezona.
—¿Qué no entiendes que está mal? —preguntó Chloe con cara de pocos amigos.
—Nosotros también estamo-
—Vosotros también estáis mal, lo sabemos, es lógico. La diferencia es que vosotros veis a Duncan todos los días y os trata como lo que sois, su familia. A ella no la reconoce, no puede acercarse a él, simplemente intenta comprender su situación por un maldito momento.
Sophia se quedó callada y yo asentí dándole la razón a Chloe.
—Creo que es mejor que me vaya —murmuró Sophia.
—Si, deberías.
Miré a Sophia antes de que se fuese y suspiré.
—Lo siento, Justin, pero no voy a dejar que diga todo eso de Rosie. No os imagináis lo que está sufriendo.
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Maltratada
RomanceRosie Scott es una mujer de 23 años, la cuál se muda de la casa de sus padres. Ella puede con todo y contra todo. Menos con Larry, su novio desde hace 5 años. Ella sufre constante maltrato tanto psicológico cómo físico por parte de Larry. Duncan Ha...