Elige Tu Propio Destino © (HTTYD)

Capítulo 11

-Buenas tardes, señor Hipo. Disculpe las molestias pero, ¿está la señora Astrid con usted?-dijo la adolescente asomándose un poco al interior de la casa.

La chica vestía un vestido negro de tirantes gruesos, al parecer no tenía mucho frío.

-No y tampoco sé dónde está. ¿Para qué la estás buscando?

-Necesito saber en dónde coloco estos últimos carteles-informó mostrando cinco láminas de madera clara en los que ponía con letras rojas:

Duelo:
Astrid Hofferson vs Makia I
Sábado: Al amanecer.

-¿Qué es esto...?

-Nos ordenó hacerlos a mi madre y a mí para colgarlos por toda la isla. Solo quedan por poner estos pero no sé dónde le gustaría que los pusiera-explicó mirando las láminas.

Hipo quedó perplejo. ¿En qué momento Astrid le había avisado de que ordenaría hacer carteles para mantener al pueblo informado?

-No puede ser...-él negó con la cabeza, llevándose una mano a la frente.

Planeaba comunicarle a la tribu lo del duelo por la noche, en el Gran Salón, para mantenerlos a raya y hacer que no perdieran los papeles, pues ya sabía la opinión que su gente tenía respecto a la joven extranjera. Durante esa tarde nadie pudo reconocer a la castaña debido a su puntual "cambio de look", pero ahora con esos carteles, la gente sabría de quién se trataba, ya que algunos recordaban su nombre.

Makia lo oyó desde dentro y salió a ver qué era lo que le pasaba a Hipo.

La pelirroja adolescente contempló a la chica de pies a cabeza. Le parecía bastante bonita, pero había algo en su mirada que le repugnaba.

"¿Y esta quién es?" pensaba Delina mordiéndose las uñas carcomidas.

-Hipo, ¿qué ocurre?

-Astrid ya le ha contado a todos lo del duelo-dijo respirando hondo.

-¿Eso es malo?-preguntó confusa, mirando cómo el jefe apretaba los puños con frustración.

-Lo es si ahora la tribu sabe que eres la misma Makia que desembarcó ayer en la playa y la que provocó una discusión entre su líder y la mujer de este.

Delina abrió los ojos como platos al oír el nombre. Conque era ella, la misma chica que irrumpió ayer en la isla.

-¿Por qué hicistéis los carteles?-la voz con cierto tono de enfado de Hipo la sacó de sus pensamientos, haciendo que la adolescente se asustase.

-Ella... nos lo mandó, señor. Como es su esposa pensé que no tendría ningún problema con...

-Escucha, déjalo, Delina-la interrumpió haciendo un movimiento con el brazo-. Iré a hablar con Astrid.

El hombre se apartó bruscamente de la castaña y se marchó del lugar dejando a ambas chicas solas. Delina se cruzó de brazos y le dio la espalda a Makia. No conocía de nada a la castaña, de modo que no tendría por qué tener motivos para que no le gustara, sin embargo, no le caía bien.

-Tal vez deba irme-dijo Makia, no mostrando interés en hablar de manera civilizada con la jovencita pelirroja. También había notado los prejuicios en la mirada de esa irritable adolescente y, desde luego, intentar caerle bien no estaba en sus planes.

-Por favor, antes de que ocasiones más problemas.- Con esas palabras, Delina se marchó antes de que Makia pudiera responderle, dejándola en soledad.

Esta se sentó en el pequeño escalón que había en la entrada de la casa y apoyó su cabeza en su mano. No, no se iría todavía. Aún no.

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