Última oportunidad

Capítulo 46

Algunos días más tarde Mikey llamó a todos los miembros de la ToMan a una reunión. Dado que la última había sido un desastre, esperaban que esta vez las cosas salieran bien, sin embargo, los chicos con los que Takemichi había discutido tuvieron la osadía de presentarse ubicándose en las primeras fila. En cuanto el rubio claro los vio su buen humor se arruinó. Su aura tranquila se tensó de inmediato, se acercó al líder de ellos vociferando:

—¿Qué demonios hacen ustedes acá?

Con una sonrisa cínica el tipo respondió:

—Vinimos a la reunión

Estaban desafiando la autoridad de líder de la ToMan de manera directa. Después de golpe que este le había dado la vez anterior buscaba venganza. En su mente pensaba que este no lo sacaría por un asunto tan insignificante, pero estaba equivocado. Mikey alzó aún más su voz:

—A partir de este momento ninguno de ustedes pertenece a la Tokyo Manji

Uno de los sujetos del grupo intentó tomar el brazo del rubio claro, pero Draken lo bloqueó. El chico tatuado tenía un aspecto aterrador provocando que este retrocediera preso del pánico. Cada uno de los miembros de ese grupo se marcharon después de eso, cuando el líder estaba bajando las escaleras bufó:

—Esto no quedara así.

Luego de eso, la reunión trascurrió sin problemas. Takemichi estaba asustado luego de esas palabras, pero a Mikey no podía importarle menos. No era la primera vez que escuchaba algo así, por lo que de cierta manera estaba acostumbrado. Horas más tarde, Mikey y su novio estaban recostados en su cama como ya era costumbre, en eso el chico de ojos azules dijo:

—¿No te preocupa lo que pasó hoy?

El rubio claro respondió con una sonrisa:

—Realmente no, es algo común en este mundo en el que nos movemos, sin embargo, entiendo tu preocupación Micchi así que es mejor estar alerta.

Dicho esto, se giró para mirar esos dulces ojos que tanto les gustaban, luego de eso acarició su mejilla. Su voz en un susurro:

—Mi deseo más grande es que te quedes conmigo

Takemichi estaba poco acostumbrado a que él se comportara así, sin embargo, le gustaba esa vulnerabilidad que mostraba a veces, respondió:

—Me quedaré contigo, no hay duda de ello.

Dio un gran bostezo y cerró sus ojos. Mikey lo observaba mientras dormitaba en eso este murmuró:

—No soportaría verte morir de nuevo

El chico rubio claro quedó confundido por esas palabras, pero decidió que era mejor no pensar demasiado en ello. Quizá se trataba de uno de esos misteriosos sueños que Takemichi tenía algunas veces. Se acomodó a su lado quedándose profundamente dormido.

Unos días más tarde el mayor de los Haitani estaba aburrido en su casa, por lo que sacó su celular del bolsillo con intenciones de fastidiar al chico de cabellos naranja:

Yo

¿Vamos hoy a cine?

Nahoya

Ni de broma iría contigo

Yo

Amor, recuerda que estamos saliendo

Nahoya

Mierda, verdad.

Nos vemos en el sitio de la última vez

Cuando se encontraron en el cine, Nahoya estaba visiblemente molesto. Tuvo que salir de su casa porque el imbécil de Ran lo había citado. Sabía que si se negaba todo la farsa que montaron la vez pasada se caería por lo que a regañadientes tomó sus cosas para reunirse con él. En cuanto esté lo vio lo saludo eufórico: