Nuevo amor

Despertar entre amigos

Poe tragó saliva con nerviosismo mientras aguardaba junto a el pelinegro frente al imponente escritorio de Fukusawa. El líder omega los escuchaba en silencio mientras Ranpo relataba los sucesos de esa tarde.

Con cada palabra, el semblante habitualmente inescrutable de el albino parecía adquirir una dureza más pronunciada. El castaño no quería imaginarse en el lugar de Dazai cuando este enfrentara la ira de su líder.

El presidente era conocido por su templanza y calma, mas también por su severidad cuando se trataba de defender a los suyos. A Poe le sorprendía lo bien camuflada que mantenía su naturaleza omega bajo esa coraza impasible.

El escritor no podía evitar sentirse nervioso bajo la penetrante mirada del líder omega. A diferencia de Ranpo, él no estaba acostumbrado a lidiar con la autoridad natural de el albino. Rogaba internamente porque el enojo de este no recayera sobre él.

Fukusawa: Ya veo... Deberé tener otra... conversación con Dazai.

Pese a su porte severo, el escritor pudo percibir una sutil preocupación por Atsushi detrás de sus ojos.

Fukusawa: Por el momento, me aseguraré de que Atsushi reciba la mejor atención posible hasta su completa recuperación. Confío en que ustedes dos estarán pendientes de su seguridad y bienestar

Añadió, dirigiéndose especialmente a Ranpo. Este asintió con seguridad, Poe también confirmó que haría todo lo necesario para apoyar la recuperación de Atsushi.

Fukusawa: El resto déjenlo en mis manos. Pueden retirarse.

El pelinegro hizo ademán de dirigirse hacia la puerta. No obstante, justo cuando sus dedos se posaron en el pomo, la voz tranquila pero enérgica de Fukusawa lo detuvo.

Fukusawa: Espera un momento, Ranpo. Hay algo más que debo informarte.

Intrigado ante el cambio en su semblante, el joven detective se volvió para prestar atención a sus palabras, expectante ante lo que fuera a decirle.

Fukusawa: Mori me ha hecho llegar una invitación. Desean conversar sobre cierto asunto relacionado con Dazai.

Ranpo enarcó una ceja. Sabía que los problemas del alfa no se limitaban a la agencia. Intuía que la "charla" de Fukusawa con Dazai no sería plácida

Sigma velaba en silencio junto a la cama de el albino. El suave sube y baja de su pecho era el único sonido que rompía la quietud de la habitación.

De pronto, la puerta se abrió de par en par con estrépito. Una jovencita de cabello azul irrumpió en la estancia, sus ojos azules repletos de angustia.

Fue entonces cuando reparó en el otro alfa, plantado silencioso a unos pasos. Sus ojos, antes llenos de angustia, se tornaron desafiantes.

Kyoka: ¿Quién eres?

Antes de que el bicolor pudiera siquiera pestañear, la puerta se abrió nuevamente. Justo entonces entraba Yosano, alertada por el alboroto.

Yosano: Kyoka-chan, cálmate. Él es Sigma, un amigo. Ha cuidado bien de Atsushi-kun .

La tensión en el cuerpo de la alfa se esfumó casi de inmediato, no sin antes dedicarle una última mirada cargada de desconfianza al bicolor.