14: "𝑬𝒏𝒇𝒆𝒓𝒎𝒂"

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Una corriente de aire frío la golpeó, una vez bajó del taxi frente a su casa

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Una corriente de aire frío la golpeó, una vez bajó del taxi frente a su casa. Se abrazó con fuerza, intentando darse el calor que había perdido al apartarse de los brazos de esa alfa, su alfa. ¿Habría hecho bien? ¿No se había precipitado al no oír su versión de lo que realmente había sucedido? ¿Estaba exagerando? Su loba aulló en su interior, y Nayeon se descolocó de sentir su tristeza como hacía mucho tiempo no lo sentía, de seguro olía a tristeza también. Al fin y al cabo, ella había aceptado su invitación y había permitido que todo aquello ocurriera, si aquello tenía consecuencias sería la mayor responsable de ello, quisiera creerlo o no.

Aún estaba tan molesta. Algo de lo negativo de haber conocido a Yoo Jeongyeon, era que dudaba de sí misma a todas horas, por absolutamente todo, lo que sentía la hacía dudar tanto de sus acciones y eso la confundía muchísimo. Se restregó la nariz al sentir su aroma floral y abrazó el aroma de la alfa.

Parecía muy tonto, pero nuevamente estaba paralizada frente a su casa, dudando si ingresar o no, pero esta vez parecía ser más serio que las otras veces, porque no sentía deseos de enfrentar la verdad en su existencia con un matrimonio que ya no deseaba, una maternidad llena de errores que a veces parecían irreparables y un hogar carente de honestidad, aún de su propia parte.

Había considerado todas las posibilidades que tenía para evitar ingresar, "Tendría que haber ido a casa de Sana" se reclamó por milésima vez. Debió de haberse serenado primero, llegar a un acuerdo consigo misma, descansar de todas las presiones que la invadían por completo y que no la dejaban respirar. Pero ya era demasiado tarde para pedir un nuevo taxi. Consideró intentarlo sin que le vieran, pero sabía que Yejun estaría ahí, esperando por ella para romper con sus aires de libertad, ridiculizarla para sentirse mejor consigo mismo, acusarla, ya que era más sencillo para él que autoevaluarse, y quien sabe cuantas cosas más de las que ya estaba agotada de imaginar y enfrentar.

Dentro de su desesperación, imaginó que quizás lo mejor sería pasar la noche en el establo con los insectos, al menos sabía que ellos no iban a juzgar todas y cada una de sus acciones, aunque las de ese día hayan sido las más tontas. 

Un estornudo le tomó desprevenida y anticipó la gripe que se avecinaba, "pero nada sería peor que un futuro sin Yoo Jeongyeon" se recriminó y eso fue suficiente para arruinar toda su fortaleza. Se bordeó los labios con la punta de los dedos, al recordar lo tonta que fue de no corresponder su beso, y sus palabras llegaron como finas láminas de metal, lacerando su corazón. Ella le había dicho que la amaba, finalmente le había confesado esos sentimientos que habían expuesto tanto una de la otra. 

Luego de tantos años, de tantos desprecios, de tanto por lo que tuvo que transitar y lamentar, la alfa la había cubierto con su magia cálida y reconfortante, le había hablado de amor con tanta sencillez y ella la había dejado ir. ¡La había dejado ir! 

Lentamente fue cayendo contra la puerta, hasta quedar sentada sobre el suelo. No podía entrar, no estaba lista y ¡Maldición!, no imaginaba estarlo jamás. No estaba lista para analizar en que se había equivocado tanto, para sentirse tan insatisfecha de lo que se había convertido su vida. Aunque tuviera cuarenta y cinco años, en su interior no lograba recordar cuando se le había escapado el tiempo. Aún sentía que tenía treintaytantos, cuando las arrugas no eran tan claras y no se tapaba la canas con tinte. 

𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora