❝𝒀 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒍𝒂 𝒍𝒖𝒏𝒂, 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒔𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒗𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒏𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐❞
Cassandra Harper, rota desde hacía mucho tiempo, con heridas que no cicatrizan y una mirada gélid...
Me quedé junto a la desconocida mientras Hershel le cosía la pierna. Carl también estaba con nosotros, y su mano reposaba cuidadosamente en su pistola.
-Gracias -murmuró Michonne cuando Hershel acabó.
Me junté al resto, ya estaban discutiendo la situación como hacíamos siempre.
-Ya está curada -avisé, apoyándome en la escalera junto a Daryl.
-¿Cómo sabemos que podemos fiarnos? -preguntó Oscar, mirándonos a todos.
-Se trata de Maggie y de Glenn, ¿Por qué lo estamos discutiendo? -repuso Beth.
-No discutimos. Yo iré a por ellos.
-Yo pienso ir -añadí, mirando a Daryl.
-Ese lugar parece protegido -repuso Rick-. No iréis solos.
Beth, Axel y Oscar se apuntaron. Estaba claro que tampoco podíamos ir todos. Asentí un poco con la cabeza y dirigí la mirada a Michonne.
Las rastras oscuras formaban su pelo, era guapa, eso no iba a negarlo. Parecía tener unos años más que yo, tal vez la edad de Rick. Su piel oscura estaba bastante limpia, a excepción de la herida recién cosida. Nos miraba sin fiarse, algo totalmente comprensible.
Aparté la mirada de ella y fui a mi celda, necesitaba hacer un recuento y era mejor hacerlo ahora. Así que me puse a contar flechas, llegando a la conclusión de que solo tenía veinte.
Suspiré y me eché el carcaj a la espalda. Cogí mi arco y salí hacia el patio donde estábamos preparándonos para salir.
-Llevo bengalas y gas lacrimógeno -informó Daryl mientras metía las cosas en el maletero del coche-. Nunca se sabe lo que puedes necesitar.
Carl se acercó con otro par de bolsas con armas y Daryl lo ayudó a meterlas en el coche.
-No te preocupes por tu viejo, yo cuidaré de él -oí que le decía al niño.
-Cuida también de Cassie.
Se me encogió el corazón al escucharlo, pero intenté hacer como que no había oído nada.
-De ella cuido siempre -asintió con la cabeza.
Cogí el rifle que me tendía Oscar y lo llevé hasta el maletero del coche, después me acerqué a Beth y la ayudé a abrir la verja.
-¿Esto no fue invadido? -preguntó Michonne, cojeando junto a nosotras.
Ambas la miramos y asentimos un poco con la cabeza.
-¿Y lo habéis limpiado vosotros?¿Tan pocos? -casi se rió al pensar en ello.
