–¡Kate! —gritaron mis hermanas desde la puerta de mi habitación, llenas de entusiasmo.
–Aún estoy dormida —murmuré, intentando volver a acomodarme en la cama.
–¡Feliz Cumpleaños, Katie! —exclamaron al unísono, con una energía contagiosa.
De repente, las cortinas de mi habitación se abrieron de golpe, dejando que la luz del día inundara el espacio. Parpadeé varias veces mientras me sentaba en la cama, intentando despejar la vista y adaptarme a la luz.
–Buenos días, Kylie —dije, todavía medio dormida, mientras intentaba enfocar la vista.
–Felices 18, Katie. Cada día eres más vieja —respondió Khloe con una sonrisa traviesa.
–¿Y tú cuántos años tienes? —pregunté, tratando de no dejarme llevar por la broma.
–Las mañanas no son tu mejor momento, hermanita —replicó Kim con un tono juguetón. —Levántate y vístete. ¡Son las 11 de la mañana! Aún tenemos tiempo.
–¿Tiempo para qué? —pregunté, con una mezcla de curiosidad y confusión.
–No preguntes, solo hazlo —dijo Kim, mientras salía de mi habitación con una sonrisa. No sin antes darme un cálido abrazo y un beso en la mejilla.
Me levanté con una mezcla de pereza y emoción, me di una rápida ducha y salí de la habitación envuelta en una toalla. Al entrar a mi armario, noté que mis hermanas habían elegido un atuendo especial para mí. Era un vestido elegante y moderno que, aunque no era completamente mi estilo, me encantó por el esfuerzo y el detalle que habían puesto en él.
–Hasta que llegas —se quejó Kylie, que ya estaba sentada a la mesa, inmersa en tomar fotos de cada rincón y momento del desayuno.
–Es mi día, así que cállate —respondí con una sonrisa juguetona, mientras me acomodaba en mi lugar en la mesa.
Mamá, Kim y Khloe estaban ocupadas organizando los últimos detalles del desayuno festivo. Había una variedad de platos deliciosos: panqueques esponjosos, frutas frescas, jugos naturales y un pastelito especial para la ocasión. La atmósfera estaba llena de risas y el ambiente era cálido y festivo.
–Vamos, siéntate y disfruta —dijo Kim, señalando el lugar que habían reservado para mí con un pequeño cartelito que decía "Feliz Cumpleaños, Kate".
Me senté y tomé el café que estaba en mi lugar, mientras Kendall revisaba su teléfono y Kylie tomaba fotos. Revisé mi propio teléfono y vi una avalancha de notificaciones. Era un mar de mensajes, tweets y publicaciones en redes sociales de amigos y familiares que me deseaban un feliz cumpleaños. Entre ellos estaban Elle, Lucky, Gigi, Bella Hadid, y por supuesto, mis hermanas y mi mamá.
La mañana pasó entre bromas, risas y selfies. Mis hermanas estaban visiblemente emocionadas por el plan del día. Aunque sabía que íbamos a cenar y que habría una sorpresa, la curiosidad sobre qué más estaba preparado para mí seguía creciendo.
Pasé la tarde con mamá y después con papá. Hubo una constante presencia de paparazzi y cámaras, y una de las preguntas más repetidas era sobre la separación de mis padres.
–Sabes que siempre habrá espacio para ti, Kate —dijo mi papá con una mirada llena de sinceridad.
–Lo sé, papá —respondí, tratando de sonreír a pesar de la emoción que sentía. —Siempre me has hecho sentir que tengo un lugar al que regresar, sin importar lo que pase.
–Y lo tendrás siempre, cariño —dijo él, envolviéndome en otro abrazo cálido. —La familia es para eso, para estar ahí cuando más lo necesitamos.
–Gracias por el regalo, papá —dije mientras le daba un cálido abrazo.
–No es nada, no tienes que agradecer —respondió él con una sonrisa que reflejaba tanto orgullo como un poco de melancolía. —Tienes que visitarme más seguido, Katy —dijo mi papá mientras nos despedíamos.
–Lo haré, papá, te lo prometo —le aseguré, tratando de transmitirle que sus palabras significaban mucho para mí.
–Te amo, cielo —dijo, dándome un cálido abrazo.
–Y yo a ti —respondí con una sonrisa que trataba de ocultar el nudo en mi garganta.
–Saluda a tus hermanas y a tu madre de mi parte. Envíame un mensaje cuando llegues a casa.
–Lo haré, papá —dije mientras me alejaba, viendo cómo él se dirigía a su auto con una expresión de preocupación mezclada con cariño.
Me dirigí a mi auto, esquivando a los paparazzi que estaban ansiosos por capturar cada momento.
–Kate – llamaron varios de ellos al unísono.
–Hola chicos – respondí con una sonrisa, mientras esquivaba las cámaras y me dirigía al auto.
–Feliz cumpleaños, Kate – dijo uno de los paparazzi.
–Muchas gracias – contesté.
–¿Qué planes tienes para terminar el día? – preguntó otro.
–Una cena con mis hermanas, creo – respondí.
–Kate, Kate – dijo otro de los paparazzi – ¿Cómo te sientes con el divorcio de tus padres?
–Fue difícil, pero si ellos están bien, mis hermanas y yo también lo estamos. Además, chicos, eso ya es noticia vieja – les expliqué, manteniendo un tono amable pero firme.
–¿Irás al próximo concierto de The Atomics?
–Claro – afirmé. The Atomics era la banda de Lucky y sus hermanas. – Estaré en primera fila, bailando y cantando.
–Kate – gritaron – ¿Tienes proyectos para el futuro?
–Sí – respondí con entusiasmo – En unos meses comenzaré a grabar una película con Richard Gere, Meryl Streep, Emma Watson y Elle Fanning. Además, estoy trabajando en una serie con el elenco de Friends.
–Nos vemos, chicos – dije mientras subía al auto y me dirigía al restaurante donde mis hermanas me habían citado.
Subí al auto y antes de dirigirme al restaurante donde mis hermanas me habían citado, decidí hacer una parada rápida en casa para cambiarme. Aunque me encantaba el vestido que llevaba, sentía que necesitaba algo más cómodo y elegante para la cena especial que me esperaría esa noche.
Mientras me miraba en el espejo, pensé en lo rápido que pasaban los años y en lo mucho que había cambiado desde mi último cumpleaños. Este año había sido particularmente lleno de eventos y cambios significativos, pero también de momentos felices y recuerdos valiosos.
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La última Jenner
Teen FictionJamás me había detenido a pensar lo maravillosa que ha sido mi vida, todo lo que he logrado, los lugares que he conocido, a las personas que he conocido, todo esto es gratificante Esta es mi historia