Jeongyeon se encontraba leyendo un libro sentada en un cómodo sofá que estaba ubicado junto al ventanal de su recámara, cuando la oyó llegar como un huracán. Una sonrisa involuntaria se dibujó sobre el rostro de la alfa al percibir el aroma de su omega, el amable de aquellas rosas frescas que siempre regaba con su presencia. Diablos, cuánto adoraba su sola presencia…
Eso era lo que ocurría cada vez que ella ingresaba, un fenómeno natural la llenaba de una gran energía positiva que se instalaba allí y todo parecía cobrar un sentido, tomar un color, llenarse de vida. Jeongyeon supo que Nayeon no la había notado y agradeció cuando la vio caminar relajadamente de una esquina de la recámara hacia la otra, que disque alzando el pijama y ordenando el desastre matutino. Aún con todo el personal que había en aquella gran casa, su omega insistía en que la recámara fuera de su exclusivo cuidado, ¿Cómo lo lograba? Jeongyeon se reprendió de no poder seguir su paso, tan llena de energía, ¿Cómo dejaría el hábito si estaba acostumbrada a dejarle ese trabajo a alguien más? Lamentó el bufido que lanzó Nayeon cuando tomó su cartera y las llaves de su auto, para ponerlos sobre su mesa de noche.
La alfa se mordisqueó los labios cuando le recorrió con la mirada, admirando su belleza. Era brisa refrescante verla regresar a casa, le recordaba al aromático rocío que emanaba del césped con cada amanecer cuando se despedían por la mañana, sobre todo cuando la veía así, tan inquieta e hiperactiva.
Nayeon iba recogiendo una de las tantas prendas que la dejaba por allí y por aquí, refunfuñando sobre "cómo es que podía llegar a ser tan despistada" y sobre "la cantidad de veces que le había resaltado que recogiera su desorden", entre dientes.
Aquello provocó una sonrisa divertida en la alfa, no porque fuera una imbécil desconsiderada, sino porque no podía evitar hallarla adorable cuando se molestaba, especialmente esa tarde, se veía tan guapa. Si bien, su omega había desarrollado un estilo en su modo de vestir en el que aún tenía la esencia de su característico estilo formal, ya no era tan conservadora y le sentaba tan bien, le daba un aire de seguridad y fortaleza que a la pelicorta le fascinaba descubrir.
Una falda de un color gris oscuro abrazaba su estrecha cintura y un brasier casi imperceptible a la vista, se asomaba debajo de los botones de su blusa color marfil en esa tela muy sedosa que siempre le gustaba utilizar, pero lo que siempre se ganaba los ojos de la alta, eran esas medias finas que enfundaban la delicada piel de sus piernas. Jeongyeon levantó los lentes para ver con sus propios ojos la altura que le daban esos tacones de infarto.
—¡Ahg! ¡Por favor Yoo Jeongyeon! —Jadeó la omega, tomándose el pecho luego de inhalar con asombro al toparse con ella. —¡Me espantaste! ¿Cómo no te haces notar, huh? —Le reclamó con las cejas muy fruncidas, cosa que Jeongyeon encontró muy encantador en ella. ¿Había algo en Nayeon que no fuera encantador?
—Quien nada debe, nada teme, mi omega... —Bromeó Yoo con una sonrisa seductora. Nayeon alzó una ceja ante su comentario.
—No seas prejuiciosa, ¿Estuviste ahí y no has sido capaz de ocuparte de este desastre, Yoo? —Musitó con seriedad.
Definitivamente se veía tan guapa cuando estaba molesta y la regañaba, pensó la alfa mientras se relamía los labios redecos, aunque daba algo de miedo cuando estaba molesta.
—Cielo, que guapa te ves hoy, ¿te lo había dicho ya? —Preguntó la alfa como respuesta, una vez se puso de pie y caminó con sigilo en su dirección.
Nayeon meció la cabeza antes de extender una mano frente a ella con intenciones de detener su avance, o lo que estuviera planificando en su tramo.
—¡Ah-ah! ¡No vas a convencerme con halagos, Yoo! —Advirtió la omega, aunque su voz le traicionó al sentir sus suaves labios sobre los delgados dedos de la mano que perdían la firmeza frente a la alfa. Esa mujer era cada vez más hábil para doblegarla.
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𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!p
Fanfiction"¿Porqué?" Se preguntó en su interior cuando pensaba en seguir los pasos de su alfa y sentir la adrenalina que aquello generaba, "Porque es lo que él me estuvo enseñando, yo solo soy su aprendíz..." se respondió buscando algún alivio, no quería sent...