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Horas después ya estaba sola en mi habitación recogiendo las cosas. Sonó mi puerta. Mi corazón empezó a bombear, pero no me quedó otra que abrir la puerta. Chris estaba al otro lado con la mejor cara de corderito degollado que he visto jamás.

– Que bien ensayada esa cara – comenté mientras cogía mi ropa del armario – para tu mala suerte, conmigo no funciona.

– Está bien si no quieres nada conmigo, pero no hace falta que te vayas, no abandones tu sueño solo porque yo sea un imbécil.

– ¿Abandonar yo? Jamás – empecé a meter mi ropa en cajas – buscaré otro trabajo.

– Me dijiste que me ibas a escuchar, reina –

– No me llames así y te dije que lo iba a pensar y lo he pensado. No puedes distraerme más de lo que quiero, para algo dejé a mis padres en mi casa muertos de hambre, para sacarlos de pobres y tu ni nadie me va a distraer de mí objetivo. No te voy a dar ese poder.

Una corriente eléctrica pasó por mi brazo al sentir como lo acariciaba, por mucho que quisiera resistirme y apartar el brazo no podía, hizo el recorrido desde mi hombro hasta mi brazo. bajó hasta quitarme la prenda de ropa que llevaba en las manos.

– la estaba dejando. ella me pidió un beso de despedida porque te vió a través del cristal y yo como un imbécil le dije que si para que me dejara en paz de una vez, pensé egoístamente.

Solo quería quería quitármela de encima, por eso accedí, de saber que ibas a estar ahí y ibas a verme haciendo el ridículo no lo habría hecho porque te respeto.

– Se nota – me reí de forma falsa, el solamente suspiro y volvió a intentarlo.

– No te lo dije porque estaba en shock en ese momento pero, sentí todo con el beso que nos dimos, por eso cuando ella apareció la dejé, quiero conocerte, Amor

– ¿Cómo un cantante cómo tu está interesado en una limpiadora pobre y mugrosa como yo?

– Me da igual el dinero, no eres mugrosa y me gustaría poder hablar de eso tranquilamente contigo sin que me mires mal ni estés a la defensiva, bastante me cuesta controlar mis nervios.

Asomó en mi cara una pequeña sonrisa después de eso, no lo admitiré delante de el pero se me fue el enfado. Me había gustado lo que había dicho.

– Yo no quiero distraerte, yo soy el primero que tiene sueños y ambiciones y se lo que se siente el querer algo con tantas ganas y sacrificarlo todo para conseguirlo.

– ¿Ah si? ¿Que has sacrificado tu?

– Si te lo digo, corre el riesgo de que te vayas y no quiero. –

– Bueno, me voy a ir igual porque me lo estás ocultando y a mi eso no me gusta – fuí a mi armario cogí un montón de perchas, Chris corrió detrás de mi a pararme acompañado con un "Nononono"

– Vale, te lo digo, no te enfades – cogió las perchas que había dejado en mi cama, empezó a colocarlas una a una.

– Soy todo oídos.

– Vanessa siempre estaba cabreada conmigo porque ella creía que yo no le hacía caso, siempre le explicaba la razón por la cual no podía salir con ella a sitios públicos, a eventos y muchas más cosas, pero ella parecía no entender...– bajó la mirada tras un suspiro – No quiero que tu pienses lo mismo si algún día tu y yo...bueno, si surge algo, que ya ha surgido pero tenemos tantas cosas que hablar que...

– Chris, al grano porfa.

– Tengo un disco terminado, ya estamos buscando la fecha de lanzamiento y la discográfica me prohíbe tener cualquier polémica que afecte al lanzamiento del disco, si yo hago pública mi relacion y se habla más de mi novia que de mi disco...la discográfica no me renovará el contrato y tendría que buscar una nueva discográfica que se interese en mi y eso es una putada.

Algo Más || Christopher Vélez [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora