- Estás loco, si rompes la puerta de mi consultorio vas a desear no haber nacido - expreso la doctora furiosa.
- ¿Qué sucedió? -
Dijo el ignorando completamente la amenaza de la mujer y mirándome con enojo y miedo en sus ojos.
- Solo tropecé - dije sin mirarlo.
- Estas mintiendo - dijo con una voz seria y enjuiciadora.
Lo observe, ¿a él que diablos le importa?, mi mirada reta a la suya, por alguna extraña razón yo también estaba enojada.
- Lo volveré a preguntar ¿Qué sucedió Ámbar? -
Su tono de voz resonaba en mis oídos, me hacía enfurecer, no era mi padre, de hecho, no era nada mío para pedir explicaciones y menos con esas formas.
- Solo tropecé, estoy bien - dije manteniéndome firme en mi argumento.
- Tan bien que no puedes ni andar -señalo con un tono sarcástico y supe que Jorge era el que le había avisado.
Puse los ojos en blanco y respiré.
- ¿Te empujaron? - preguntó.
- Si fuera así ¿Qué? ¿Realmente te importa tanto? No te preocupes, sigo entera para que puedas torturarme - dije fríamente mirándolo a los ojos.
Él me miro, pude ver que le había molestado mi comentario, la doctora intervino gracias a dios cuando él estaba a punto de contestar, realmente no quería escuchar la respuesta.
- Leo sal de aquí - ordenó.
- No te metas Beatriz - dijo furioso observándola.
- Es mi paciente y aún no he terminado de atenderla, así que lárgate y espera afuera -
Me sorprendí al ver con la determinación y firmeza que la rubia se imponía ante él, supe que tenían una relación más allá de lo profesional y que él la respetaba por encima de todo. ¿También fueron pareja? No me sorprendería, pero su relación conmigo era diferente de la que tenía con Alba, quizás sea porque lo de la profesora de danza era más reciente.
Leonardo apretó los puños, pero salió del consultorio cerrando la puerta con otro tirón que me hizo brincar de nuevo.
- Perdónalo, es un poco impulsivo - dijo ella con una mediana sonrisa.
- ¿También estuviste con él? - pregunte sin rodeos.
La rubia me miro y se río, yo no le veía la gracia.
- No, claro que no, es mi hermano
Casi me atraganto con un sorbo de agua que había acabado de ingerir, ¿hermanos? Ni siquiera tenían el mismo color de pelo.
- ¿Es en serio? - pregunté sorprendida.
- ¿Sorprendida? - preguntó ella al ver mi cara.
- Sí, no son muy parecidos - dije señalando lo obvio.
Ella se acercó con unas vendas para mi tobillo y dijo:
- Somos de madres distintas, por eso no nos parecemos mucho, esto solo lo saben los profesores, así que -
- No lo contare, tampoco es que tenga muchas amigas aquí -
Dije mientras veía como me vendaba el tobillo.Al terminar ella me pide que la espere y sale para hablar con Leonardo. Después de unos minutos Leo entra más relajado, yo aún estaba a la defensiva, estaba un poco alterada por todo lo que ocurría.
- ¿Estas mejor? - preguntó con un suave tono de voz, neutro.
- Solo me caí, no soy de cristal - dije suspirando.
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Dulce esclavitud ( ☑TERMINADO )
RomanceÁmbar paso del cielo al infierno por culpa de los vicios de su padre. Atrapada en un mundo donde la oscuridad es tan grande que consume hasta la más pura de las almas, conoce lo que al principio le parece un fastidio, pero luego se convierte en su ú...