Cap. 2

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Sam

Puré de papas, carne de ternera hecha a la parrilla, un poco de arroz y espárragos hervidos. Se veía que mi mamá se había esmerado en hacer esa comida para nosotros. La amaba, le encantaba hacer para nosotros algo hecho por ella misma, para demostrarnos su amor, ese era su arte.

Ella se merecía algo mejor que los que estaban sentados en esa mesa.

Estábamos los tres sentados y cada uno estaba comiendo, en silencio, un silencio que ya me estaba empezando a poner incómodo. Mi padre ignoraba nuestra presencia lo más que podía, y sinceramente me importaba un pepino que nos prestará atención. Mi madre trataba de sacar un tema de conversación cada cinco minutos, y yo hablaba, pero mi papá solo hacia gestos con la cara y seguía comiendo.

Cabrón.

Cuando era niño mi madre me había dicho que mi papá era alguien de pocas palabras, y le crei. Me aguante el hecho de que no jugará conmigo nunca, que no le podía pedir un consejo, que jamás me felicitaba en mi cumpleaños...aún cuando vivíamos en la misma casa.

Pero ya no era un niño. Sabía que él no era solo un hombre callado, sabía que él hablaba con muchas personas y por horas, sabía que eso no lo hacía con nosotros. Sabía que mi papá era un pésimo padre, sabía que quería irme de una vez por todas.

Seguramente me estarán diciendo que soy un mojigato y que me busco mi posición ya que aún vivo con mis padres siendo un universitario, pero tampoco conocen a mi padre.

El mismo tipo que había traído una nueva era en el mundo de la tecnología, el nuevo Steve Jobs, el genio más visionario de este siglo, no era lo que aparentaba frente a las cámaras. No era un buen esposo, no era un buen padre, no era un buen hombre, no era nada.

Una vez convencí a mi madre de abandonarlo, pero cuando ella apenas le hizo saber la simple idea... él la amenazó con dejarla sin nada. Según él, se encargaría de manchar su nombre a cualquier sitio que fuera, no la iban a aceptar en ningún trabajo, en ningún restaurante, ni en ninguna zona residencial. Mi madre quedaría por el piso con solo una llamada.

¿Que le impediría hacer eso conmigo?

Pero lo que más rabia me daba era el hecho de que no nos retenía porque nos quisiera, sino por su puta imagen. Eso era lo que le interesaba. Si él tenía la imagen de un hombre respetable, fiel y bondadoso, con una familia feliz, sus productos se venderían; todo por sus mentiras. Llegué a desear tener a ese hombre por padre, al que todos veian, aquel que aparecía en las fotos de los periódicos...un padre falso.

Era un tirano. Mi madre decía que lo amaba, pero no entendía el amor que ella tenía. ¿En serio era amor? He oído que el amor es ciego, pero no a este grado.

No es que mi padre sea feo, era alguien deseado por muchas mujeres, pero mi madre no era la clase de persona que perseguía lo físico como algo esencial. Ella me había contado que cuando se conocieron él era muy diferente a lo que ahora era: que era romántico, que siempre hablaba con ella, que no le importaban los demás, solo ella. Me preguntaba que había pasado con ese hombre. ¿La fama en verdad lo cambio? ¿La riqueza?

¿Ustedes creen que yo estoy obsesionado con el orden? Él es mucho peor. Todo aspecto en nuestras vidas estaba planeado por él. La ropa que usábamos, el cabello que usaba mi madre, lo que hacíamos en el día. Hasta la universidad a donde había ido fue elegida por él. Todo estaba planeado en nuestras vidas.

Eres la Estrella de mi UniversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora