Capítulo 22

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Después de unos minutos en el trabajo veo llegar a Greg, tarde y corriendo para que el jefe no lo viese.

- Hola hermosa – me saluda colocándose detrás de la barra mientras se coloca el delantal.

- Hola ¿Qué sucedió? – pregunte dejando mi bandeja sobre la barra.

- Tuve que pagar la reta y el hombre se paso una hora contando el dinero, casi pierdo la paciencia – Comento Greg molesto.

- Vaya, que bueno que pudiste llegar – dije escribiendo en mi libreta la última orden que me habían solicitado.

- Por cierto, estas preciosa hoy – dijo y yo alce la mirada sorprendida.

¿Acaso no había sido lo suficientemente clara la noche anterior? Me sentí algo incómoda, asi que carraspeé la garganta para responder.

- Gracias, aunque yo me veo igual que siempre, aquí esta la orden de la mesa cinco –

Coloque el papel sobre la barra y me aleje con la bandeja para continuar con mi trabajo. El resto de la tarde casi no le dirigí la palabra, él debió percatarse de mi enfado asi que al momento de cerrar se me acerco antes de que me fuese.

- Hey bonita, espera – dijo tomando mi mano.

- ¿Qué pasa? – pregunte soltándome de su agarre con disimulo.

- Lamento lo de esta mañana, no he olvidado nuestra conversación de la fiesta – dijo con tono de lamento.

- Pues no lo parece – respondí sincera.

- Lo siento, no volverá a pasar – dijo con una media sonrisa para convencerme.

- Vale – suspiré – Nos vemos mañana – proseguí despidiéndome con una mano.

Al llegar a casa me encontré a Leo bebiendo wiski en el salón, me quité los tacones y caminé descalza hasta él.

- Hey, ¿todo está bien? – pregunte al ver su rostro ensombrecido.

Su mirada reflejaba tristeza, preocupación y rabia, me preocupaba verlo así. Él me observo y sin decir una palabra se lanzo hacia mi y me beso dejando caer la botella.

Me sorprendí perdiendo por unos segundos el equilibrio, luego sentí como sus manos rodeaban mi cintura reclamando la cercanía de mi cuerpo. El beso era intenso, podía sentir su desesperación y deseo, mi cuerpo se estremeció en sus brazos y en un movimiento rápido me eleva en el aire y mis piernas rodean su cintura. Camina unos pasos hasta la alfombra frente a la chimenea sin dejar de morder, besar y lamer mis labios, algún que otro beso en el cuello. El sabor a wiski ligado con menta me provocaba sensaciones extrañas, una mezcla entre excitación y confusión que me mantenía alerta.

Me deja en el suelo, sus ojos oscuros por el deseo me devoran y sus manos se deshacen de mi vestido para dejar mi piel expuesta. Acto seguido comienza a recorrer mi cuerpo con sus labios y respondo al instante erizándome, mis labios dejan escapar un gemido cuando su rastro de besos se concentra en mi entrepierna, todo en él era embriagador, me hacía olvidarme del mundo.

Elimina mi ropa interior y todo su vestuario para arrodillarnos juntos, uniendo nuestros labios nuevamente. Sus manos acarician mis senos y me indican dulcemente que me recueste. Quedo completamente tumbada y él se monta sobre mi cuerpo para continuar sus caricias.

De repente y sin esperarlo se introduce dentro de mí y yo gimo arqueando la espalda echando la cabeza hacia atrás, se aprovecha y muerde mi cuello moviéndose una y otra vez, colmándome de una exquisita locura. Sus manos aprisionan mis muñecas sobre mi cabeza, no puedo controlar mis gemidos que parecen excitarlo cada vez más.

Dulce esclavitud ( ☑TERMINADO )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora