Cap 2

2.9K 166 0
                                    

Se levantó por la luz del sol que entraba por su ventana, menos mal que la cafetería era de ella sola, porque se había quedado dormida. Rápidamente se dirigió a la ducha, se duchó, se secó el pelo, se vistió, maquilló y salió corriendo en dirección a la pequeña cafetería.

-Buenos días señor José- dijo al llegar y ver que aquel hombre le esperaba.

-Otra vez dormida que desastre- dijo mirando a la chica con una sonrisa- tienes suerte de qué tú cafetería sea mi favorita.

-José diga la verdad, no es su favorita solo que la de al lado ha cerrado- dijo riendo ella también.

-Puede ser, pero como está cerrada, tengo que esperar a una veinteañera dormilona.

A medida que la conversación avanzaba ellos entraban en el local. Una vez servido el café de el señor, se sentó detrás de la barra a leer hasta que entró un hombre trajeado y alto por la puerta ,era raro ver a un hombre así por su local, ella esperó a que se sentara y fue a atenderle.

-Buenos días caballero¿Sabe que va a tomar?- dijo con una sonrisa 

-Café solo por favor y para llevar unas galletitas de chocolate.-Beca río ante la frialdad con la que hablaba y que hubiera dicho aquella palabra-¿Hay algo que te haga gracia?

Volvió en sí cuando aquel hombre le llamó la atención por su comportamiento y se dio cuenta de que aquello no había estado bien.

-No, lo siento mucho- y con esto se dispuso a ir a hacerle el café a aquel hombre. 

Al rato la cafetería estaba más llena y Beca ya había servido el café y las "galletitas" al señor que había venido, pero incluso después de 20 minutos de haberse acabado el café seguía ahí así que se dirigió a él para ver si necesitaba algo más.

-Disculpe señor¿Quiere algo más?

-No perdona,estoy esperando a alguien, en cuanto llegue pediré algo más.

-Okey- dijo mientras esbozaba una pequeña sonrisa.

Minutos después aquel hombre trajeado se levantó y se marchó, lo cual era extraño si esperaba a alguien, pero ella no le dio muchas vueltas, aquel barrio era un poco extraño y por ello tenía mucha gente extraña.

-Buenos días- de nuevo un hombre semitrajeado, la verdad que ella supiera no había ningún bufete de abogados cerca, pese a que fuera un poco menos formal ya que solo llevaba pantalones y camisa de botones y las mangas remangadas con un par de tatuajes en ellas.- Disculpa¿Has visto a un chico trajeado por aquí?- preguntó hacia Beca.

-Sí, se fue hace nada, justo después de decirme que esperaba a alguien se fue- afirmó extrañada.

-Que imbécil es- beca le miro sorprendida ante su respuesta- discúlpame- dijo sonriendo mientras se rascaba la cabeza- me podrías poner unas galletitas de chocolate para llevar.

Aquel chico era completamente opuesto al anterior, simpático y carismático no con la frialdad del anterior, sin embargo era obvio que se conocían por sus preguntas y la palabra en común. Beca se apresuró a ponerle las galletas a aquel señor lo antes posible, no le gustaba hacer esperar a la clientes.

-Disculpe- dijo una señora, pero Beca le pidió que esperara un segundo dado que estaba en otra cosa y no podía atenderla.

-Disculpa es que no tengo todo el día- dijo la señora más amargamente.

-Señora un segundo por favor en seguida la atiendo- dijo Beca sonriéndole amablemente mientras metía las galletas en la bolsa.

-¿Cuántas va a llevar?- preguntó a aquel hombre.

-Las suficientes como para no tener hambre en un rato- dijo sonriéndole.Beca río ante su respuesta y llenó la bolsa bajo su criterio.

-Tome creo que serán suficientes para un hombre grande como usted- respondió mientras le entregaba la bolsa mirándole de arriba abajo.

-Gracias guapa, ¿cuanto te debo?- dijo sonriéndole cálidamente.

-Disculpe pero no tengo tiempo para esperar mientras usted coquetea- repitió aquella señora una vez más ansiosa por ser atendida.

-Señora, como le dije antes, en seguida le atenderé antes tengo que cobrar al señor- le dijo beca sonriéndole nuevamente, no quería causar un ambiente tenso en la cafetería.

Después de haberle dicho el precio al chico este le entregó el dinero.

-No sé de dónde sacas tanta paciencia- dijo en un susurro aquel muchacho.

-Yo tampoco caballero- dijo riendo.

-Señorita- repitió la mujer.

-Ya va- dijo Beca sonriendo.

-Vamos Beca tienes la cafetería colapsada- dijo el señor José irónicamente para intentar que la señora se diera cuenta de su pesadez.

-Bueno, que tenga un lindo día- dijo beca al muchacho mientras le entregaba el cambio.

- Ojalá tan lindo como tú- dijo antes de irse.

Después de atender a la señora, beca se preparó un café y un sándwich para ella poder desayunar aprovechando que no entraba gente nueva. Pasó la mañana y la gente entraba y salía del restaurante, entre ellos viejos compañeros de la universidad de Beca y algunos vecinos conocidos del barrio. Más hombres trajeados llegaron antes de la hora de comer, eran cuatro con traje y los dos de antes.

Los hombres de traje (Boten x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora