✓ |¹𝐌𝐎𝐎𝐍𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓──Rhaenyra & Daemon Targaryen

chapter twenty eight

───CHAPTER TWENTY EIGHT

               Los gritos en el lugar eran desastrosos, llenos de dolor y miedo, incluso de rabia. Laena se aferraba a las sabanas mientras lloraba, Daemon evitaba clavar su mirada en ella, no logrando poder soportar tal imagen de su esposa y encogiéndose sutilmente en su lugar por el último grito que acabo en un llanto tras otro. El maestre se acercó con pena, casi dudándolo mientras se secaba las manos nervioso.

────Yo ya no puedo hacer mas────Susurro frente a el────El niño, no sale.

────Es una luchadora────Mascullo parando su mirada en su esposa.

────... Lo siento mi príncipe────Lamento y Daemon apretó sutilmente su mandíbula.

────Mi príncipe────Llamo uno de los sirvientes, Daemon lo miro despectivo────Un dragón se acerca.

La confusión en su mirada no pasó desapercibida, ordenándole al maestre quedarse con su esposa y seguir ayudándola mientras el corría hasta el patio cubierto de arena y manchas negras por el fuego esparcido. Entrecerró sus ojos con anticipación, repartiendo su mirada entre las densas nubes oscuras.

El chillido de Caraxes y el rugido de Vhagar lo alertaron hacia el este, girando su cuerpo y viendo poco después el dragón negro y rojizo que identifico de inmediato, el aire se escapó de sus pulmones, perplejo y fijo en el suelo mientras frente suyo la bestia se cernía como si fuera su territorio, haciendo un camino para su jinete embarazada.

Kaleya miro con atención a Daemon, su mirada perpleja era algo que no deseaba ver, de hecho, no tenía planes de volver a verlo después de tantos años, pero la carta de Laena era firme y dio en el grano más importante.

El parto era difícil y ella no dudo en acudir a su ayuda para ese momento.

────Princesa...────Murmuro el maestre que ella no había dudado en tomar y llevarlo, viéndolo pálido y atento a ella.

────Entra al castillo, maestre Larwin, enseguida lo alcanzó────Le indico con una sonrisa y el hombre no dudo mucho en acatarlo.

────Lleven al maestre con mi esposa────Pidió el sin apartar su mirada de ella, los hombres atrás de él asintieron guiando al hombre.

Daemon fue el primero en acercarse, casi tan apresurado que el mismo se regañó al ver el estado en alerta que mantenía a la princesa de la luna rígida, se acercó con más lentitud.

────La carta de Laena me hizo montar a Elkos y venir de inmediato────Mascullo ella────Me entere de que su parto está siendo demasiado difícil, hermano.

────Lo es────Murmuro con cierta pena, sin saber que decir, fijando su mirada por pocos segundos en el vientre abultado de ella────Yo...

────Llévame con Laena, por favor────Pidió interrumpiendo sus palabras, Daemon tomo aire y termino por asentir.

Kaleya lo miro de espaldas, caminando detrás de el por los pasillos, escuchando los gritos desgarradores de Laena y sintiendo su corazón encogerse cada vez más hasta sentir un templón al parar frente a la puerta y ver al maestre Larwin pedirle a la mujer respirar y pujar otra vez, sin funcionar.