-Vamos- dijo extendiéndole su brazo y entrelazándolo con el de ella.
Caminaron un rato Mikey afirmaba que conocía una buena cafetería por allí cerca y así era, llegaron y se veía muy bonita y acogedora era atendido por dos ancianos bastante amables, pidieron un café con leche y un trozo de tarta de fresa para compartir.
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-De pequeño solía venir aquí con mi hermano- habló el rubio.Beca no sabía si preguntar por él no quería parecer una cotilla.- Murió hace un par de años atrás ya.- añadió como si le hubiera leído la mente. A Beca le dio lástima y quería lanzarse a él a abrazarle por la mirada triste que había quedado en su cara pero no quería parecer maleducada con él además de que estaban en la cafetería. Mikey tomó la mano de la mujer y la acercó a su cara recostando su mejilla en esta, en ocasiones era como tener al mismo diablo delante pero había momentos en los que simplemente parecía un niño triste y desconsolado.- Gracias- dijo apartando su mano después de unos segundos.- necesitaba un poco de consuelo.
-Me puedes llamar siempre que necesites algo Mikey.
-Lo tendré en cuenta Rebeca- Beca se sorprendió, casi nunca la había llamado por su nombre completo aquel hombre, sin embargo cuando hablaba con él parecía uno distinto. Pasaron el rato hablando discretamente de negocios y sobre los pagos de este mes que ya se habían hecho y solo quedaba esperar a ver cómo se desarrollaba la cosa.
Entonces está todo en orden, pequeña mafiosa- le dijo Mikey mientras tomaba una cucharada del trozo de tarta.
-Supongo que sí- respondió Beca riendo coquetamente.
Mikey la miró por unos segundos embelesado, sin duda la mujer que tenía delante era preciosa, había conocido a muchas mujeres bonitas a lo largo de su vida y había tenido a sus pies a otras cuantas, pero ninguna como ella, además de que ninguna se movía en el mismo mundo que él y ahora ella era su socia por llamarlo de alguna manera.
-Mikey- repetía Beca haciéndolo salir de sus pensamientos-¿Todo bien?
-Sisi, este pastel está muy bueno- dijo comiendo el último trozo.
-Alto ahí Manjiro Sano- dijo agarrando su muñeca.- ese es el último trozo.
-Y es mío Rebeca Konoe- decía forcejeando entre risas con ella.
-Adelante, cómetelo, pero atente a las consecuencias- dijo mirándolo de manera amenazante o al menos intentándolo.
-Oh vamos Rebeca, hasta croqueta da más miedo que tu y mira que es un gato- este río y acercó la cuchara a la boca de esta- toma.
Rebeca comió el pastel soltando una risilla victoriosa, luego insistió en que ella invitaría y así fue. Caminaban juntos hacia su casa, el calor estaba llegando de nuevo con la ida del invierno y el sol había vuelto a brillar al igual que ella.
Mikey la dejó en la puerta de su casa pero antes de eso Beca anunció lo prometido, una fiesta en su casa ya que la reforma estaba terminada, la quería dar cuanto antes osea que sería esa noche mismo, lo bueno de trabajar en una empresa de seguridad es que obviamente habría seguridad. La tarde pasó, se echó una siesta y pago a una empresa de decorado para que pusieran algunos brillantes y sillas y mesas en su jardín además de alguien para la música y una empresa de catering, sin duda el dinero no te daba la felicidad pero no le importaría llorar en su precioso Cadillac o chalet.
La noche cayó y empezó a llegar gente Beca había tirado de agenda, de ella, de su padre y le dijo a los chicos de Boten que podrían traer a algún socio si se portaban bien.
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Los hombres de traje (Boten x TN)
AléatoireUn día aparecen en tu cafetería unos hombres de traje a los que no habías visto en tu vida por la ciudad, con la extraña coincidencia de que ahora parece que están en todas partes, pero quién estuvo donde no debía fue Beca la noche en la que escuchó...