Capítulo 20

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Takemichi sabía el gran peso que traería al futuro ese nombre que ellos habían escogido. Estaba presenciando el nacimiento de la pandilla que había partido en dos su vida y por la cual había iniciado este ir y venir entre líneas de tiempo. Comenzaron asignando las posiciones. El líder obviamente era Mikey, como el segundo al mando esperaba que nombraran a Draken. Cuál no sería su sorpresa al ver que lo habían nombrado a él. El rubio tatuado había sido nombrado el vicepresidente de la emergente pandilla. Kisaki siendo el más meticuloso de todos para las estrategias fue nombrado el líder de la división de personal. Para el primer escuadrón fue nombrado líder indiscutible Baji, la segunda quedó a cargo de Mitsuya, la tercera a cargo de Pah-chin y la cuarta a Kazutora.

Con esto se acercaba el primer acontecimiento que haría que la razón de Mikey se tambaleara aún más. La muerte de Shinichiro a manos de Kazutora. Debía impedir que esto sucediera a toda costa. Pensó en contarle al mayor de los Sano sobre lo de los viajes en el tiempo, pero desecho la idea después de pensarlo un rato. No deseaba colocar ese peso en otra persona. Suficiente era con que él lo llevaba sobre sus hombros. No todos están preparados para escuchar cómo van a morir. Mikey al verlo tan pensativo exclamó:

-Takemicchi, no has dicho una sola palabra desde que estamos acá, ¿ocurre algo?

El chico pelinegro respondió:

-No, no es nada.

El rubio sabía que no le estaba diciendo la verdad, sin embargo, no quería presionarlo. Era normal que incluso él, siendo buenos amigos tuviera sus secretos.


Por otro lado, estaba el tema de Hinata. Ellos se habían hecho muy amigos durante estos tres años, sin embargo, no sentía la misma emoción que cuando estaban las otras líneas temporales, lo que lo confundía un poco.

Unas semanas más tarde fue llamado por Mitsuya, el cual estudiaba en otra secundaria. Fue conducido por una de las chicas hacia el club de costura. Debería estar sorprendido, pero él ya había visto sus habilidades en este campo por lo que no dijo nada al respecto. La voz de Mitsuya lo sacó de su aturdimiento:

-Supongo que sabes para que estas acá.

Él y Mitsuya no eran cercanos en esta línea temporal, por lo que este lo trataba de una manera bastante cortes que se sentía algo cortante. Respondió:

-Sí, Mikey me dijo que harás los uniformes. Me imagino que necesitaras tomarme medidas.

Una pequeña sonrisa se trazó en los labios de chico de cabello claro, quien no respondió. Se acercó al pelinegro con un metro y una libreta para tomar apuntes. Se veía realmente tan concentrado en esto que temió moverse. Después de que terminó, le dijo:

-Estarán listo dentro de dos semanas.

Luego del tiempo acordado tanto los uniformes como el estandarte de la pandilla fueron entregados por el capitán de la segunda división. Estos eran negros con bordados dorados. Cada miembro observó con fascinación el suyo. Como era de esperarse solo el de Mikey era diferente. El chico lucia muy bien. Verlo así lo hacía recordar la vez que se conocieron en la línea de tiempo original. Sintiéndose observado el rubio desvió su mirada para encontrarse con esos grandes ojos azules que lo miraban con detenimiento. Su corazón se aceleró un poco por algo tan sencillo como esto. Forzándose a calmarse dijo:

-Es momento de tomar la foto.

Teniendo en cuenta que Takemichi y Mikey eran los más bajos del grupo iban adelante. El corazón del rubio claro no estaba preparado para tenerlo tan cerca. Quiso negarse, sin embargo, era tarde.


El cumpleaños 13 de Mikey se acercaba por lo que de nuevo Takemichi reunió a los chicos en un restaurante de comida para planearle una fiesta. El primero en hablar fue Baji mientras daba un gran bocado a su plato Yakisoba:

-Bueno, espero que no sea un desastre como la de aquella vez- es tedioso verte llorando

Mitsuya y Kazutora observaron a Takemichi bajar el rostro avergonzado. Un par de minutos después, el pelinegro explicó lo que había pasado cuando se le ocurrió la grandiosa idea de hacerle una fiesta a Mikey y este lo había tomado muy mal. Las carcajadas del chico de ojos amarillos no se hicieron esperar haciendo que las mejillas se Takemichi se tiñeran de un rojo intenso. Después de eso, los chicos dieron algunas ideas sobre como celebrar el cumpleaños de Mikey. En eso, uno de ellos dijo:

-¿Que les parece si vamos a la playa? Así es menos probable que suceda eso de nuevo

Todos estuvieron de acuerdo con esto. Días antes del mencionado cumpleaños estaba en el dojo platicando como de costumbre cuando llegó Shinichiro. Este venia conduciendo una motocicleta que Takemichi conocía muy bien. Era la CB250T que usaba Mikey. Al ver a los chicos reunidos sonrió hacia el rubio claro. Este se levantó de donde estaba sentado. Los chicos junto a él caminaron hacia la moto, en eso le mayor de los Sano le entregó las llaves a su hermano diciendo:

-Feliz cumpleaños

El rubio estaba emocionado por el regalo. Los chicos detrás de él lo felicitaban por su nueva moto. En eso Baji pasa su brazo sobre sus hombros exclamando:

-Ahora si nos podemos ir a la playa

Todos saltaron felices

En eso otro de los chicos habló rompiéndoles la burbuja:

-Sólo hay un tema, ni Takemichi ni yo tenemos moto.

Después de pensar un rato en la solución, concluyeron que Takemichi viajara con Mikey y Kisaki lo hiciera con Draken. Solucionado este inconveniente quedaron en encontrarse ese día temprano en dojo de los Sano. Estaban emocionados por esto.


Llegado el día Mikey le envió un mensaje a Takemichi avisándole que pasaría a buscarlo a su casa. A su vez el chico que ya se había levantado se apresuró para terminar de empacar sus cosas y salir a esperarlo en la puerta de su casa. Cuando él llegó se subió a su motocicleta rumbo a la casa de los Sano donde se encontrarían con el resto.

Sentir como los delgados brazos de pelinegro se ceñían alrededor de su cintura provocaba que su corazón latiera con fuerza. No conocía ese sentimiento que brotaba en su interior cada vez que estaba junto a él, sin embargo, sabía que era mejor así. En algún momento este hermoso chico de ojos azules tendría una novia y en un futuro una familia. No quería que todo eso se malograra solo porque el no pudo mantener sus sentimientos a raya.

Les tomó alrededor de media hora llegar a la playa más cercana. Apenas estuvieron allí los chicos corrieron al mar dejando atrás al rubio claro y al pelinegro, quienes venían conversando alegremente. Mitsuya se había encargado de preparar algo de comer para todos dado que era el que único que cocinaba bien. Cuando la tarde comenzó a caer se montaron nuevamente en sus motocicletas listos para marcharse. Mikey y Takemichi estaban yendo de camino a casa en un cómodo silencio.


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