- Hola – saludé acercándome.
- Hola – respondió él.
Suspiro viendo al horizonte, él me observa y pregunta.
- ¿Todo bien? –
- Sí, solo necesitaba un poco de aire, estoy un poco colapsada –dije sincerándome.
- Eres muy fuerte, sigues desafiándome – señalo él.
Sonrío al escuchar el tono con el que lo dice, luego respondo.
- Nunca intente lo contrario –
- Ya, ¿y por eso te pusiste ese vestido? – preguntó y pude sentir su mirada recorriendo mi cuerpo.
- ¿Te molesta? Pensé que ya no te importaba viendo los últimos acontecimientos – señalé irónicamente.
- Lo mismo digo –
Lo observo confusa y luego pregunto.
- ¿Qué quieres decir? –
- Sencillo, ese discurso tan calculado que diste el día que nos separamos no concuerda con tu actitud después – señalo él mirando al horizonte.
- No sé de qué hablas – esquivo el tema haciéndome la desentendida.
- Claro que sabes, aunque tuve mis dudas al verte con Greg, esa tarde en la biblioteca termino de convencerme de que fue todo un teatro – insistió él sonriendo.
- ¿Cómo el tuyo está noche? – rebatí
- Veo que logre mi objetivo - respondió con malicia.
- Estás loco, sigue soñando -Dije intentando irme, tenía toda la razón y yo sabía que es lo que vendría, no era correcto. Él me toma por el brazo y se pega más a mi diciendo.
- No, loca estas tú si crees que me engañas, tu cuerpo te delata cada vez que te tengo así, cerca de mí – susurro dejándome sin aliento.
- Suéltame Leo – pedí mirándolo a los ojos.
- ¿Por qué huyes de mí? ¿Por qué no lo aceptas de una vez?– pregunto él.
- Ya basta – sentencié
Me solté y entré nuevamente a la fiesta, estaba asustada, temía volver a caer y terminar como la última vez, a pesar de que lo deseaba, aún no podía estar segura.
Al entrar busco a Laura, pero no la veo por ningún lado, me adentro y encuentro a Beatriz.
- Bea ¿Dónde está Laura? –
- No lo sé llevo buscándola un buen rato – dijo mirando a los alrededores.
Empecé a buscar con la vista a los profesores y los otros invitados para ver quien faltaba, pero todos los que había visto estaban allí.
- Bea ¿llego alguien mientras yo estaba en el balcón? – pregunté nerviosa.
- No que yo sepa, aunque ahora que mencionas… oh dios mío –
- ¿Qué sucede? – pregunte al ver su cara de terror.
- Ámbar, mi padre está aquí – respondió Beatriz.
Corrí escaleras arriba para registrar todas las habitaciones y Beatriz fue en busca de Leonardo y José.
Abrí cada una de las puertas hasta que los encontré, Laura forcejeaba mientras el señor Farell intentaba besarla.
- ¡Ya déjeme, no quiero! – gritaba Laura.
- Ven acá putita, deja de resistirte –
- ¡Que la sueltes idiota! – grité empujándolo y luego abracé a Laura.
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Dulce esclavitud ( ☑TERMINADO )
Roman d'amourÁmbar paso del cielo al infierno por culpa de los vicios de su padre. Atrapada en un mundo donde la oscuridad es tan grande que consume hasta la más pura de las almas, conoce lo que al principio le parece un fastidio, pero luego se convierte en su ú...