Capítulo 37

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Habían pasado alrededor de dos meses después de la batalla contra Black Dragon. Takemichi sabía que Kokonoi e Inui entrarían a la ToMan aún sin que Mikey le dijera nada al respecto. Sus recuerdos para este punto eran en su mayoría borrosos. Los únicos que todavía calaban en sus huesos eran aquellos dónde Mikey se consumía en su oscuridad. Las pesadillas traían una y otra vez esos dolorosos escenarios donde esos hermosos ojos oscuros perdían su brillo y sus manos se llenaban de la sangre de los que alguna vez fueron sus amigos.

El chico rubio teñido mentiría si dijera que no tenía miedo a esto. Lo había visto tantas veces que era inevitable no sentirlo. Sólo le quedaba iluminar el alma de la persona que más amaba en todas las líneas de tiempo. Su celular sonó sacándolo de su ensimismamiento, era un mensaje de Hinata. Fue hasta el lugar donde la había quedado en verse. Apenas ella lo vio se puso de pie para saludarlo:

—Hola, Takemichi-kun

El respondió su saludo alegre:

—Hola, Hina-chan

Lo ocurrido entre ellos era una vieja anécdota. La chica ya no tenía sentimientos románticos hacia él, ahora su interés se había puesto en otra persona. Caminaron por el parque mientras hina le contaba por qué lo había citado:

—Takemichi, quiero tu opinión sobre algo...

El rubio teñido estaba intrigado. La chica estaba nerviosa mientras jugaba con sus dedos intentando articular palabra. Takemichi viendo que no decía nada, optó por preguntarle:

—¿Te gusta alguien?

La chica se ruborizo de inmediato. A su cabeza vino la imagen de aquella chica. No imaginó que podría llegar a fijarse en una mujer, hasta que conoció a la hermana de Hakkai, Yuzuha. Ellos estaban en el mismo lugar donde ella y Takemichi habían ido a jugar bolos. Cuando el chico de cabello azul saludó sus ojos desviaron hacia la chica al lado de este. La energía transmitida por ella era cálida y agradable. Se veía que era una chica interesante y madura lo que llamo su atención de sobremanera. Después de unos minutos Hinata respondió:

—Si, tengo alguien que me gusta

Takemichi estaba emocionado luego de escuchar eso. En eso ella agregó algo que él no esperaba escuchar:

—Es una chica....

No era quien para juzgar la orientación sexual de nadie. Después de todo él estaba enamorado y felizmente emparejado con un chico. Sin mostrar sorpresa en su rostro dijo:

—¿Quién es?

Hinata estaba un poco insegura de contarle acerca de esto, pero ahora se encontraba en un dilema respecto a esa situación y justo por eso había buscado a Takemichi. Se había enterado por Kisaki que él y Mikey se habían hecho pareja. Se alegraba inmensamente por su amigo porque se veía que era feliz. Desde que lo había conocido siempre quiso ser ella la fuente de su felicidad, sin embargo, las cosas no siempre resultan como uno las planea. Tomando una profunda bocanada de aire contestó:

—Es la hermana de Hakkai

Estaba avergonzada por eso y su confianza decayó. Takemichi al darse cuenta de eso la abrazo. La suerte no estaba de la mano del héroe llorón porque justo en ese momento iba pasando frente a esa parte del centro comercial Mikey iba comiéndose un dorayaki en compañía de Draken. El rubio claro estaba celoso de esto, sin embargo, estaba decidido a qué no haría una escena por eso.

Pasados algunos minutos Takemichi sintió que su celular vibraba en su bolsillo varias veces. No le tomó importancia, ahora su atención estaba fija en ayudar a Hinata con la persona que le gustaba por lo que el resto podía esperar, sin embargo, después de un tiempo resultó molesto por lo que apagó el aparato.

Mikey llamó varias veces al celular de su novio, pero este no le contestaba lo que hizo que su molestia fuera en aumento disparándole aún más al darse cuenta de que lo había apagado. Si bien confiaba en Takemichi, aún le resultaba incómodo verlo con ella. Controlando su carácter lo mejor que pudo se fue para su casa. Por el otro lado Takemichi estaba intentando pensar en cómo ayudar a su amiga. En algún momento se le ocurrió que podía conseguir el número de la chica por medio de su hermano. No le comento esto a ella para no darle falsas esperanzas. El sol estaba cayendo cuando salieron del centro comercial por lo que Takemichi se ofreció a acompañar a Hinata hasta su casa. Apenas vio que entró se fue para la suya. En el camino encendió de nuevo el celular encontrándose con varias llamadas perdidas de Mikey. Estaba alarmado por esto por lo que rápidamente devolvió la llamada con algo de miedo temiendo lo peor. No obtuvo respuesta de la otra parte. Se fue corriendo hacia el dojo de los Sano. Llamo insistentemente a la puerta, Shinichiro fue el que abrió. Al verlo dijo:

—Supongo que buscas a Manjiro

Takemichi estaba sin aire por lo que no contestó. El mayor de los Sano intuía que entre ellos dos había algo, pero no dijo nada más. Abrió la puerta para que Takemichi entrara. Caminó directamente a la habitación de Mikey, por el ruido dentro de esta se dio cuenta que este se encontraba despierto. Estaba más tranquilo sabiendo que él se encontraba bien. Abrió la puerta de la habitación tomándolo por sorpresa. Su semblante lucía acongojado y distante. Con una gran sonrisa Takemichi dijo:

—Estaba preocupado porque no me contestabas

El rubio claro estaba procesando lo que estaba sucediendo. No esperaba ver a su novio de pie en su habitación y menos tan tarde en la noche. En eso recordó lo que había visto en el centro comercial y preguntó:

—Hoy no nos vimos ¿A dónde fuiste?

Takemichi no veía nada extraño en su pregunta. Sabía de antemano que Mikey era posesivo con él y a decir verdad, se había acostumbrado a ello. Manteniendo su sonrisa contesto:

—Hoy salí con Hinata al centro comercial. Quería que la aconsejara sobre algo.

Mikey quería más detalles para sentirse tranquilo, por lo que dijo:

—¿Sobre qué asunto pidió tu consejo?

En ese momento sintió que la actitud del rubio estaba descontrolada a pesar de que mantenía su rostro inmutable. Evitando el tema susurró:

—Me comentó que tiene alguien que le gusta

En eso la ira de Mikey se mostró. Con un bufido dijo:

—Fue por eso por lo que la abrazaste tan dulcemente ¿no?

Takemichi entendió el meollo del asunto. Frotó sus sienes exacerbado por el infantil comportamiento del rubio claro. No quería alzar la voz por respeto al sueño ajeno por lo que se acercó lo suficiente a dónde estaba Mikey para que solo él escuchará:

—Cuantas veces debo repetírtelo, Manjiro. Entre Hinata y yo no hay nada más que una amistad. Entre amigos pueden abrazarse y no por ello quiere decir que allá algo más—tomo una gran cantidad de aire para calmarse: —Si no confías en mí no tiene sentido que sigamos con esto.

No espero a que esté respondiera. Se dio la vuelta saliendo de la habitación. Estaba destrozado después de ver qué su novio creía que podría fijarse en cualquier persona. No era como si pudiera decirle la verdad acerca de sus constantes viajes en el tiempo y de que siempre había querido salvarlo de su oscuridad garantizando así su felicidad porque era la persona más importante para él. 

Última oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora