·──────⊱ ☾MOONLIGHT ☾ ⊰──────·
❪ Kaleya Targaryen, la princesa de la luna
la adoración del pueblo, señora de lealtad ❫
❛ No por nada todos lo decían. La
princesa de la luna se veía imp...
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Kaleya no sentía sus manos, pero sabía que estaban entumecidas por la presión que aplicaba al hacerlas puños, tanto que sus nudillos estaban blancas y su palma roja por sus uñas incrustadas.
Su mirada violeta fija en la pila funeraria donde el cuerpo de Aemma y él bebe reposaba, no miro a Viserys aun cuando rogó con la intensidad entristecida de su mirada por su apoyo.
No le daría su apoyo cuando él había sacrificado a Aemma por un estúpido heredero.
Su mirada paso a Rhaenyra que temblaba por los sollozos a unos pasos más adelante que ella, solo la observo por pocos segundos antes de apartar su mirada.
Por un momento pensó en ir con Rhaenys y Corlys, pero optó por quedarse cerca de su sobrina sabiendo que en algún momento, ella no podría seguir viendo a su fallecida madre. De cierta forma, ella fue igual aun cuando era una infante y sostenía la mano de su hermano Daemon viendo a su madre ser quemada por Meleys.
En un momento escucho el tartamudeo de su sobrina a la hora de ordenar fuego a su dragón y con respirar hondo y una mirada que compartió con Daemon, se acercaron en sigilo hasta estar a dos pasos detrás y a sus lados, con sus manos aun hechas puño en busca de retener la rabia y la tristeza que la acorralaba.
───Te están esperando.
───Me pregunto si, durante esas pocas horas que vivió mi hermano, mi padre encontró por fin la felicidad───Comento en voz baja, un susurro que hizo a Kaleya apretar su mandíbula.
───Tu padre te necesita───Repuso Daemon, buscando que su sobrina no tomará algún resentimiento por el rey que en esos momentos parecía más absorto en sus pensamientos que en la propia realidad.
───Tu madre merece ser incinerada como la mujer Targaryen que era───Hablo y Rhaenyra asintió muy sutilmente───Da la orden, yo estaré aquí por y para ti.
Rhaenyra trago saliva y avanzo con pasos lentos e inseguros, Kaleya se acercó dos pasos a ella y asintió cuando su sobrina la miro después a su padre.
