Capítulo 36: No me gustan los chicos

880 111 7
                                    

...Narra Leo...

Ag... no quiero abrir mis ojos, me dolía la cabeza debido al alcohol que ingerí ayer durante la cena, ni siquiera recuerdo como llegué a mi cama, supongo que Eliot me ayudó, aunque ahora que lo pienso, ¿por qué me siento tan a gusto?

Puedo sentir la desnudez de su espalda mientras inconscientemente mis brazos lo envuelven, esto no es algo fuera de lo común, hemos dormido en esta clase de posición muchas veces, por lo mismo, en vez de apartarme me aferré más a su cuerpo sintiendo aún más su desnudez... ¿Por qué si estamos desnudos mi cuerpo se siente cálido? Su calor corporal se mezcla con el mío haciéndome olvidar un punto importante.

Estaba medio dormido, mis ojos se mantenían cerrados y no deseaba abrirlos a pesar de sentir que los rayos del sol entraban por la ventana, supuse que por eso mi cuerpo se sentía más acalorado de lo normal...

¿Desnudo? Pensé aferrándome aún más a su cuerpo, antes de abrir rápidamente mis ojos queriendo verificar si estábamos desnudos.

—¡Mierda! —dije alejándome de su cuerpo antes de levantar las sábanas, observando su cuerpo desnudo e inconscientemente mis ojos se dirigieron a su trasero, que se veía aún más grande ahora que no llevaba nada cubriéndolo, o al menos esa sensación me daba.

Espera, ¿en qué estoy pensando? Alejé mi mirada de su cuerpo con tal de ver el mío, observando como mi entrepierna estaba excitada, lo peor es que no me había dado cuenta de esto y de forma automática me levanté de la cama llevando mis manos hacia ella, queriendo cubrirme mientras caminaba hacia el baño.

¿¡Por qué estoy así?! No entendía nada, mi corazón latía con fuerza, temía pensar más de la cuenta en toda esta situación, de hecho, prefería aliviar la zona y fingir que nada había pasado cuando desperté, sin embargo, surgió un segundo problema.

¡No podía bajar mi erección! Estaba cada vez más duro, mi cerebro sólo podía pensar en cosas que deseaba ignorar, intenté pensar en algunas chicas como un método de satisfacer mis deseos mientras me masturbaba, pero cuando cerré mis ojos el recuerdo de su cuerpo saltando sobre mi erección logró estremecerme.

Sentí temor por confirmar lo sucedido, estaba borracho, tenía miedo de haberlo forzado de alguna forma, ya que en mi mente aparecieron recuerdos de él diciendo "Para..."

¿Qué hice? Lo peor es que, entre más pensaba, peor me sentía por haber utilizado su cuerpo para complacerme, ¿en qué estaba pensando? Ni siquiera me gustan los chicos, ¿por qué mierda lo toqué?

Los recuerdos de cómo inició todo me resultan borrosos, tengo lagunas donde no sé qué ocurrió, solamente sé que entre más intento recordar, mi entrepierna se pone peor y me dolía la mano por no conseguir correrme sin usar su cuerpo como principal molde de fantasías.

Intenté pensar en mujeres, sin embargo, no eran completamente satisfactorias, mi cuerpo no se estremecía cómo antes y mi pene sólo se ponía mojado cuando pensaba en Eliot.

—Esto es muy malo...—suspiré cuando conseguí correrme, mientras imaginaba que lo tenía saltando sobre mi pene ahora mismo.

La primera vez que él me tocó, no me sentí de esta forma, de hecho, lo olvidé completamente sabiendo que sus acciones habían sido causadas por miedo y debilidad, sin embargo, ahora no puedo dejar de pensar en su cuerpo.

Cuando salí del baño, ya bañado, quise buscar mi ropa para vestirme e irme, mis ojos estaban clavados en el suelo de camino a mi armario y cuando oí la cama crujiendo, lo miré.

Ese fue un grave error, ya que lo observé completamente desnudo boca arriba mientras las cobijas sólo cubrían parte de sus pies.

No quería, pero mi mente dijo en voz alta "Quiero tocarlo" haciéndome sentir miedo de mis propios pensamientos, por ello, antes de que hiciera alguna tontería, tomé mis cosas y me fui de casa sin saber qué hacer con todo esto.

Por un lado, tengo enormes ganas de tocarlo, quiero sentir su cuerpo desnudo contra el mío, incluso acariciarlo en aquellos puntos placenteros de su cuerpo donde sé que es suave, deseo faltarle el respeto y comérmelo vivo, mientras que, por otro lado, me siento asustado por mis propios pensamientos.

Me da miedo haberlo tocado sin consentimiento, sé que él también bebió bastante alcohol, ¿Qué tal si lo toqué usando eso a mi favor? Nunca lo he hecho antes, no me acuesto con nadie que no me dé su consentimiento, mucho menos con un hombre, pero no recuerdo cómo comenzó todo, ni siquiera recuerdo cómo llegamos a la cama.

Me siento una mierda, él me ha contado sobre su pasado, ¿Qué tal si lo lastimé? Estaba borracho, es posible que no me haya preocupado de su placer, aunque eso tampoco es propio de mí.

Ag... joder, no sé en qué pensar, sé que existe la posibilidad de que él me lo haya consentido, pero me da miedo pensar en si no lo hizo...

Para variar, mi mente tiene recuerdos que me obligan a lanzarme viento con la mano, me siento caliente y repito, ¡no me gustan los chicos! Ni siquiera había pensado en Eliot de esta forma, yo sólo lo veía como un amigo, aunque debo reconocer que su cuerpo sobre la cama se veía sexy, incluso más que muchas chicas con las que he estado...

No me gustan los chicos, pero, ¿Qué tal si sólo me gusta él? Esa puede ser una opción, intenté imaginarme con otro hombre, sentí náuseas de sólo imaginarlo, algo que no ocurre cuando pienso en Eliot, lo que me hace reafirmar mis sospechas, ¿Qué tal si entre todos los hombres del mundo, sólo puedo estar con él?

Sé que debo hablar con él, aunque antes debo aclarar mis pensamientos, necesito saber qué es aquello que exactamente deseo de él, sólo de esa forma creo que no lograré lastimarlo.

El cocinero del capitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora