CINCO AÑOS DESPUÉS
— Está llorando la bebé, Duncan —dije medio adormilada.
Duncan soltó un mini gruñido antes de levantarse de la cama. Eran las 3 de la mañana.
Duncan volvió con nuestra pequeña Hilary de 8 meses en brazos. Sonreí al ver la imagen del hombre de mi vida con nuestra bebé.
— Necesitamos a mamá —dijo Duncan dándome a la bebé. Me senté en la cama y saqué uno de mis pechos ayudando a Hilary a comer.
— Es tan pequeña aún.— dijo Duncan admirándola.
— Sí, pero ya le queda poco para cumplir un año.
Hilary soltaba pequeños soniditos al comer y movía una de sus manitos sobre mi piel. Me quedé embarazada de Hilary en nuestro último viaje, nos fuimos a Venecia. Cabe decir que Duncan y yo dejamos de usar protección 100% hace casi año y medio, queríamos tener un hijo o hija.
Y Hilary llegó en el momento adecuado, nuestra pequeña fue la niña más querida y recibida de la familia Hamilton, y de la mía. Delia le hablaba a mi barriga a cada segundo, y decía que iba a ser su prima favorita.
Después de aquella conversación que tuvimos Duncan y yo hace 5 años, todo fue súper bien. Volví a trabajar en la empresa Hamilton, y aunque seguí siendo secretaria de Duncan, tenía muchos privilegios sexuales -aunque esto no debería decirlo-. Viajamos a muchos sitios, pasamos momentos maravillosos juntos, y creamos millones de recuerdos bonitos.
La madre de Duncan, como era de esperar, no quiso conocer a mi bebé, dijo que Hilary no era parte de esa familia por ser hija de una pobretona.
En fin, al parecer no sabía que la sangre de su hijo también corría por el cuerpo de Hilary.
El padre de Duncan se divorció de su mujer, le quitó todo el poder en la empresa y nos pidió perdón, él si quiso vivir en la vida de Hilary.
(.)
Duncan y yo teníamos una cena romántica hoy. Hoy cumplíamos 5 años de aniversario.
Chloe había venido a quedarse con Hilary, y se había venido con la pequeña Delia.
— Estas preciosa, Rosie.— dijo Chloe. Me había vestido bastante sencilla pero elegante. Había elegido un vestido largo pero por encima de los tobillos de color verde botella, unas sandalias de tacón doradas, y complementos dorados.
— Gracias, hermana.
Oí el claxon del coche sonar, y supe que Duncan me estaba esperando en la puerta. Cogí mi bolso y me giré para darle un beso a Hilary.
— Adiós mi amor, cualquier cosa me llamas Chloe.
— ¡Diviértete! ¡Haz el hermanito de Hil!
Me reí negando con la cabeza y salí por la puerta. Vi a Duncan dentro del auto esperándome, y me dirigí hacia el.
— Hola, amor.— dije al abrir la puerta del copiloto. Entré y Duncan me miró sonriendo. Él llevaba un traje color negro, bastante sexy.
— ¿Cómo consigues enamorarme más aún? Estás hermosa, Rosie.
— Tu también estás muy guapo.
Le di un beso corto en los labios y nos pusimos en marcha al restaurante en el que cenaríamos.
Tras 20 minutos de camino, llegamos a un restaurante en el que nunca había estado, aparentemente eran como unos jardines dentro de un gran salón.
— Buenas noches, señores.— la voz del camarero me sacó de mis pensamientos.
— Buenas noches, tenemos una reserva a nombre de Duncan Hamilton, dos personas.
El camarero miró la lista de reservas y asintió.
— Síganme.— dijo cogiendo unos cubiertos y menús. Caminamos detrás de él hasta llegar a una mesa en uno de los jardines. Era preciosa, una mesita acogedera con luces cálidas a su alrededor. Sonaba una suave melodía la cual hacia el lugar un sitio romántico y elegante.
— Gracias.
Nos sentamos y Duncan me miró sonriente.
— ¿Te gusta?
— Es precioso.— contesté.
— Tu si que eres preciosa.— una de sus manos cogió una de las mías por encima de la mesa. El camarero volvió con una botella de vino en sus manos, de la cual nos sirvió una copa a cada uno.
No recuerdo haber pedido vino...
— ¿Saben lo que van a pedir?
— Si, queremos el menú 4.— el camarero asintió apuntándolo y se fue.
— Bebé, ¿cual es el menú 4?.— pregunté confusa. No habíamos ni abierto la carta.
— Tartar de atún y aguacate con caviar, pato a la pekinesa con tostas huntadas de alcachofa y foie, y de postre brownie de chocolate con whisky y helado de pistacho.
Salivé al oír todo lo que decía, sonaba delicioso.
— Que rico.
(.)
Acababa de llegar el postre, la verdad que todo había estado delicioso.
— Rosie.—habló Duncan, estaba algo nervioso esta noche.— Quiero decirte algo.
— Dime.
— Eres la mujer de mi vida ¿lo sabes, no?.— asentí sonriendo emocionada.— Te amo más que a nada en el mundo, y espero poder morir a tu lado, siendo el hombre más feliz del mundo junto a nuestros hijos, aunque ahora solo tengamos a Hilary. Gracias por todo, por cada momento, por cada detalle, por cada beso... todo mi amor, te debo la vida.— en este momento, mis ojos luchaban por no llorar.— Por eso...
¡Oh dios! Se esta arrodillando. Metió su mano en el bolsillo del pantalón y sacó una cajita de terciopelo rojo.
— ¿Quieres casarte conmigo?
— Oh dios...— jadeé llorando.— ¡Claro que quiero!
Fin
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Maltratada
RomanceRosie Scott es una mujer de 23 años, la cuál se muda de la casa de sus padres. Ella puede con todo y contra todo. Menos con Larry, su novio desde hace 5 años. Ella sufre constante maltrato tanto psicológico cómo físico por parte de Larry. Duncan Ha...