52. Besos y reprimendas

74 6 0
                                    


El sábado estaba en Los Ángeles para el gran evento al que asistiríamos, eran las cuatro y tendríamos que estar ahí a las 5 de la tarde, mi peinado estaba listo y mi maquillaje igual, lo único que faltaba era el bonito vestido que me había elegido Kylie. 

Me dirigí hacia el armario y allí estaba, colgado con cuidado, el vestido. Era un elegante vestido de seda verde con transparencias que reflejaban la luz de una manera mágica. Lo descolgué con cuidado y me lo puse, sintiendo cómo la tela suave acariciaba mi piel.

Mientras me miraba en el espejo, no pude evitar sonreír. Kylie realmente sabía cómo resaltar lo mejor de cada persona.

—Kate, ¿estás lista? —me preguntó mamá desde la puerta de mi habitación.

—Sí, lo estoy —respondí, dándome una última mirada en el espejo.

—Te ves hermosa, Kate —dijo mamá con una sonrisa, admirando mi vestido—. Espera, te tomaré una foto.

—Mamá... —me quejé, sintiéndome un poco avergonzada, pero también sabiendo que esto era algo especial para ella.

Antes de que pudiera protestar más, mamá ya estaba sacando su teléfono y enfocándome. Posé un poco torpemente, pero al ver su sonrisa de orgullo, me relajé y dejé que tomara las fotos.

—Perfecta —dijo ella después de unos cuantos clics- Tus hermanas ya deben estar ahí 

Bajamos juntas las escaleras y salimos de la casa. El coche ya estaba esperándonos en la entrada, y el conductor nos saludó con una sonrisa mientras mamá y yo nos acomodábamos en el asiento trasero. El trayecto hacia el evento fue rápido pero emocionante. Mamá no dejaba de hacer llamadas y revisar los horarios. 

Cuando llegamos al lugar del evento, nos detuvimos frente a una larga alfombra roja, flanqueada por luces brillantes y cámaras que capturaban cada entrada con entusiasmo. Pase por la alfombra antes quemo mamá, saludando a los fotógrafos y disfrutando del momento aun que un poco segada por los flashes.


Al final de la alfombra roja, nos encontramos con todas mis hermanas. Estaban radiantes como siempre, cada una con un vestidos elegantes. Después de pasar la alfombra roja, nos dirigimos hacia la recepción. El lugar estaba decorado con luces brillantes y mesas elegantes cubiertas de arreglos florales impresionantes. Los camareros circulaban con bandejas llenas de deliciosos bocados y bebidas exóticas.

—¿Todo bien? —me preguntó Kendall, notando mi distracción.

—De maravilla  —respondí rápidamente, forzando una sonrisa. Pero en mi mente surgían preguntas. ¿Quién era esa chica? ¿Era su novia? No podía evitar sentir una punzada de celos, aunque intentara ocultarlo.

 ¿Quién era esa chica? ¿Era su novia? No podía evitar sentir una punzada de celos, aunque intentara ocultarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kendall me miró con atención por un momento, como si pudiera leer mis pensamientos.

—Tendrás que contarme qué pasa —insistió Kendall al ver mi expresión distraída.

La última JennerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora