22: "𝑰𝒏𝒇𝒊𝒏𝒊𝒕𝒐"

359 48 5
                                    

Si hablamos de la ubicación del infinito en la existencia, algunos aseguran que se halla en la extensión de la tierra, la cual es remotamente inmensa para una sola y diminuta persona, otros lo marcan en las profundidades del océano que aún no se han logrado explorar, científicos marcan como infinito arriba en los cielos y más allá, en donde aún no han descubierto las maravillas que se ocultan. 

Pero Im Nayeon decidió que había encontrado su propio infinito y que definitivamente tenía que ser allí en donde el color en los ojos de esa mujer se aclaraba y oscurecía con una espontaneidad magnífica. Pestañeó notando que ambas no habían podido musitar palabras desde el saludo, maravilloso saludo debía aclarar, que ella le había dedicado al llegar. 

—Que gusto verte, omega... —Pronunció Jeongyeon, mientras hacía los pasos necesarios para acercarse a ella, con su notable ansiedad. 

—El gusto es todo mío, mi señorita Yoo —La mencionó con gusto y cerró los ojos para sentir la caricia que ella desplegó sobre su mejilla con una de sus manos, una vez se estuvo a su lado. 

La omega unió su mano sobre la suya para unir el contacto y casi tembló ante el calor que emanaba de su piel, instantáneamente. De inmediato, todos los vellos de su cuerpo se erizaron escandalosamente, llevándola a reconocer esa sensación de puro gusto. 

Jeongyeon se aferró a su toque, replanteándose la desesperación de su loba que, creyó se aplacaría con su despertar, más se sorprendió de identificar más latente allí en su corazón y en todas partes partes en ella. Entonces ese gran deseo de tomarla entre sus brazos para llevarla muy lejos de todo lo que pudiera amenazarlas, la poseyó nuevamente. "No es momento para esas ideas, Yoo" se reprendió la alfa, sosteniendo esa hermosa mirada, que le buscó de inmediato. Volver a sentir su piel la hacía sentir como en sus sueños, ansiosa de volver a sentirla tan viva en sus caricias, que concluyó que no comprendía la dimensión de lo que sentía, hasta que transitó el suplicio de vivir sin ella. 

La recorrió con su mirada, adorando ese rubor natural que la revivía ante sus ojos, se deleitó con el resplandor de su mirada, con ese incesante modo de buscarla con su piel, llamó a todos sus sentidos de ese ensueño en el que durmieron a su par, y que se hubieran ido con ella si hubiera decidido abandonarla. Nuevamente se removió por sus pensamientos. 

—Se ha tardado un poco ¿No cree? —Preguntó sintiendo un nuevo beso sobre su mano y la miró sobre sus pestañas. Su loba aulló ante su infinita mirada de amor y se ruborizó con más intensidad.

Aún sobre las palabras que había musitado, Nayeon sonreía con naturalidad realzando su aroma y el centelleo en su mirar. Jeongyeon detalló cada uno de sus movimientos y expresiones. Cuando la mayor sonrió con esa picardía, removió las piernas con esa inocente impaciencia e intentó disimular eso que bailaba entre ellas, eso que las unía, más bien, que las involucraba notoriamente, y contuvo la respiración. 

Nayeon sintió mariposas y dinosaurios en el estómago, no podía creer que aquello fuera real, en ese instante se encontró deseando más de ella, deseaba todo de ella y se sintió apenada por ese pensamiento. Vaya, había pasado dormida no supo cuánto tiempo exactamente, apartada de todo y de todos, sin ser consciente áun del motivo de su ausencia ni de donde se hallaba en aquel tiempo, pero ahí estaba, más ansiosa que nunca de ser parte de su alfa. Un suspiro diminuto y sonoro se escapó de sus labios, labios que ella se tapó de inmediato con una mano temblorosa, avergonzada. 

Jeongyeon sonrió ante ello, pero se le hizo muy común, Nayeon había sido siempre sumamente perceptiva ante lo que se movía entre ambas, que las cubría como una burbuja de energía pura y viva y que le daba la vida a ese fuerte sentir, esa insoportable tensión, esa particular energía avasallante.

𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora