Alianza temporal

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Fukuzawa había acudido a su encuentro con Mori de mal humor.La tenue luz de las lámparas iluminaba el salón privado donde el albino aguardaba al mafioso. Sus ojos  barajaban posibilidades mientras observaba las sombras danzar en las paredes.

El sonido de pasos resonó fuera y la imponente figura de Mori se recortó en el umbral. Su mirada encontró la de Fukuzawa, indagando en silencio.

Fukusawa: Tenemos mucho de qué hablar

El azabache asintió y ambos tomaron asiento. El omega fue directo al grano. Hablando con voz queda, aunque su contenida ira era palpable.

Fukusawa: Dazai lastimó gravemente a Atsushi. Ha ido demasiado lejos

Mori arqueó una ceja, sorprendido. Rara vez veía tal furia en el habitualmente impasible Fukuzawa. Estudio con atención la tensa mandíbula y los puños cerrados del otro.

Mori: ¿Y aún así no has actuado? Eso no es propio de ti.

El líder de la agencia miró fijamente los ojos contrarios  un momento, rememorando su decisión. Cuando habló, cada palabra destilaba resentimiento y un poco de amargura.

Fukusawa: Concedí a Dazai otra oportunidad. Fue un error

Para sorpresa de Mori, vio un atisbo de ira en los profundos ojos  de Fukuzawa. Nunca lo había visto tan furioso. El azabache comprendió entonces la profundidad de su enfado. Fukuzawa no perdonaba fácilmente y Dazai se había ganado su implacable ira.

Fukusawa: Es tiempo de que Dazai rinda cuentas. Y me temo que tus hombres y los míos coincidirán en ello.

En ese momento el azabache no dudo en ofrecer una alianza temporal.

Mori: En ese caso, es hora de que Port Mafia y la Agencia se unan para encargarse de él

El abino asintió y dejó escapar un suspiro casi imperceptible mientras mantenía su mirada fija en Mori. A pesar de la gravedad de la situación, no podía dejar de notar la actitud distante de su pareja.

Desde que comenzaron la reunión, Mori se había limitado a tratar estrictamente el tema de Dazai, sin dirigirle apenas la palabra ni una mirada. Sabía que no era el momento de discutir sobre sus problemas personales, pero no podía evitar que estos rondaran su mente.

Mori, perceptivo como era, no tardó en darse cuenta de la lánguida inquietud en los ojos de el omega. A pesar de su inalterable porte, se sintió intranquilo por dentro. Odiaba ver así a su omega y saberse responsable por la brecha entre ambos.

Por un momento ninguno dijo palabra. El silencio apenas se rompió cuando Fukuzawa tomó la palabra con su clásico tono sosegado.

Fukusawa: Tendremos que resolver este asunto con Dazai cuanto antes. Luego necesitaremos hablar tú y yo.

Mori asintió lentamente. Sabía que Fukuzawa no dejaría pasar más su distanciamiento una vez la amenaza hubiese pasado. El mafioso reprimió un suspiro. La distancia entre ellos en las últimas semanas no había hecho más que aumentar su desencanto interno.

**F.B**

Recordó la disputa que los había separado: el repentino reaparecer del ex de Fukusawa con mensajes inoportunos. Sintió haber reaccionado de forma exagerada, aunque su orgullo hasta entonces le impidió reconocerlo.

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