7. LA INCERTIDUMBRE

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Alice se despertó con el ceño fruncido y la molesta luz del sol pegándole en la cara. Seguidamente, parpadeó para adecuarse a la luminosidad y comprobó su entorno.

Todavía estaba sentada en el mismo coche, pero parecía estar estacionado y vacío. ¿Cuánto tiempo había estado inconsciente? Estaba demasiado drenada.

Alice se incorporó ligeramente para ver a través de la luna resquebrajada, dándose cuenta de que tenía una chaqueta arropándola el cuerpo y unas telas cubriendo sus manos.

Instantáneamente, su atención cambió a la distintiva prenda, percatándose rápidamente de que se trataba de la chaqueta de cuero de FP y la tela negra, que vendaba sus heridas, sería de su camiseta.

Alice volvió a mirar hacía el frente y distinguió la silueta de FP apoyada sobre el capó de coche, mirando hacía un lado con seriedad y hablando por teléfono. Así que se puso la chaqueta y salió del coche para averiguar dónde se encontraban.

Cuándo pisó el asfalto exterior, el aire mañanero le acarició el rostro y la hizo sentir completa de nuevo. Parecía mentira que hubiera perdido esa sensación durante su ataque, porque ahora podía notar latir su don más fuerte que nunca.

Alice percibió los ojos cafés de FP sobre ella en un instante y observó cómo cortaba la llamada y guardaba el teléfono desechable en el bolsillo. Se había cambiado de ropa y ahora vestía unos jeans oscuros y una camiseta simple blanca. Además, sus heridas parecían haberse curado y sólo le quedaba alguna que otra marca sobre la piel.

Al fin despertaste. ¿Cómo te encuentras?, ¿cómo están tus manos?- preguntó FP examinándola de arriba a abajo. Alice estaba hermosa con su chaqueta de cuero puesta y era difícil concentrarse. Sin embargo, la profunda preocupación que sentía por ella, lo hizo centrarse en lo importante. Se quedó aterrorizado cuándo la vio quedarse inconsciente en el asiento pasajero y no iba a volver a bajar la guardia.

Mucho mejor... ¿Con quién hablabas?- preguntó Alice curiosa, mientras mantenía sus manos cerradas. Aún le dolían un poco, pero no sería la primera vez que se clava las uñas en las palmas y estaba acostumbrada a ese escozor.

Toni Topaz, mi segunda al mando. Parece que consiguió sacar a los Blossom, Mary y tu hija del castillo, pero no pudo evitar que capturaran a los Lodge. Así que estábamos poniéndonos de acuerdo en cómo vamos a proceder- contó FP recomponiendo su actitud regia.

¿Y cómo vais a proceder?, ¿dónde está Polly?- cuestionó Alice deseando reencontrarse con su hija mayor.

Es confidencial, pero no tienes nada de qué preocuparte. Tu hija está bien con Toni y lo único que necesitas saber es que nos dirigimos a un lugar seguro dónde no podrán encontrarnos. Confía en mí- dijo FP sin desvelar los detalles de su plan.

Alice bufó descontenta, pero se conformó con saber que su hija mayor estaba bien y no le insistió más sobre el tema. Además, confiaba en él con su vida.

¿Al menos, me puedes decir dónde estamos y dónde están los niños?- preguntó queriendo algunas respuestas. Según lo que pudo observar, se encontraban en una zona apartada y solitaria de la carretera.

Estuve conduciendo durante toda la noche para poder llegar a un lugar seguro, pero necesitábamos borrar toda huella posible, cambiar de coche y dejar de llamar la atención. Así que paré en la primera gasolinera que tenía una tienda de suministros- explicó FP lo más resumido posible.

Los niños se fueron a por algo de ropa y comida mientras me encargaba de conseguir otro coche. El dueño de la tienda se ofreció a regalarnos el suyo al saber quienes éramos, por lo que no tuve problemas. Él y su mujer parecen ser fanáticos de los agraciados- agregó.

Dones y TalentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora