Capítulo 24

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Su primera reacción fue darle un fuerte empujón al chico de ojos azules provocando que este cayera de lleno al suelo para luego salir corriendo del lugar. Estaba avergonzado y su rostro estaba hirviendo después de ese contacto entre ellos. Se subió a su motocicleta para deambular por la ciudad intentando calmarse.

Por su parte Takemichi continuaba en el suelo. Después de ese imprudente acto, cubrió su rostro con sus manos intentando pensar en que iba a hacer. Si bien en un inicio quería reconfortar al rubio, verlo así hizo estragos en su mente y lo besó. Había sido solo un leve roce con sus labios, pero se sentía culpable. El rubio había salido molesto del hospital después de eso. Sabía que había socavado su amistad.


En la siguiente reunión de la ToMan el ambiente entre ellos dos estaba incómodo. Mikey normalmente es bastante cercano al pelinegro a su lado, pero ahora apenas habían intercambiado palabra. El resto de los capitanes se preguntaba que había ocurrido, sin embargo, no iban a inmiscuirse en los asuntos privados del líder de la pandilla. Apreciaban mucho su vida para hacer algo tan estúpido.

Mikey no deseaba hablar con Takemichi, no porque hubiera odiado aquel beso sino más bien era lo contrario. Se había dado cuenta que muy a su pesar sentía algo más que cariño por ese chico de ojos azules. En eso el mencionado se acercó a él:

-Mikey-kun podemos hablar un momento

Sabía que debían aclarar lo que había sucedido para no afectar a la organización, pero no tenía el coraje suficiente cuando de él se trataba. No era algo que pudiera resolver con fuerza bruta y eso lo aterraba. Se levantó de las escaleras siendo seguido de cerca por Takemichi. Cuando estuvieron lejos del resto del grupo el rubio dijo tajante:

-Habla, Takemicchi

El valor que había reunido el chico se fue al suelo al escuchar su tono de voz. Estaba jugando con sus dedos, gesto que impacientó a Mikey quién hablo de nuevo.

-Si no dirás nada me voy

Soltando un profundo suspiro el pelinegro susurro:

-Mikey-kun siento mucho lo de la última vez, solo quería hacerte sentir mejor.

Sus palabras fueron un balde de agua fría. No esperaba que él se disculpara por robarle ese beso. En algún lugar de su mente tenía la esperanza de que le diría que le gustaba. Sintió su corazón romperse un poco, pero no dijo nada al respecto:

-No te preocupes Takemicchi. Comprendo que sólo fue una equivocación de tu parte. Tengo que irme, adiós.

Salió casi corriendo del santuario. Draken presintiendo que algo no andaba bien fue detrás de él. Cuando ambos llegaron a casa de los Sano finalmente Mikey le contó lo que había ocurrido. El rubio tatuado intuía que ese par sentía algo más que amistad uno por el otro, sin embargo, no opinó al respecto. Cambió de tema intentando tranquilizar a su amigo, pero este seguia decaído.

Takemichi estaba confundido por la reacción que había tenido Mikey. Esperaba que le gritara o lo golpeara por haberlo besado, sin embargo, parecía triste cuando escuchó sus disculpas. No quería pensar más en eso porque ahora tenía un problema mayor y era el regresar a casa. Mientras divagaba en eso Chifuyu hizo su aparición magistral. Estaba buscando al pelinegro luego de verlo escabullirse con Mikey. Sabía que algo ocurría entre esos dos, por lo que preguntó:

-Takemichi, ¿sucedió algo con Miley?

Asintió con la cabeza mientras observaba a su amigo. Este al verlo así dijo:

-Vamos para tu casa

Cuando llegaron al parque cercano a sus casas. Takemichi hablo mientras jugaba con sus dedos, nervioso. Le contó acerca del beso y de cómo se había disculpado contigo Mikey. El rubio bicolor elevó una ceja después de escuchar todo el relato. Ahora tenía sentido por qué el líder se había ido tan molesto del lugar. Su amigo, por otro lado estaba totalmente descolocado por esto. Chifuyu dio un gran suspiro diciendo:

-¿Has considerado que quizás a él le gustes?

Esa posibilidad nunca atravesó por su mente en ninguna de las líneas temporales que había vivido. No concebía como alguien tan fuerte y poderoso como Mikey se fijaría en un cobarde como él. Desechó la idea instantáneamente. Chifuyu supo entonces que su amigo en verdad era un idiota, pero no era quien para juzgarlo. El se encontraba en el mismo dilema. Media hora más tarde Takemichi se fue a casa divagando sobre lo que le había dicho el rubio bicolor. En eso recordó que Hina se le había confesado y él no le había dado una respuesta.

Cuando llego a su casa su madre estaba esperándolo en la puerta preocupada por su demora. El chico estaba bastante pensativo aun sobre lo ocurrido con Mikey por lo que no se dio cuenta de ello sino hasta que chocó con ella. Levantó el rostro hacia su madre buscando algo de consuelo ante su conflicto. Gracias a ello esa noche no logró dormir bien.

En la mañana tenia grandes ojeras debajo de sus ojos. Kisaki y Takuya al verlo en esas condiciones se sorprendieron, pero no preguntaron al respecto. Caminaron rumbo a la secundaria conversando como de costumbre hasta llegar al salón de Takemichi. Cuando entró Akkun fue el primero en notar que algo malo ocurría. Se apresuró donde él estaba:

-¡Te ves fatal! ¿Qué ocurrió?

Takemichi estaba un poco harto de sobre pensar en la situación y no deseaba seguir en lo mismo. Respondió con evasivas:

-No ha pasado nada. Sólo no pude dormir bien, es todo.

Akkun a regañadientes no insistió más. En lo que llevaba de conocer al pelinegro sabía que cargaba con demasiadas cosas, pero no deseaba presionarlo con el tema. Confiaba en que en algún punto les contaría acerca de eso.


El pelinegro estuvo ensimismado el resto del día pensando en Mikey, sin saberlo en ese momento el rubio estaba en la misma situación.


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