Un día aparecen en tu cafetería unos hombres de traje a los que no habías visto en tu vida por la ciudad, con la extraña coincidencia de que ahora parece que están en todas partes, pero quién estuvo donde no debía fue Beca la noche en la que escuchó...
Dijo esto y cerró la puerta tras de sí ¿La chica de Boten?¿Quienes se creían aquellos hombres? "Tampoco te ha gustado nadie más hace años" pensó su subconsciente, ahí tenía razón, ella no había mantenido relaciones, ni lazos estrechos con nadie, solo con ellos. Una cosa tenía clara, si bien ahora sabía aquello ella no tenía dueño y si le gustaba algo o alguien lo cogería sin pensar, como había hecho siempre. Mientras tanto no pasaría nada por jugar un poco a su juego.
Las semanas pasaban, ya era septiembre el mes de su cumpleaños, en un par de días cumpliría sus 26 años y ahí estaba ella sentada en su escritorio jugando con su bolígrafo sin entender nada.
-¿Estás escuchando Beca?- preguntaba Kokonoi.
-Sisi- le dijo mirándolo.
-Haré cómo que te creo- dijo riendo y siguiendo explicando, su relación con los hombres esas últimas semanas había estado incrementando, ahora era normal tenerlos merodeando por la empresa todos los días o salir en las noches a alguno de sus clubes aunque sea a jugar.
-Di que no Kokonoi, Beca no se está enterando de nada- le respondió Kakucho.
-Tu a callar- le dijo tirándole el boli- yo estoy en la silla, por ende yo mando.- dijo cruzándose de brazos con una sonrisa victoriosa.
-Disculpe entonces señorita Konoe por ser tan desconsiderado con usted.- le respondió coquetamente.
-Dejad de coquetear estamos hablando de dinero- dijo Kokonui dándole con los papeles en la cabeza a ambos.
-Señorita Konoe- Beca alzó una ceja- osea Rebeca, el señor Takahashi está abajo, quiere hablar con usted.
-Mi madre que pesado el viejo ese- dijo llevándose las manos a su cabeza- dile que hoy no, estoy teniendo un buen día.
"Toc, toc" se escuchó en la puerta- Buenos días- decía el señor Takahashi entrando acompañado por un joven.
-Pensé que estaba abajo Kenji- dijo entre dientes Beca.
-Y ahí estaba- le respondió este.
-Señora Konoe…-
-Señorita- corrigió- creo que la última vez le dejé claro que cualquier tema de dinero lo hablara con la contable.
-Claro así es, solo venía a presentarle a mi hijo, él es quien se encargará de mis inversiones en esta empresa- Beca lo miro, era alto, ojos verdes, pelo negro y piel pálida, joder.
-Kaku, Koko¿Podemos seguir luego con esto?- preguntó, los hombres asintieron y salieron despidiéndose de ella y de Kenji.
Se había quedado a solas con aquel chico.
-Siéntate por favor- le dijo señalando una silla.
-Mi padre me ha contado que tuvo algunos problemas contigo, así que me lo encargó a mi para evitar roces.
-Si… tu padre es …un hombre complicado digamos.
-Un viejo verde entre otras cosas- respondió riendo.
Beca río también- no quería ser yo quien lo dijera.
Pasaron una hora hablando, al cabo de un rato la conversación se había desviado a sus vidas y salieron del despacho a las dos horas.-¿Quieres ir a comer?- le preguntó el chico.
-Bueno yo tenía unas cosas pero no creo que pase nada.
"Me ha surgido un asunto y no puedo ir a comer hoy" le escribió a Rin, había quedado con ellos y con Sanzu para comer y charlar un rato.
En otra parte los hombres leían el mensaje.
-Genial Beca no puede venir- decía Rin.
-¿Y ahora qué hacemos con la comida?- preguntaba Sanzu con el delantal puesto y soltándose el pelo.
-Guárdala en un tupper, ya se la comerá a la cena.
-A la cena yo tengo asuntos- decía Sanzu.
-No te preocupes, le diremos que tú también participaste en este estropicio- le respondí Rin riendo.
Mientras tanto Beca charlaba con Ren, se reía bastante además de que el restaurante era genial y la comida realmente buena.
-Me alegra que te guste, no sabía muy bien a donde ir.
-Pues has dado en el clavo.
"Eso era el asunto importante eh" decía Sanzu para sí mismo mirando por la ventana, sacó una foto y se la envió a los hermanos, los cuales tramaban una manera de castigar a la mujer.
La tarde la paso con Ren recorriendo algunos lugares de la ciudad que eran suyos y hablando de las inversiones, si todo iba bien aumentarían.
-Chao Rebeca- decía en la puerta de su casa- me gustó pasar el día contigo.
-A mí también Ren- decía sonriente- gracias por traerme a casa. Ren verdaderamente era encantador.
Al entrar a casa saludo a su gato, se llevó un ligero susto al ver a los haitani en el sillón. Pero le explicaron que la esperaban para cenar y que habían hecho el almuerzo, ahora se sentía mal por haberles cancelado.
-¿Te gusta?- le preguntaron cuando terminó la comida.
-Bastante, lo siento por cancelar hoy espero que no esteis molestos.
-Para nada- dijo Rin con una sonrisa, pero no parecía real.
-Toma un poco de bizcocho, lo hizo Sanzu.
Ella lo probó, estaba bastante bueno y dulce.-¿Vosotros no coméis?
-No, no tenemos mucha hambre.
El rato paso y Beca empezó a sentir su cuerpo mareado.- Buff me siento un poco ida.
Ambos hermanos sonrieron.
.................................................................. En fin, en mi vida probaría un bizcocho hecho por Sanzu.
Mañana lo edito.
Un besito, Kai.
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