Una vez la puerta fue abierta, Jeongyeon le cedió el paso, y la omega ingresó con una sonrisa involuntaria.
Varios pasos dentro, y Nayeon notó como el aire se recargaba nuevamente de esa extraña y característica energía, como si de magia se tratara, respiró el suave aroma a vainilla con el que aromatizaban las habitaciones, al parecer, y suspiró como si el alivio de sentirse en casa la hubiera recorrido, no era el lugar, era ella y su compañía.
La omega pelimiel se quedó muy quieta algunos pasos adelante, cuando se oyó la puerta cerrarse en su espalda, divisó un mueble en donde dejar las flores que las acompañaban y pronto sintió como ese cuerpo estilizado la amuraba para sentirla contra el suyo, arrollándola con todo ímpetu.
—Oiga, que guapa se ve esta mañana mi señora Nayeon, no deseo apartar mis ojos de usted un solo instante... —Susurró la alfa, mientras posaba sus labios sobre sus hombros, luego de haberlos descubierto del abrigo, ansiosa de sacarle ese vestido con sus propias manos.
—Siempre que me arreglo, tenga por seguro que lo hago pensando en usted y sólo en usted, alfa... —Murmuró sintiendo como la alta removía su cabello rebelde. Nayeon ronroneó cuando volvió aprisionarla contra su cuerpo.
—Me enloquece imaginarla pensando en mi, a todas horas, a cada instante, como yo lo hago en usted, Nayeon... —Habló, mientras la instaba a caminar sin siquiera apartarse de su agarre.
La omega se dejó guiar cediendo toda la voluntad mientras saboreaba lo que generaban sus palabras en todo su ser.
Jeongyeon buscó de su mirada, tan pronto como estuvieron frente a un gran espejo que adornaba una de las paredes, detrás de ellas, se podía ver el reflejo de la cama acaparando toda la atención de la espaciosa habitación.
Nayeon no había reparado en nada a su alrededor, hasta que la pelicorta se detuvo frente a su reflejo, más solo supo perderse en la oscuridad de los ojos de esa alfa, quien la llevó a notar la presencia de la silla que estaba justo frente a ella.
Casi que sin tocarla, Jeongyeon estiró uno de sus largos brazos junto a ella, para cambiar la posición de la silla, mientras Nayeon observaba sus acciones por el reflejo del amplio espejo que las tomaba de cuerpo entero. La pelicorta entrelazó sus dedos sobre su mano derecha, la dirigió hacia el respaldo y ella obedeció la silenciosa orden de la alfa, aferrándose allí.
Jeongyeon sonrió notando lo ambiguo en sus acciones y tomó aquello como un incentivo para proseguir con toda libertad. Se estuvo frente a su rostro cuando ese mar de miel la inundó con gran ansiedad, y comenzó un camino de besos desde su frente, hacia su mejilla esponjosa y ruborizada. Se detuvo cuando juntó su nariz con la suya hasta que sus labios estuvieron encimados y los succionó, deseosa de impregnarse de su dulce aroma floral. Aunque hubiera querido unirse a su cuerpo en el mismo instante en el que la divisó en esa prenda, la alfa decidió que lo mejor era aprovechar la vista para enseñarle lo que le hacía sentir con su presencia y que no se atrevía a admitir en palabras.
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𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!p
Fanfiction"¿Porqué?" Se preguntó en su interior cuando pensaba en seguir los pasos de su alfa y sentir la adrenalina que aquello generaba, "Porque es lo que él me estuvo enseñando, yo solo soy su aprendíz..." se respondió buscando algún alivio, no quería sent...