Takara ha vivido de forma complicada desde que nació, y las circunstancias la llevaron a tomaron a tomar medidas drásticas.
El único problema será si ella quiere hacerlo.
Si decide luchar o huir será completamente su decisión.
Hitoshi Shinso X OC
Ni...
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El día siguiente, los hicieron levantarse a las 5:30am para empezar el entrenamiento. La mayoría de los estudiantes estaban bastante cansados por haberse levantado temprano, pero Takara ya se había acostumbrado a estar despierta a altas horas de la noche y levantarse muy temprano.
— Buenos días. — Aizawa les habló. — Hoy empezarán su entrenamiento para aumentar su fuerza; el objetivo es aumentar su fuerza individual y obtener sus licencias provisionales. Se prepararán para las hostilidades para estar listos para la realidad; vayan con cuidado. Y dicho eso, Bakugo. — le lanzó una pelota y él la atrapó. — Lanza eso.
— Es de la prueba de condición. — observó.
— Tú récord anterior cuando iniciaste la escuela fue de 705.2 metros; veamos cuánto has mejorado.
— ¿Veremos su progreso? — Mina preguntó con emoción.
— Pasaron muchas cosas en tres meses; quizás la lance a un kilómetro. — opinó Sero de igual forma.
— ¡Vamos, Bakugo!
— Entonces... aquí voy... — se preparó. — ¡Vete al diablo! — fue lo que gritó antes de mandar la pelota lejos de una explosión.
— 709.6 metros. — anunció Aizawa, dejándolo sorprendido. — Hace tres meses que empezaste la escuela; de verdad mejoraste con tus experiencias, pero esa mejora sólo ha sido mental y técnica con algo de mejoría en resistencia. Como ven, sus koseis no han mejorado tanto; por eso trabajaremos en mejorar sus koseis. — sonrió para sí mismo. — Será tan duro que sentirán que mueren, pero no vayan a hacerlo.
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— No puedo hacerlo. — Takara habló para sí misma mientras lloraba. — Pude morder cosas más resistentes para aumentar la fuerza de mi mordida, pero ¿morder a los animales inocentes para aprender a controlar a más de tres individuos a la vez? ¡Eso es muy cruel! ¡No puedo hacer eso! ¡El conejo no me hizo nada! — los animales frente a ella la miraron con confusión. — No me miren así, esto no lo elegí yo; no es nada personal. ¿Me perdonan? ¡Pero no puedo prometer que no les dolerá! ¡Lo que sí les juro es que me duele más a mí que a ustedes!
