7: "𝑯𝒂𝒃𝒍𝒆𝒎𝒐𝒔"

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El semblante que traía era diferente, pero ella no lo sabía. Se veía a simple vista, en su rostro, en su mirada, hasta en su piel cuando la brisa le refrescaba el rostro y le removió el cabello que bailó al ritmo del impulso que utilizó al caminar con seguridad. Todos a su alrededor le observaron al llegar a casa, con ese temple tan salvaje. Se había encontrado consigo misma, después de tanto tiempo algo en ella había regresado.

Una vez buscó en el comedor, le esperaban para cenar. Yejun le miró, aunque con los ojos hinchados y con los labios muy marcados, se veía luminosa, notó. Interesante, pensó una vez la veía tomar su lugar en la mesa.

Chaeyoung hundió las cejas al igual que su padre y volteó los ojos decidida a tomar el cubierto al fin. Yeri sonrió ante su semblante, se veía muy bien, como nunca antes. Pero Nayeon no lo notó, no le importaba verse diferente, le importaba sentirse diferente, demonios, le importaba descubrir que aún podía sentir tan fuerte y tan bueno.

—Buenas noches. —Musitó tomando su lugar y Yeri le recorrió con la mirada llena de curiosidad.

¿Sería porque últimamente se liberaba más el cabello? Intentó deducir la joven, mientras recibía la mano de su madre y la besaba con devoción. Nayeon sonrió como siempre y la chica la halló preciosa en cada una de sus expresiones. Todos hicieron un gran esfuerzo por responder a su saludo. 

—Te ves muy bonita hoy, mamá. Bueno, siempre. —Dijo la joven alfa, con una sonrisa amable y sonrió con dulzura hacia su madre. 

—Gracias mi amor. —Respondió presionando su mano y recibiendo el plato que disponían para ella. La verdad era que no tenía apetito, pero ¿qué importaba? Pensó sonriendo de costado. 

—¿Dónde has estado? —Exigió el alfa por lo bajo, una vez la obligó a acercarse a él. Nayeon le miró con total seriedad. 

—Con Sana. —Respondió con seguridad, pues era la verdad, "Aunque no del todo", se burló en su interior y tuvo ganas de reír como una tonta, porque sí, se estaba dando el gusto de tomarle el pelo a su esposo. 

El alfa asintió, una vez regresó a su lugar y reinició la conversación con su hija menor. 

—¿Ma, te sientes bien? —preguntó la muchacha, una vez todos habían huido de la mesa al terminar de cenar, e intentando mantener una conversación con su madre, quien asintió de inmediato. 

—Por supuesto. ¿Y tú? —Indagó y ella alzó los brazos dándose por vencida. —Siempre puedes responder, cariño. —Le desafió y la joven alfa sonrió imitando el gesto que compartían, de alzar la ceja con interés, con desconfianza, o con enojo. 

—Pues, no tengo una vida muy interesante ma, pero cuando tenga algo para contarte, te lo diré... —Asintió, dando fe de sus palabras y su madre aceptó sin ninguna duda. Su hija mayor siempre confiaba en ella, no entendía por qué su hija menor no lo hacía del mismo modo que su hermana. 

—Te creo, mi amor. —Compartieron una mirada cómplice y la joven le besó la mejilla. 

—Hueles como a... alfa. —Musitó, una vez estuvo muy cerca de ella. Nayeon sintió que aquel instante su cuerpo se paralizó, el pulso se le aceleró tanto que lo oyó en sus oídos y su aroma resplandeció del terror. Respiró el amable aroma a uva de su hija mayor y se desafiaron con la mirada, lo que pareció ser una eternidad. —No es cierto ma... —Murmuró dándole calma, con su tono de voz lleno de diversión. 

—¡Mocosa malcriada! —La reprendió su madre, volviendo a respirar. 

Yeri se fue, desprendiendo una risa juguetona, dejándola sola con sus pensamientos, aunque llevándose esa verdad. Su madre olía a alfa, pero nadie tenía que saberlo, dedujo la jovencita. Si aquello la hacía feliz ¿Quién era ella para juzgarla? 

𝑨𝒑𝒑𝒓𝒆𝒏𝒕𝒊𝒄𝒆 🥀 [2Yeon] G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora