Al día siguiente fuimos juntos al internado, al entrar de la mano todas empezaron a cuchichear y las miradas de envidia volvieron a hacerse presentes, pero ya no me importaba, mi felicidad era tanta que el mundo ya me daba igual.
- Te veo luego nena, tengo que resolver unos pendientes –
- Vale, te veo en clase –
Dije y lo besé con ganas delante de todas, él no se molestó en apartarme, no nos daba miedo mostrar nuestra felicidad. Mientras caminaba a clase veo a Humberto intentando acercarse a Laura, así que me acerco también.
- Vaya, vaya pareces que hay una nueva florecita en el jardín –
- Perdone profesor, es que voy retrasada, me toca mates – dijo ella nerviosa.
- No te preocupes, yo me encargare de que te pongan la asistencia, claro siempre y cuando seas muy buena conmigo también – dijo acercándose más y acariciándole el brazo.
Laura temblaba de miedo cuando se escuchó mi voz.
- Usted realmente no aprende viejo asqueroso –
Dije plantándome delante de Humberto, Laura se colocó tras de mi cogiéndome de la mano.
- Que tenemos aquí, un pajarito me ha dicho que ahora te dedicas a proteger a los débiles, que noble de tu parte, pero algo estúpido considerando tu posición en este lugar –
- Como le toques un solo cabello a Laura te juro que te dejo inválido, así como le arranqué las extensiones a tu pajarito, el cual por cierto, estaba intentando entrar en el nido equivocado estos días, creo que estas perdiendo tu poder en este lugar– dije con firmeza y un tono amenazador.
- Tenga cuidado señorita Cruz, recuerde que aquí Leo no es el que manda –
- Y por lo que se ve, tampoco usted – dije sonriendo a modo de burla.
Tome a Laura y salimos caminando juntas hacia el salón, Humberto nos miró y sonrió.
- ¿Cómo sacas el valor? – preguntó Laura todavía temblando.
- La necesidad te hace volar con alas de piedra – respondí mirándola.
- Gracias –
- Ya, entra a clases – dije sonriendo.
Laura también sonrió y entramos al salón. El tiempo paso y con él la fase de novatas, era el día de la selección y Laura no podía estar más temerosa.
- Ámbar tengo miedo, y si… -
- Shhhh, tranquila, para de temblar, te prometí que nada malo sucedería y lo cumpliré, confía en mí, ahora ve – dije interrumpiéndola y animándola.
Laura fue a reunirse con las demás en el gimnasio mientras yo esperaba en la enfermería con Beatriz, ya que Leo me había pedido que no me apareciese porque podría complicar las cosas.
- Así que volviste con mi hermano – dijo Beatriz con una sonrisa.
- Si – suspire.
- No sabes cuánto me alegro por ustedes –
- Gracias Bea – sonreí.
- Él no es el mismo sin ti, le has devuelto la luz que pensé jamás volver a ver en sus ojos y te lo agradezco tanto – dijo ella y me abrazo, jamás la había visto tan sensible, sonreí y le devolví el abrazo.
Se abre la puerta de la enfermería y Laura corre para abrazarme.
- Gracias, gracias – decía mientras lloraba sin parar.
ESTÁS LEYENDO
Dulce esclavitud ( ☑TERMINADO )
RomanceÁmbar paso del cielo al infierno por culpa de los vicios de su padre. Atrapada en un mundo donde la oscuridad es tan grande que consume hasta la más pura de las almas, conoce lo que al principio le parece un fastidio, pero luego se convierte en su ú...