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– Me tengo que ir – Chris musitó entre besos, no podía soltarlo, estábamos en la puerta despidiéndonos. Era la última reunión que tenía en base a su disco. Tenia que irse si o si. Antes de irse lo pille en la puerta, me tiré a sus labios delante de las lagartijas.

– Quédate, un poquito más – besé sus labios, luego su mejilla, me escondí en su pecho.

– Estudia mucho, que el examen es todo tuyo.

– Madre mía cuanto amor – Alba intentó no reírse, pero vanessa con sus caras lo ponía difícil. Nosotros ni hacíamos ni caso, simplemente nos despedimos en la puerta.

– Volveré pronto oruguita, ni puto caso a lo que te digan estas dos – besó mi frente y se alejó de mi. Tras una última sonrisa se montó en el coche y se fue.

– Oruguita – Vanessa comentó entre risas – a mi me llama así y corto la relación. Que asco.

– Ya te gustaría – comenté caminando delante de ella, ambas carcajearon.

– Oye Angie, ¿Que se siente al quedarte las migajas que me sobraron?

– tanta migaja no será si has venido aquí a reclamar un poquito de cariño. Si tuvieras donde caerte muerta no estarías aquí. Pero estas más sola que la una. Por ello es que estás aquí jodiendo.

– ¿Sabes a lo que he venido? – vanessa se levantó, se colocó delante de ella – a hacerte la vida imposible en esta casa.

– El no lo va a permitir.

– ¿Está aquí? – Alba comentó – no está. estamos solas ahora mismo, podemos hacer lo que queramos.

Tragué saliva al escuchar eso. Quise gritar por Mimi pero igual si hago eso es peor, así que me quedé callada.

– ¿Por qué no puedes dejarme en paz?

– Porque quiero que sepas lo que se siente que se metan en tu casa y te quiten lo que más quieres.

– No quiero estar aquí.

– Yo tampoco quería que estuvieras y te quedaste. Me hechaste de mi casa.  Ahora soy yo la que se va quedar y te prometo que voy a hacer todo lo posible para que te vayas.

– Dejame – le pedí al sentir su agarre y su cercanía, me sentía muy intimidada. Mis lágrimas ya estaban empezando a salir.

– Si le dices algo a chris de lo que te acabo de decir, público todo en Instagram y su disco se va a la mierda, te lo juro por mi vida –

– No voy a decir nada – sollocé – solo déjame por favor.

– ¿Vas a hacer todo lo que yo te diga? ¿O prefieres joderle la carrera a tu amorcito? Se va a poner muy triste si pasa eso. Ya sabes lo mucho que le importa a él su disco.

– ¿Que quieres?

– Ven – tomó mi mano y me llevó hacia la cocina – Quiero que me hagas un sándwich de mermelada, tengo un antojo.

– Yo quiero un vasito de leche porfi, ya es la hora de merendar – Alba añadió entre risas.

Sin pensármelo les hice caso. Por chris. Todo lo que estoy aguantando es por él, cinco minutos después termine de hacerles la merienda y salí de allí con la bandeja en la mano, pero Alba me esperaba escondida tras la puerta. Mi bandeja la tiró al suelo. Haciendo que la leche hirviendo se me cayera encima. Solté un grito, tiré la bandeja al suelo.

– ¿Que ha pasado? – Alba carcajeó.

– Eres una torpe – siguió la risa – Limpia criada que para eso viniste – me tiró un rollo de servilletas. Cerré los ojos intenté tener paciencia – Que asco.

Algo Más || Christopher Vélez [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora