4. ¿Los sábados perfectos existen?

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El sábado por la mañana comenzó con la rutina de siempre: después de varias visitas a la cocina, me bañé y arreglé un poco mi habitación. Aunque aún no había desayunado, no tenía mucha hambre.

—Kate, tienes una llamada —gritó papá desde la cocina.

—Ya voy. —Corrí a la cocina y vi que Kendall estaba viendo televisión mientras Kylie seguía en su habitación.

—Adiós, Brook —dijo papá, pasándome el teléfono.

—Hola —dije al contestar.

—Kate, soy Brooklyn. Voy a ir a Lauren's a desayunar. ¿Quieres venir?

—Déjame preguntar a papá —le respondí, y despegué un poco el teléfono de mi oído—. Papá.

—Sí.

—¿Puedo ir a Lauren's a desayunar con Brook?

—Sí, claro.

—Okey —volví a pegar el teléfono a mi oreja—. Sí, te veré allá.

—Genial. Lena también nos verá allá.

—Perfecto. —Colgué el teléfono y me dirigí a la habitación de mis papás. —Hola, mamá.

—Hola, cariño.

—Papá, ¿me darías 25 dólares?

—¿Para qué necesitas 25 dólares? —preguntó mamá, levantando una ceja.

—Iré a Lauren's con Brook y Lena.

—Ven, te daré el dinero —dijo papá, dirigiéndose a la cocina. Yo lo seguí. Me dio un billete de 50 dólares y agregó—: Me devuelves el cambio.

—Está bien.

—Kendall, lleva a tu hermana a Lauren's.

—¡Papá! —protestamos Kendall y yo al unísono.

—Yo puedo ir sola.

—Sí, papá, ella puede ir sola —concuerdo Kendall.

—Solo tienes 8 años, jovencita.

—¡Casi 9! —lo interrumpí.

—Así que no saldrás de esta casa si no es con Kendall o alguno de tus hermanos mayores —dijo, ignorando mi comentario.

—Pero papá, tengo cosas que hacer —se quejó Kendall.

—Sí, papá, Kendall tiene que ver Zack y Cody —dije en tono burlón.

—¡Cállate, Kate!

—¡Sí te gustan Zack y Cody! ¡Estás enamorada de ellos! —empecé a cantar y a correr por toda la casa mientras Kendall me perseguía.

—¡Cállate, Kate!

Después de una pequeña pelea que incluyó algunos empujones y un regaño de papá, al fin Kendall y yo nos dirigimos a Lauren's. Lauren's es una cafetería que queda muy cerca de la casa, a solo 4 minutos a pie, o 2 si ibas corriendo.

—¿Qué harás en la tarde? —pregunté a Kendall mientras caminábamos.

—Iré a montar —dijo ella—. ¿Quieres venir conmigo?

—¡Sí, claro! —dije emocionada.

Cuando llegamos a Lauren's, Lena y Brook ya estaban esperándonos. Kendall entró conmigo.

—Hola, Lauren —saludó Kendall al entrar.

—¡Hola, Kendall, Kate! —Lauren, que es el dueño de la cafetería y tiene cuatro años más que Kendall, nos recibió con una sonrisa. Lo conocemos desde hace muchos años, ya que a menudo venimos a desayunar o comer aquí.

La última JennerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora