Consecuencias

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Un denso silencio impregnaba la oficina de Fukusawa, roto solo por el tictac del reloj colgado en la pared. El ambiente estaba cargado de tensión, como si una tormenta estuviera por desatarse.

El presidente de la agencia permanecía sentado detrás de su pulido escritorio de roble, sus manos entrelazadas sobre la mesa. Sus ojos, normalmente cálidos y sabios, destellaban con una fría dureza. Exhalaba una aura de severa desaprobación. 

Frente a él, Dazai se recostaba despreocupadamente en la silla, balanceando desmañadamente los pies encima del asiento mientras tarareaba para sí mismo. Parecía ajeno al tenso ambiente, inconsciente de la desazón que su abandono había causado en Atsushi. Sus ojos destellaban con el brillo de alguien que está acostumbrado a salirse con la suya.

La ira se encendió dentro de el mayor como fuego sobre gasolina, caliente e implacable. Crepitó a través de él, tensando sus músculos y entrecerrando sus ojos. 

Había tomado a Atsushi - joven y tímido omega - bajo su protección cuando se unió a la agencia. Ver a el alfa actuar tan despreocupadamente ahora hacía que Fukusawa casi vibrara de coraje contenido.

¿Cómo se atrevía este impertinente a actuar tan despreocupadamente después de haber herido tan profundamente a Atsushi? Sintió que sus manos se cerraban en puños sobre el escritorio.  La negligencia de Dazai merecía un escarmiento.

La voz de Fukusawa era baja pero cargada de furia reprimida cuando finalmente habló. 

Fukusawa: Dazai

Su nombre como una amenaza en sí misma. Sus palabras trazaban un camino peligroso.

Fukusawa:Te estás enfrentando a graves consecuencias por tus acciones.

El castaño, quien había estado tarareando despreocupadamente hasta ahora, enderezó lentamente la espalda ante el tono de el omega. Un espeso silencio cayó sobre la oficina, roto sólo por las palabras de hielo de Fukusawa.

Fukusawa: Tienes suerte de seguir siendo parte de esta agencia.

El mayor dejó caer las palabras en el espacio entre ellos, haciendo que cada una resonara con una promesa de castigo.   

El exmafioso tragó saliva, su confianza habitual desapareciendo mientras las implicaciones de las palabras de Fukusawa comenzaban a hundirse. Nunca había visto a su líder tan furioso antes, y ahora la ira de el albino estaba dirigida deliberadamente hacia él.

Se detuvo y finalmente miró a el omega. Al detectar el brillo furioso en la mirada de su jefe, los ojos de Dazai se abrieron un poco más. De repente comprendió la gravedad de la situación. Atsushi había desaparecido y Fukusawa lo culpaba a él.   

La voz de Fukusawa era peligrosamente suave cuando continuó.

Fukusawa: Atsushi es invaluable y muy querido para esta agencia.  Así que vas a encontrarlo, Dazai. Y vas a ganarte su perdón.

Con cada palabra,  daba un golpe en su escritorio para enfatizar su punto.

Fukusawa: De lo contrario, no quiero verte nuevamente en esta agencia.

El castaño sintió la amenaza implícita en las palabras de el albino. Nunca había visto al líder de la agencia tan furioso y decepcionado. Se dio cuenta de que su comportamiento imprudente había puesto en peligro su membresía en la agencia. 

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