Dones y Talentos

14. EL PELIGRO

El camino de vuelta a la cabaña fue agradable. No obstante, las nubes se acumularon en el cielo y amenazaban con descargar una tormenta sobre ellos.

FP y Archie lideraban la marcha, mientras hablaban sobre varias técnicas de combate. El chico pelirrojo no quería perder la oportunidad de aprender maneras de hacerse más poderoso y FP estaba encantado de darle las herramientas necesarias para que lograra convertirse en un hombre fuerte.

Jughead les seguía de cerca con JB a su derecha y Hot Dog a la izquierda. Le agradaba ver que Archie había encontrado cierto apoyo en su padre y que su padre le correspondiera. Al final, ni JB, ni él estaban interesados en alistarse como guardias, hacer ejercicio o pelear, así que se llevaran bien fue algo beneficioso para ambos.

Y, cerrando el grupo, se encontraban Alice y Betty, que estaban compartiendo unos de los pocos momentos entre madre e hija que habían tenido desde que llegaron a la cabaña. No habían podido hablar a solas hasta ahora y fue necesario recalcar que estaban juntas y se apoyaban a través de todo.

Entonces, ¿te sientes bien?- comprobó Alice por enésima vez.

Sí, mamá. La familia de Juggy es fantástica y el señor Jones está siendo agradable. Además, me siento segura con Archie y con los demás- contestó Betty.

Alice sonrió ante la mención del chico pelirrojo y se quedó pensando en las palabras que dijo su hija sobre FP, mientras se ajustaba la margarita, que había arraigado en su cabello rubio. Era cierto que FP estaba siendo más agradable. Sobre todo en esta excursión, pues no había parado de hacer cosas por ella y mirarla de aquella manera especial.

Aunque me gustaría tener a nuestra propia familia cerca. Es exasperante no saber nada de Polly o papá. ¿No les echas de menos?- preguntó Betty queriendo ver la reacción de su madre.

Alice frunció el ceño ante la mención de "papá".

Claro. Tu hermana es lo que más quiero en el mundo junto a ti y, aunque FP me aseguro que está a salvo con Toni, estoy deseando abrazarla- respondió sin mencionar nada de Hal. No había pensado en su esposo desde que había pisado la cabaña y cada vez tenía más claro que no podría estar con él de igual manera. Las cosas habían cambiado y, sentirse tan cerca de FP, la estaba afectando. Sus sentimientos por él eran cada vez más fuertes y no sabía si podría suprimirlos de nuevo. La fuerza de voluntad por hacer lo correcto, mantener su lealtad como esposa y seguir su deber se le olvidaron totalmente cuándo su corazón latía fuerte por FP.

¿Y a papá?- insistió Betty, que desde la conversación que tuvieron con Vera, quería saber lo que su madre pensaba y sentía.

Tu padre... Estoy segura de que estará bien. No debemos preocuparnos más por ello. Aquí estamos a salvo y confío en que FP nos proteja hasta que podamos reunirnos con los demás- contestó Alice brevemente.

Además, es liberador estar en la montaña, ¿no crees? Me siento joven otra vez- agregó con una expresión de felicidad para cambiar de tema.

Betty asintió y observó a su madre con detenimiento, mientras le regaló una sonrisa para no levantar sospechas. En el fondo, estaba preocupada. Lo que les había contado Vera cada vez tomaba más peso y temía que pudiera hacerse realidad. Quería que su madre fuera feliz y sabía que su padre no la hacía feliz, pero no estaba preparada para que sus padres se separaran, ni lo que acarrearía en el proceso.

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El grupo continuó el camino hasta salir del bosque y entrar en el campo de flores, que se veía más oscuro por la ausencia del sol.

El silencio de alrededor era ensordecedor y la cabaña se visualizaba a lo lejos.

¿Alguien se apunta a una carrera hasta la cabaña?- sugirió JB, parándose y buscando la aprobación de los adolescentes.