16. LA PERSECUCIÓN

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Alice todavía no era consciente de cómo había acabado en la parte trasera de la antigua motocicleta de FP, pero no se estaba quejando. Poder abrazarlo mientras viajaban le estaba dando una paz que no sabía que necesitaba.

De igual manera, FP estaba disfrutando secretamente de sentir el cuerpo de Alice pegado al suyo desde atrás. Su mera presencia lo hacía estar mejor y más calmado.

Hijo, deberemos entrar en el próximo desvío, ¿lo ves señalizado en el mapa?- informó FP a través del pinganillo que llevaba, mientras se mantenía detrás del coche, dónde iban todos los niños.

Sí, papá. Lo tengo controlado- escuchó.

Muy bien. Seguid así- alentó FP. Al incluir a JB y a Hot Dog en el viaje, el coche se había quedado pequeño para todos, por lo que tuvo que dividirlos y explicarles dónde irían antes de salir. Los niños viajarían en el coche con el perro y el equipaje, mientras que Alice y él irían en la moto. Quizás no era la mejor idea, pues no le hacía gracia dejar a los niños solos, pero sabía que la prioridad era Alice y no podía separarse de ella. Además, había enseñado a Jughead a conducir cuando cumplió nueve años y se fiaba de sus habilidades.

Alice lo abrazó con más ímpetu al saber que todo iba lo mejor posible.

¿Vas bien?- preguntó FP, girando ligeramente la cara hacía Alice, pero manteniendo la vista al frente.

Perfecta- contestó Alice, que estaba encantada de poder revivir la sensación de ir en moto con él. Cuándo eran jóvenes era una de sus actividades favoritas. Así que, cuándo FP le planteó el arreglo, no puso resistencia.

FP se alegró de que fuera de noche, pues así no tenía que esconder la sonrisa que se le formaba en el rostro. A pesar de que estaba triste, Alice siempre le aportaba un toque de felicidad.

Continuaron recorriendo la carretera solitaria y oscura por una hora más hasta que el cielo decidió iluminarse con rayos y truenos.

Hijo, parece que tenemos encima una tormenta. No podemos parar en ningún lado, así que mantén la velocidad moderada y no te pongas nervioso- instruyó FP.

De acuerdo- respondió Jughead, que se tomó muy en serio su responsabilidad.

Tened cuidado- indicó FP al sentir la lluvia caer estrepitosamente y sin aviso sobre ellos.

Alice sintió su casco empaparse. En estos momentos, se alegraba inmensamente de tener el pelo cubierto y la chaqueta de FP para protegerla del frío.

Alice, no te sueltes- pidió FP, que llevó una mano a dónde ella lo estaba agarrando para asegurarla.

Alice apenas pudo contestar, pues una sensación desagradable se le instauró en el estómago y la hizo hervir la sangre.

FP sintió inmediatamente la mano de Alice apretándole hasta clavar sus uñas en la piel.

¿Alice?- cuestionó FP preocupado, mientras la mantenía unida a él.

Alice gimió de dolor, pero mantuvo la compostura.

Son ellos. Están cerca. Vienen a por mi- temió.

FP se apresuró a mirar por el espejo retrovisor y percibió las luces de un coche acercándose a ellos a toda velocidad.

Jughead, apaga las luces del coche y acelera- ordenó FP a toda prisa.

Pero... - contestó Jughead confundido.

¡Haz lo que te digo!- insistió FP, que respiró más tranquilo al ver que su hijo le estaba haciendo caso.

¿Qué está pasando?- preguntó Jughead preocupado.

Dones y TalentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora