Extra 3

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Aún no podía creer que viviría con ella, es obvio que me estoy dejando llevar demasiado, ya no puedo controlar lo que siento cuando la tengo frente a mí. Lucia vuelve a mi mente, el recuerdo de todo lo que viví con ella me quemaba, era una sombra que nublaba mi juicio y me hacía temer, no soportaría vivir lo mismo con Ámbar, y más porque con ella el vinculo es más fuerte.

Subo a la habitación para que baje conmigo a cenar. Entro sin tocar y me congelo al verla. Su hermoso cabello mojado cubre sus delicados hombros y la toalla envuelve su cuerpo dejando que mi imaginación se desboque. Me acerco lentamente, no quiero hacerlo, pero no puedo evitarlo.

- ¿Tienes hambre? - pregunte sin saber que decir.

- Si - Respondió y yo capte su doble sentido, lo cual, despertó el deseo en mí.

Me acerco más y le coloco un mechón de cabello rebelde por detrás de la oreja para despejar su hermoso rostro, sus ojos se clavan en mí, parece un ángel.

- Eres hermosa Ámbar -

Ella me observa como si estuviese meditando algo y luego, para mi sorpresa se lanza y me besa, pierdo el equilibrio por un momento, pero logro recomponerme rápidamente y no caer al suelo, rodee su cintura con mis manos para intentar frenarla un poco.

- Tranquila nena -

Ella me observó, me empujo haciéndome caer sentado sobre el colchón y sin darme tiempo a reaccionar se monta sobre mi para seguir besándome. Joder, todo esto me está haciendo perder el control, quiero tenerla, la deseaba, pero tengo miedo, no quiero perderla. Sus caderas comienzan a moverse sobre mi regazo excitándome, tuve que frenarla.

- Joder Ámbar, para -

Ella me observa confundida, sus ojos reflejan miedo mezclado con la lujuria del momento.

- ¿Qué sucede? - preguntó.

La observo, esto era ridículo, no puedo seguir así, acaricio su mejilla lentamente y pregunto poseído por el miedo.

- Promete que no me dejaras, pase lo que pase -

Ella me mira sorprendida, se que no se lo esperaba, ni siquiera yo, jamás me había mostrado tan vulnerable frente a una mujer, bueno, frente a nadie.

- No voy a dejarte, te amo -

Sus palabras se convierten en la llave para abrir la puerta que bloqueaba mi valor, ¿me amaba? Yo la amaba, y que ella sintiese lo mismo era un milagro, uno que pensé que no iba allegar después de todo lo que había sucedido.

La beso sin limitaciones, dejo de contenerme para liberar todo el deseo acumulado. Con cada beso, caricia marcaba su piel, su cuerpo tiembla en mis brazos, sus gemidos y movimientos me demuestran el placer que estaba experimentando. Es tan hermosa como las diosas de la antigua Grecia, el sudor hace que su cuerpo brille, su piel es adictiva, su olor, su sabor, como probar la más poderosa de las drogas, y lo mejor es que es toda mía.

***
Este día había sido genial, cada minuto que paso con Ámbar escomo si viviese en otro universo, uno en el que somos libres, en el que mi vida no es una mierda, en el que la oscuridad no me rodea.

Escucho el celular sonar, salgo del baño y veo la pantalla, es él, la ira me consume.

...Leonardo: ¿Qué quieres?
Sr. Farell: Parece que estas enojado, ¿quieres que te mande a una chica para relajarte, o ya te decidiste a probar esa delicia que te acompaña?
Leonardo: cállate, no vuelvas a mencionar a Ámbar.
Sr. Farell: cuida tus palabras muchacho, recuerda con quien estás hablando.

(Apreté con fuerza el teléfono y conté hasta tres)

Leonardo: dime que es lo que quieres papá.
Sr. Farell: así me gusta. Te llamo porque necesito tu presencia en un negocio, tú y Beatriz viajaran conmigo el martes.
Leonardo: no, y no creo que Beatriz acepte, tú puedes arreglártelas solo, no nos necesitas.
Sr. Farell: es gracioso que pienses que tienes opción, si no viajas conmigo no puedo garantizar la seguridad de tu joyita y menos la de su madre. ¿Has entendido?
Leonardo: eres un hijo de puta.
Sr. Farell: Te espero el martes en la mañana.
Leonardo: Esta bien, pero será la última vez...

Colgué la llamada y lancé el teléfono hacia el colchón, la rabia corría por mis venas al pensar que podía dañar a Ámbar.

***
Pasa el fin de semana y yo no paraba de darle vueltas a ese maldito viaje, Ámbar quedaría sola y se perfectamente lo que conlleva eso, no quería que sufriese por mi ausencia, pero no tenía elección, no podía protegerla de otra forma.

Esta mañana no pude evitar consentirla más, lo que a ella le resulto extraño. Mientras camino hacia el salón de clases veo que ámbar dobla el pasillo corriendo, corro tras ella y veo que se detiene y cae al suelo inconsciente.

El miedo me invade, la tomo entre mis brazos y corro con ella a la enfermería. Después de un rato despierta y me cuenta lo que ha pasado, quiero matar a ese viejo repulsivo. Sus palabras me hacen ver cuánto le afecta el ambiente al que está sometida en este infierno, lo que me hace estar más asustado, sé que cuando me vaya sufrirá, me odio a mí mismo por todo esto.

La dejo en mi despacho y voy en busca de Humberto, se que le prometí a ámbar que no haría nada, pero no puedo dejarlo así, no sabiendo que debo marcharme por un tiempo y ella estará sola. Lo encuentro junto a Marcia, perfecto.

- ¡Escúchame viejo cretino, si vuelves a tocar un solo cabello de mi chica no vivirás para contarlo! -

- ¿La defiendes? Esa perra me mordió - se defendió ante la acusación y mi enfado crecía por momentos.

- Lávate la boca cuando hables de ella, te lo advirtió, no te vuelvas a acercar porque te mato - dije tomándolo del cuello de la camisa.

- Leonardo es suficiente - intervino Marcia y lo solté.

- Cuando te volviste tan rebelde, sabes que todo se comparte entre familia - dijo Humberto provocándome.

- ¡Te voy a...! - grité furioso listo para golpearlo, pero Marcia volvió a intervenir.

- Dije suficiente, deberías estar empacando para tu viaje y no perdiendo el tiempo en estas tonterías, Ámbar es solo una chica más -

Sus palabras hicieron que mi sangre hirviera, si fuese hombre ya le habría dado su merecido.

- Si algo le pasa en mi ausencia se arrepentirán, ya se los advertí - dije amenazando y les dila espalda para alejarme.

***
Llega la noche, ámbar esta dormida, las sabanas envuelven su cuerpo desnudo y la luz de la luna que entra por el cristal del ventanal la hace ver como un ser místico.

Estoy sentado frente a ella, viéndola dormir mientras bebo un trago de wiski, ya he llamado a Dexter para que la proteja en todo momento, no quiero que vuelva a dormir dentro del internado. Suspiro y pienso en todo lo que he cambiado, lo que ella me ha hecho cambiar, y entonces comienzo a escribir...

Hola, perdón por la tardanza, es que no me entraba la inspiración para escribir este extra😅

Para recompensarlos subiré también el capítulo diecisiete y mañana habra actualización del dieciocho😋🥰 los quiero, no olviden dejar su voto y comentar si es que te gusto este extra.

Ah por cierto, se acerca algo inesperado... ¿Creen estar preparados?...

Dulce esclavitud ( ☑TERMINADO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora