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— Oye Midoriya, ¿vas a quedarte viendo ese cuchillo o

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— Oye Midoriya, ¿vas a quedarte viendo ese cuchillo o...? — Takara pareció interrumpir sus pensamientos.

— Ah, no, lo estaba recogiendo; sólo pensaba en todo lo que pasó. Fue algo extraño que hayas ofrecido tu sangre para que ella se calme, y que ella sí se haya calmado, considerando lo que pasó la última vez que la vi. — él opinó, casi pareciendo traumado.

— Si Toga es de lo más tranquila cuando la conoces; sólo le gusta mucho la sangre. — lo tranquilizó. — Por eso pensé que no tenía problema en darle la mía. Es decir, creo que es bastante comprensible que le encante la sangre considerando el funcionamiento de su kosei, y técnicamente yo vengo de una familia de vampiros, así que imposible no sentir empatía. Siento que es de esas personas que las ves y sólo sabes que no son malas.

— ¿Seguimos hablando de la misma persona?

— Piensa lo que quieras; hay que concentrarnos en esto.

— Cierto, ¿tú pudiste encargarte de la herida de Rock Lock?

— Sí, para eso traigo primeros auxilios conmigo a dondequiera que voy; nunca se sabe cuándo los vas a necesitar. ¿Y tú qué harás con ese cuchillo?

— Iba a guardarlo y ya. ¿Acaso querías... la sangre o algo así?

— ¿Por qué pensarías eso?

— No lo sé, recién dijiste que en tu familia... no importa.

— La verdad es que la sangre me da un poco de asco; no entiendo por qué la querría, pero tú no sabías eso, así que no importa.

Se oyó un chillido un las paredes se empezaron a mover en todas direcciones con la intención de aplastar. Sea lo que sea que haya pasado, se escuchaba molesto.

— Esa voz... ¿la oyeron? — habló Eraser Head.

Resonaba bastante, pero eso no era un problema. El lugar era amplio y subterráneo; era casi, más o menos como estar en una cueva, así que podía escuchar bien. Incluso si no lo podía ver, Takara estaba segura de poder descifrar de dónde venía la voz por el sonido.

— ¡Viene de allá! — señaló una esquina muy arriba de donde estaban, y fue Midoriya el que saltó hacia donde estaba indicando. Rápidamente subió y pateó el lugar donde Takara había señalado, donde por fin pudieron ver la cara de Irinaka, quien había estado controlando las paredes. Aizawa entonces se encargó de borrar su kosei, haciendo que las paredes se detuvieran. Irinaka comenzó a caer, y NightEye le lanzó algo que parecía un sello muy pesado a la cara.

— ¡Atrápalo! — le indicó a Midoriya, quien reaccionó a tiempo y obedeció.

— ¿La liga los traicionó? — se preguntó en voz alta Aizawa.

— Parece que nos usaron como quisieron, — continuó NightEye. — pero se acabó el laberinto.

Se encargaron de atar a Irinaka antes de dar el siguiente paso.

Fight or Flight - Shinso Hitoshi X OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora