La noche se hacía cada vez más fría mientras Hakkai caminaba de regreso a casa después de comer en casa de Mitsuya. Frotó sus manos intentando calentarlas a pesar de que tenía guantes puestos mientras pensaba en la situación entre ellos y dio un profundo suspiro. Mitsuya se había vuelto muy popular recientemente y aunque esto le generaba incomodidad no podía hacer nada al respecto sin ponerse en evidencia ante él. Había considerado varias veces confesarle sus sentimientos, pero tenía miedo de ser rechazado. No quería romper su amistad de tantos años por una tontería como esa, sin embargo, los celos lo dominaban cada vez más. Al llegar a su casa se encontró con su hermana en la puerta ajustó su expresión para que no notara lo que le pasaba. Mostrando una sonrisa dijo:
—¿Qué haces acá afuera con este frio? —se acercó a ella y la cubrió con su abrigo.
La chica lo miró fijamente para luego contestar:
—Estaba esperándote. Quiero hablar contigo, hermano.
El chico se sorprendió un poco, pero aun así acepto. Se adentro en la casa junto con ella sentándose ambos en el sofá uno al lado del otro. El ambiente se sentía tenso entre ambos por lo que pasados unos minutos él habló:
—¿De qué quieres hablar?
Sin titubear ella respondió:
—Sé que te gusta Mitsuya, deberías declararte de una buena vez antes de que alguien si tenga el valor de hacerlo y lo aleje de ti.
Hakkai se llevó las manos al rostro cubriéndose. Con un leve susurro dijo:
—¿Tan evidente soy?
La chica lo miró de reojo:
—No creo que nadie más lo haya notado. Soy tu hermana, te conozco desde que naciste así que podría darme cuenta de eso y más. Eres un libro abierto para mí como lo soy yo contigo.
El chico suspiró ante el comentario:
—Entonces es así. Sé que debería decirle, pero tengo miedo a que todo entre nosotros cambie. Él nunca me ha dado ni una sola señal de que le gusto más que como un amigo. Además de eso sabes lo que piensa nuestro hermano al respecto. No quiero ocasionarle problemas a Taka-chan.
Yuzuha observó con cuidado su reacción prestando atención a lo que decía antes de hablar:
—Sé bien que nuestro hermano estaría en contra, pero él nos abandonó hace mucho. No tienes por qué atormentarme con lo que desearía, tú solo debes ser feliz. En cuanto a lo que dices sobre Taka-chan es posible que no te vea solo como un amigo...
El chico se descubrió el rostro mirándola confundido por lo que acababa de decir. Al verlo ella continuo:
—Él te trata un poco diferente al resto desde el principio. Quizás si te confiesas obtengas una respuesta de su parte.
Hakkai dudó un poco. Si bien había notado eso, no era algo lo suficientemente relevante como para pensar que tenía ese tipo de interés en él. Le faltaba confianza para arriesgarse a ir más allá y descubrir cuales eran los verdaderos sentimientos de su amigo de infancia. Al ver la vacilación en su rostro, Yuzuha dijo:
—Si tú no le dices, lo haré yo. No puedo permitir que sigas sufriendo en silencio.
El chico a su lado la miro de reojo y balbuceó:
—pero ¿y si me rechaza?
Al escuchar lo que él dice suspira. También había considerado ya el escenario donde el chico de cabello violeta no sintiera lo mismo que su hermano, sin embargo, no quería que él notase esto. Con una voz firme respondió:
—No te va a rechazar. Estoy segura de que él también te quiere. Así que te ayudaré a confesarte ¿De acuerdo?
Hakkai no estaba muy convencido de hacer algo como esto, pero aun así asintió. Luego de eso ambos se pusieron de acuerdo en cómo se llevaría a cabo todo al día siguiente, lo cual lo puso aún más nervioso de lo que estaba. Susurró:
—¿No crees que es demasiado pronto?
La chica lo miro con cara seria:
—No. Si dejamos pasar mucho tiempo sé que te arrepentirás y huiras como siempre.
Esa noche Hakkai no pudo dormir bien. Sentía un nudo en el estómago cada vez que pensaba en la idea absurda de decirle a su amigo acerca de sus sentimientos. Tanto pensar le causaba malestar. A la mañana siguiente su cabeza estaba hecha un caos y le costaba concentrarse, aun así, cumpliría su promesa.
Cómo ya se había vuelto costumbre, Hakkai pasada la mayor parte de su tiempo en casa de Mitsuya. Ese día no había sido la excepción, sin embargo, estaba hecho un manojo de nervios dado que había sido persuadido por su hermana para declararse. En su mente se imaginaba la reacción que tendría este y entraba en pánico. Mitsuya al verlo tan perdido en sus pensamientos se acercó a él:
—¿Sucede algo?
Tenerlo tan cerca no ayudaba en nada a su pobre corazón que estaba a punto de salírsele del pecho. Negó con la cabeza incapaz de articular palabra alguna. El resto de la cena se mantuvo en silencio. Después de eso pasó algo de tiempo jugando con las niñas hasta que llegó la hora de irse para su casa. Camino hacia la puerta con Mitsuya detrás de él. El chico de cabello violeta había notado que su amigo está más callado de lo normal y esto le preocupaba un poco. Estando ya en la puerta Hakkai se armó de valor, se giró para ver al chico y dijo:
—Taka-chan me gustas mucho
Al escuchar esto Mitsuya se quedó sorprendido, sin embargo, antes de que pudiera contestar algo Hakkai se echó a correr. Se rio un poco al ver al chico perderse en el horizonte. Sabía que este había reunido el coraje para confesarse y ahora era su turno de hacerlo aprovechando que al día siguiente habría una reunión de la ToMan.
Hakkai llegó a su casa agitado y confundido por lo que acababa de suceder. La expresión en el rostro de Mitsuya había calado en el provocando que su pecho doliera. Contuvo las lagrimas lo mejor que pudo cuando atravesó el umbral de la casa para evitar que su hermana se preocupara. Caminó hacia su cuarto y se tiró en la cama cerrando los ojos. Necesitaría reprimir esos sentimientos de nuevo si quería continuar su amistad con el chico de cabellos violeta. Con eso en mente se quedó profundamente dormido.
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Última oportunidad
FanfictionSon un grupo variado: ♊ Los gemelos que salen con los riquillos de alta sociedad... 🐱 Los que hacen beso de tres cada vez que pueden... 🤦🏽♀️ Los que parecen matrimonio de 20 años viven a punta de indirectas, pero se adoran... 🍡 El que parece n...