Los jóvenes ya se encontraban frente a la casa del jefe. Hipo respiró hondo y abrió la puerta con la esperanza de no encontrarse a Astrid de casualidad. Makia fue tras él. Volteó un segundo para ver si alguien los miraba, pero nuevamente nadie le daba importancia al hecho de que el jefe y la muchacha estuvieran todo el tiempo que llevaba de tarde juntos.
-No hay nadie-informó Hipo haciendo un gesto con la cabeza, indicando a la chica que entrase. Esta entró, cerró la puerta y se quedó observando el pie izquierdo de metal que el castaño apoyaba en el suelo.
Hipo se percató de esto y le llamó la atención soltando un "hey", lo que la hizo levantar la mirada y excusarse.
-Disculpa.
-Nada, tranquila. ¿Quieres saber cómo lo perdí?-preguntó yendo hacia lo que sería una cocina.
-No. Bueno, si tú quieres contarlo... Es decir, yo te he contado mi historia y lo entendiste, estaría bien escuchar la tuya-dijo observando cómo el jefe encendía un fuego dentro de una especie de barril metalizado.
-Quiero contártelo.
-Adelante-se sentó en una silla de madera, delante de una mesa del mismo material.
-Hace unos siete años, Isla Mema sufría la misma situación que tu tierra. En aquel entonces, yo era un enclenque chaval de quince años. Matar dragones lo era todo en esos tiempos. Mi padre se avergonzaba de mí-explicaba mientras sacaba carne de yak de un tarro lleno de salmuera, era la carne de la noche pasada-porque yo no era lo que él quería que fuera. Yo no era el hijo fuerte y valiente que él deseaba, era alguien muy simple. Era un chico marginado de la tribu, nadie se sentaba conmigo ni me hablaba, y si lo hacían era para regañarme, mandarme trabajo o burlarse de mí.
-Comprendo.
-Hubo una noche en la que sufrimos uno de los ataques de los dragones. Yo estuve empeñado en cazar uno para mi padre, para que se sintiera orgulloso de mí. Y lo hice.-Cortó espárragos en una tabla con un pequeño cuchillo aserrado.
Makia se cruzó de brazos mientras el joven jefe guardaba silencio, concentrado en cortar las verdudras. En la tierra de la chica hacían lo mismo con los dragones, los cazaban y los exponían como trofeos por los alrededores. Makia tuvo pequeños flashbacks de su vida anterior hasta que animó a Hipo a continuar.
-Sigue, por favor.
-Bien, capturé a un dragón... y no un dragón cualquiera. Nada más y nada menos que un Furia Nocturna cayó en mis redes.-Introdujo los espárragos ya cortados en una olla con un poco de agua junto con la salada carne. La cerró y metió dicho objeto en el abrasador interior del barril.
-¿Y luego qué pasó?
-Estuve a punto de matarlo, pero cuando me vi reflejado en sus ojos verdes pude verme a mí mismo, tal y cómo era en realidad. Era yo, Hipo Horrendo Abadejo III, alguien que era capaz de hacer cosas importantes. Entonces algo cambió, algo que hizo que quisera protegerlo. Vi que le faltaba una parte de la cola por mi culpa y le hice una prótesis para volar sin problemas. Pasadas unas semanas, tuvimos el ataque de un Muerte Roja, lo que en un momento dado de explosiones, me hizo caer de lleno al fuego, pero él me salvó. Desdentao me salvó.-Se sentó al frente de ella-. La verdad es que podría haberme salvado entero de pies a cabeza, pero no. Tenía que vengarse de algún modo así que... ¡tachán!-Señaló su prótesis levantando la pierna izquierda.
Makia rió.
-¿Y no se te hizo incómodo caminar?
-Al principio sí, pero esto es como todo. De algún modo te acostumbras-sonrió.
-Debiste ser muy valiente al enfrentarte a tu padre y a todo tu pueblo por Desdentao, por lo menos ellos lograron entenderlo...
-No fue algo fácil, pero era algo que tenía que hacer sí o sí. Nunca en mi vida había hecho algo importante, debía demostrarles a los demás que los dragones eran seres dóciles o si no iban a continuar matándolos-explicó el castaño-. Y yo no quería que eso siguiera ocurriendo, al menos no desde que conocí a Desdentao. A todos les hice ver y creer en ellos, como si les hubiera quitado una venda de los ojos. Sinceramente, es una de las pocas cosas que he hecho de las que me siento orgulloso.
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Elige Tu Propio Destino © (HTTYD)
FanficHan pasado dos años desde que Drago fue derrotado e Hipo nombrado nuevo jefe de Isla Mema. Todo iba bien hasta que una misteriosa chica llega a la isla. Esto cambiará por completo la vida del jefe y de su tribu. ¿Quién será esta chica? ¿Por qué ha v...