La madre de Hipo, ante esa afirmación, lo único que pudo hacer fue taparse la cara con las manos y sentarse en el suelo, derrotada. Poco a poco, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas a la vez que en su cabeza se repetía constantemente la frase "esto no está pasando, esto no está pasando". Cabría de esperar que se enfureciera con Ingrid, pero su cabeza estaba recuperando todo lo que había olvidado y no le quedaban fuerzas.
-¿Cómo...? ¿Cómo has podido...?- masculló Makia cayendo de rodillas en el suelo. Sus manos estaban apretadas, casi clavando las uñas en la madera vieja del suelo. Ingrid, con el alma destruida, observó a su hija con pesar, el dolor era insoportable, pero merecía saber toda la verdad respecto a su pasado.
-Por favor, déjame que te explique lo que pasó después... Te lo suplico-dijo la líder temblando.
Hipo lo único que quería en ese momento era degollar a Ingrid, un escenario en el que nadie se imaginaría al joven jefe, pero en su interior lo veía perfectamente. Ya no sólo era el hecho de que aquella mujer hubiera hecho lo que hizo en Isla Mema sino que... había estado mintiendo durante muchísimos años a la chica que tanto apreciaba. El castaño respiró hondo e incitó a la señora a seguir relatando la historia, reprimiendo las ganas infinitas que tenía de borrar su cuerpo del mapa.
-Ivar vio al bebé perfecto justo delante de él y no dudó... no dudamos en raptarlo, por ello decidimos tratar a Valka amablemente, poniéndonos a favor de ella en cuanto a los dragones se refería, no asustándonos ante Asaltanubes y presentándonos como Ivar e Ingrid Haugen, colmándola de un poco de alimento y compañía civilizada-relató finalmente Ingrid recordando la escena con lástima y culpa, la vez en la que la joven mujer rubia le ofreció a Valka un trozo de pan, esbozando una de sus mejores sonrisas-. Engañamos a Valka diciendo que éramos nómadas, que nos gustaba vivir en movimiento, lo que hizo que Valka confiara rápidamente en nosotros al ver que éramos diferentes y entendíamos a los dragones, incluso nos habló de que ella en realidad provenía de una isla llamada Isla Mema, en donde su marido, Estoico el Vasto y su otro hijo, Hipo, vivían. Una tierra de dragones a los que no había podido salvar y a la que no pensaba volver, no con su bebé en ese ambiente de guerra.
Makia estaba teniendo náuseas a causa de las palabras de la mujer a la que una vez llamó madre. Sin embargo, no lograba que ni las palabras ni su cuerpo respondieran a toda la rabia que estaba acumulando en su corazón.
-Pasamos tres días con ella, ayudándola a rescatar dragones-continuó Ingrid, intentando que su voz sonara lo más clara posible-. El tercer día, Ivar usó el último resquicio de su poder (que ni siquiera sabía que aún seguía teniendo) y hechizó a Valka, haciéndola perder la memoria con respecto al bebé que llevaba en brazos y con respecto a nosotros, convenciéndola de que la criatura era de nosotros y que estábamos a punto de emprender un viaje. Valka, desmemorizada, teniendo la certeza de que era solamente madre de Hipo, nos dejó a su bebé... Escuchad, sabía que estaba mal y ahora mismo me arrepiento de todo cuanto he hecho hasta la fecha, pero en ese entonces quería tener un futuro feliz al lado de Ivar en Garnes, con mi padre en paz con nosotros.
Ingrid se limpió la nariz y los ojos llorosos con la manga de su atuendo, parecía una niña pequeña admitiendo haber hecho alguna travesura. Desde luego, la imagen que estaba dando había hecho a Hipo perder su respeto por completo, que ni siquiera antes poseía tanto. Y menos respeto le quedaba al saber todo lo que había causado esta mujer sin corazón.
-Aunque... he de admitir que nos alegramos al saber que por fin teníamos el hijo que tanto habíamos querido. A pesar de no ser nuestro, en seguida lo amamos como si lo fuera. Bueno... más bien, la amamos como si lo fuera, porque era una niña.-En ese momento, Ingrid se atrevió a dirigir la mirada hacia Makia, que lo único que hacía mirar el vacío-. Al volver a Garnes, le mentimos a mi padre asegurando haber encontrado una "cura" para mi problema, tan efectiva que logró hacernos concebir un bebé al primer intento. Al principio, mi padre dudó de la niña, pues no se parecía a ninguno de los dos, ya que ambos éramos rubios y teníamos los ojos azules. A pesar de ello, supuso que había sacado esos característicos ojos verdes de mi madre. En lo que respectaba al hecho de que la niña fuera, valga la redundancia, una niña cuando él quería tener un nieto, no le dio importancia. Prefería tener una nieta a no tener nada...
Teeminando de decir esto, la mirada de la chica castaña se cruzó con la de Ingrid, obligando a esta última a decir algo que hizo que la más joven se levantara por fin del suelo.
-Tu abuelo fue quien te puso el nombre, Makia, un nombre que había creado él, sabiendo que nadie en la aldea ni en, posiblemente, el resto del mundo, se llamaría de igual manera que su adorada nieta.
Con eso último, Makia arrebató de las manos de Hipo la espada de fuego e hizo amago de atravesar a la mujer mayor con esta. Su corazón ya había sido apagado por completo de cualquier sentimiento de culpa o piedad, ahora lo único que deseaba era matar a Ingrid con sus propias manos.
¿Lo haría?
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Elige Tu Propio Destino © (HTTYD)
Hayran KurguHan pasado dos años desde que Drago fue derrotado e Hipo nombrado nuevo jefe de Isla Mema. Todo iba bien hasta que una misteriosa chica llega a la isla. Esto cambiará por completo la vida del jefe y de su tribu. ¿Quién será esta chica? ¿Por qué ha v...