Cap. 1

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Sam

Cuando eres una persona monótona como yo, no existen muchos cambios en tu vida. Los cambios te parecen incómodos, raros, innecesarios. Puedes cambiar cosas simples como algún mechón de pelo que no está bien peinado, o el color de medias que usas para ir al colegio, pero lo que verdaderamente aterra son los cambios grandes.

Yo trataba de evitarlos a toda costa. Si podía a evitar que ocurrieran, no importaba el costo, lo hacía. Pero a veces llegan personas que cambian tu itinerario completamente, como pasó esa mañana.

Me desperté por la mañana con los ánimos al cien. Miré mi celular y justo un minuto antes de que sonara la alarma, la quité. Siempre me despertaba a buena hora.

Hoy era un día normal, y por lo tanto seguiría por supuesto mi itinerario habitual, el cual consistía en:

5:30 am - 5:45 am: Ducha. El agua siempre tibia para que mi sistemas circulatorio estuviera cumpliendo su función regularmente, además, relajaba los músculos que pudieron haberse entumecido en mi sueño.

5:45 am - 6:00 am: Vestirme y arreglarme. No era de los que se vestían a la moda o astetick, prefería vestirme como lo habia hecho siempre. Camisa de vestir, pantalones de mi talla (no esos entubados que usan los de mi edad), zapatos de vestir y mi reloj de siempre. Con un pañuelo especial limpie el vidrio de mis lentes, y con un peine ordene mi cabello castaño.

6:00 am - 6:20 am: Desayuno. Bajando las escaleras con el bolso en mano (ya que había preparado todo la noche anterior), me dirijo a la cocina recibiendo el grato olor del desayuno. Mi madre estaba cocinando uno de sus suculentos desayunos mientras mi padre leía su periódico en la mesa.

Mi padre era el conocido empresario Óscar Heist. Era el dueño y fundador de una empresa conocida como "SkyFox", que básicamente era una empresa de teléfonos y diferentes aparatos electrónicos. La empresa era un éxito mundial...y pues mi papá se beneficiaba mucho al ser el fundador de la empresa.

Había comenzado simplemente con un software cualquiera, que poco a poco se fue expandiendo y mejorando, dando finalmente en la fabricación de celulares funcionales. Todos hoy en día querían su "SkyPhone", era una maravilla totalmente. Bueno, al menos para todos los demás.

Mi mamá puso un plato de huevos con beicon en el plato. Miré el reloj de mi muñeca...tenía aún quince minutos. Empecé a comer desgustando el sabor celestial que mis papilas gustativas estaban recibiendo.

Mamá era una chef profesional. Había conocido a mi padre al cocinar en su restaurante favorito, y pues...con cada plato empezaron a unirse más y más. Se casaron a los dos años de relación, y un año después nací yo.

Samuel Heist.

Terminé mi desayuno y tome mis cosas.

-Adios mamá, adios papá, nos vemos más tarde.

-Adios hijo, que te vaya bien- Me contestó mi madre con una sonrisa.

En volví a dónde estaba mi padre, pero el solo me hizo una seña con la mano sin despegar la vista del periódico. No me molestó, él no era muy afectivo que digamos. Nunca lo fue realmente.

Salí de mi casa y me subí al auto para que Tomás (el chófer de mi papá) me llevará a la universidad. Usualmente el viaje duraba media hora en ir de mi casa a la universidad, por lo que llegaría a la escuela más o menos a la hora en que sonaba el timbre de entrada.

Eres la Estrella de mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora