30. Primer encuentro

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Salí del dormitorio, cerré la puerta y camine unos pasos al tablero de anuncios a pegar lo que Elle me había pedido.

—Bien Fred es el último edificio.—decia alguien detras de mi.

—Di que parece familiar. —dijo el otro.

Las voces me parecía como si ya las hubiera escuchado antes.

—Parece que no le resulta familiar—dijo el primero.

Yo no les puse mucha atención y seguí pegando las cosas que Elle me pidió.

—No, esperen —decia alguien más— un segundo, un segundo. Si aquí es, aquí vive.

Los tres chicos que había visto con Mike entraron por el pasillo que llegaba a mi dormitorio y se pararon frente a la puerta dispuestos a tocar la puerta pero antes los interrumpi.

—Perdon ¿puedo ayudarles?— Les dije.

—No, gracias— dijo de cabello negro sin mirarme y casi ignorandome.

—Oigan— dije caminando hacia donde ellos iban.

Ellos seguían parados delante de mi dormitorio, y a menos que buscarán a Elle, no tenía ni idea de que hacían allí.

—¡No pongas tu número!, ¡No pongas tu número!— le insistía el pelinegro.

—No voy a poner mi número, voy a poner tu número— decía el más alto, que según escuché su nombre era Fred.

—Esa es mi habitación—les  dije.

Collin, Fred y el otro chico aun desconocido se giraron para verme.

—Muy bien pon mi número—dijo coquetamente el de nombre desconocido.

—¿Estás segura de que es tu habitación?— pregunto Fred.

—Estoy segura- confirme obvia

—Juraria que era de mi amiga

—Dime cuál es su nombre y tal vez pueda ayudarte— sugerí.

—¿Era bajita?—contesto haciendo un gesto con las manos, parecía confundido, seguramente no se acordaba ni si quiera del nombre de la chica.

—Bueno entiendo tu breve descripción, al perder a tu potencial alma gemela—dije con un toque de sarcasmo.—, pero aquí vivo yo.

—Lamento la confusión — dijo de forma más amable el desconocido— Mi amigo no quiso molestarte, no sabe que la cerveza y las rubias no se llevan.

—Pelirrojas— lo corrigió Fred.

—Bueno, nos disculpamos y te dejamos para que sigas pegando tus pósters.

—Bien iremos a las habitaciones de arriba— dijo Fred subiendo las escaleras de arriba detrás de Collin.

—Eso sería genial, más que eso— dije ya un poco irritada.

—No te agrado verdad —dijo el chico.—No me conoces,pero me repudias.

—Si te conozco, no se tu nombre pero te he visto—dije

—¿Me conoces?— dijo confundido.

—Nos hace unos días.

Hizo una cara de no reconocerme ni acordarse de mi o en dónde nos vimos.

—¡Con Mike!— dije casi gritando con desesperación.

—¿Mike?— pregunto confundido.

—Si Mike, mi amigo Mike. El que fue tu cantinero.— explique exasperada e irritada.

La última JennerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora