Takara ha vivido de forma complicada desde que nació, y las circunstancias la llevaron a tomaron a tomar medidas drásticas.
El único problema será si ella quiere hacerlo.
Si decide luchar o huir será completamente su decisión.
Hitoshi Shinso X OC
Ni...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una vez con los demás, pronto daría inicio el siguiente combate.
— Este combate será el decisivo. — dijo Monoma. — Ambas clases tiene una victoria. Si perdemos o empatamos este, no podremos ganar. Estuve esperando este cuarto combate con ansias; porque contamos con Tokage. ¡Ya verás, Bakugo! — empezó a reírse como un loco.
— Le dan ataques. — comentó Kaminari.
— Es... muy orgulloso. Me recuerda a alguien. — Shinso habló para sí mismo, refiriéndose a Takeo. Con esa misma intensidad suele defender a su hermana.
El cuarto combate comenzó, y mientras avanzaba, Takara aprovechó el momento para relajarse un momento. Por suerte, no había pasado nada con el chip en su cuello; sería complicado tratar de explicarlo si su otra yo salía de la nada. Como era más agresiva, no sabría qué tipo de excusa pueda ser creíble.
— ¿Cómo están tus brazos? — Todoroki le preguntó.
— Todavía duelen un poco. Los cuernos de Tsunotori son muy resistentes... y como mi piel es delicada, se hirieron con facilidad; pero supongo que estaré bien en un par de días.
— Deberías regresar a la enfermería si te sientes muy mal.
— Gracias por preocuparte, pero creo que estaré bien por ahora. El invierno me tiene sintiendo débil, es todo.
— Ya veo... si necesitas algo, dímelo.
— Sí. Oh, ¡Hitoshi está viendo hacia acá!
—...Mejor me voy; nos vemos.
Y al mismo tiempo que Todoroki se fue, Shinso se acercó.
— ¡Hola, Hitoshi! ¿Pasa algo?
— No, sólo quería verte. — su comentario la hizo esbozar una sonrisa. — Estuviste increíble antes.
— ¡No fue para tanto! Todavía me queda mucho por mejorar. No soy ni la mitad de buena de lo que debería ser.
— Amor. — la tomaba desprevenida cuando la llamaba por apodos. — Deja de menospreciarte; lo hiciste muy bien. Se ve que has mejorado mucho, y seguirás haciéndolo todavía más.
—...Gracias.
— ¿Por qué la cara sonrojada? — se rió él. — Soy tu novio, ¿no? No es la primera vez que te doy cumplidos.
— No es justo...
— ¿Qué cosa no es justo?
— Yo también quiero tener apodos para ti. ¡Quiero llamarte de formas bonitas! Pero fue tan difícil para mí tan sólo llamarte por tu primer nombre... y tú lo haces con tanta naturalidad...
— Puedes decirme como quieras; estoy feliz sólo con escuchar tu voz llamarme. — gracias a eso, su cara estaba hecha un tomate.
— B-Bueno... — abanicó su rostro con sus manos. — ¿N-No deberías regresar? Supongo que tu equipo querrá pensar alguna estrategia a-ahora que hay tiempo, ¿no?
