Capítulo 56

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Colocó su mano sobre su hombro ejerciendo un poco de fuerza para acostarlo. Kisaki quiso resistirse, pero no lo hizo. Se dejó llevar por la confianza que mostraba el otro. Tenía miedo, sin embargo, no le mostraría esa lado a nadie y menos a él. Estaba tan ensimismado que no se dio cuenta en qué momento Hanma tomó sus muñecas atándolas por encima de su cabeza. Cuando sintió esto comenzó a gritar irritado:

-¿Qué demonios es esto? ¡estás loco!

Se aproximó a él sujetándolo su cara para darle un beso. Susurró cerca de su oído:

-Tranquilo cariño, no te dolerá. De eso puedes estar seguro...

Le dio un beso en el cuello provocando que Kisaki soltara un pequeño gemido. Sus ojos dorados brillaron con intensidad cuando notó su reacción dibujando una sonrisa en su rostro. Volvió a besar la zona bajando hasta su clavícula mordiendo un poco dejando una pequeña marca rojiza. Se levantó un poco para mirarlo a detalle. Quedó fascinado al ver al chico con un leve rubor en sus mejillas y su respiración agitada. Levantó la camiseta de chico dejando al descubierto sus pezones. Los tomo entre sus dedos tirando un poco de ellos provocando que Kisaki hiciera una mueca de dolor seguido de un grito:

-¡Que te pasa imbécil!

Hanma se rio al ver su reacción sin responder. Se acercó al pecho de chico y paso su lengua por uno de estos para luego tomarlo entre su boca chupándolo un poco. Un leve gemido escapó de la boca de Kisaki por la acción. Hanma quería escucharlo más por lo que jugueteo un largo rato con ellos. La voz agitada de Kisaki era música para sus oídos. Se incorporó de nuevo y se retiró la camiseta. Al ver esto el más bajo chilló:

-¿Por qué demonios te quitas la ropa?

Al pensar en que quizás lo tomaría ahora mismo el pánico se apoderó de él. Sabía que Hanma era un tanto sádico, por eso rehuía la idea de acostarse con él. En eso la voz del chico lo saco de su aturdimiento:

-¿Tienes algún problema con verme desnudo? -dijo mientras se desabrochaba el pantalón para quitárselo también.

El corazón de Kisaki estaba a punto de salir de su pecho cuando esté se acomodó entre sus piernas y retiró sus pantalones junto con su ropa interior dejando al descubierto su miembro erecto. Quería morir de la vergüenza que sentía en ese instante. Su rostro y su cuello estaban rojos, pero como sus manos estaban atadas no podía cubrirlo. Se sobresalto un poco cuando Hanma tomó su miembro entre sus manos para masturbarlo haciéndolo jadear. En ese punto era evidente que este tenía mucha más experiencia que Kisaki, quien a su vez no se sentía satisfecho con la idea de que su novio fuera tan hábil que él. Solo de pensar en la cantidad de personas con las que este se pudo haber acostado antes lo llenaba de celos. Notando el cambio en el ambiente Hanma lo miró sonriendo:

-¿Sucede algo, pequeño?

Kisaki lo miró como si quisiera desaparecerlo de la faz de la tierra. Con un tono seco respondió:

-Ha sido suficiente, desátame

Una mueca de disgusto se dibujó en el rostro de Hanma. Continúo moviendo su mano a lo largo del miembro del chico quien tenía para ese momento los ojos llorosos y solo gemía:

-¿Por qué quieres que me detenga? ¿Acaso prefieres hacer esto con esa estúpida? ¡Responde!

La rabia y frustración acumuladas explotaron finalmente en un fuerte grito:

-¡Eres un imbécil sin precedentes!

Con un gruñido bajo respondió:

-Si, lo soy

Apretó un poco el miembro en sus manos mientras ajustaba su posición para meterlo en su boca. El cuerpo de Kisaki se estremeció en cuanto sintió la calidez de este envolverlo. Hanma recorría con su lengua la punta de su miembro con dedicación provocando espasmos. Con voz entrecortada chillo:

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