Ambos chicos estaban sumergidos en la calidez de un nido omega, ese mismo que Aiden había creado después de entrar en celo, y que, por el momento, no deseaba deshacer. Por el contrario, no planeaba dejar que Ethan se fuera, pues ahora ese chico también era una parte crucial de su perfecta creación. La verdad, ni siquiera Aiden entendía con claridad por que las prendas de Ethan parecían ser lo unico que podia mantenerlo relajado en momentos tan estresantes como esos, pero estaba ahí, sumergido en las feromonas de un alfa, casi embriagado por las sensaciones de calma dentro de él. Nunca se había sentido así. Nunca había estado tranquilo en los brazos de alguien más. No de esta manera.
Pero ahí estaban. Ambos.
Un omega que nunca había tenido el privilegio de sentirse protegido por un alfa, y un alfa que nunca había tenido el privilegio de sentirse fuerte. Pero ambos estaban ahí. Ethan llegó a la vida de Aiden. Sus feromonas, encantadoras y placenteras, eran lo suficientemente sutiles para que su refinado olfato sea capaz de asimilarlas con simpleza. Incluso era capaz de disfrutar esas nuevas sensaciones que cualquier otro omega tomaría por garantizadas. Ethan le había dado tanto. Olía como hogar. Eran pinos, tierra mojada, rocío, y hierbabuena. Era casa. No importaba cuanto Aiden trataba de negarlo, las feromonas de Ethan eran familiares, embriagantes. Casi como un hechizo. Nunca antes había tenido algo parecido en su vida. Pero ahora ahí estaba. Justo a su lado.
Por otro lado, Aiden había entrado a la vida de Ethan. Le dio tanto. Una casa, comida, ropa, libros. Le había dado tanto. Lo había protegido. Le había dado fuerza. No solo de manera física. Lo hacía sentir fuerte. Se acostaba en su pecho como si quisiera ser protegido. Como si creyera que él, un alfa roto y miserable, fuera capaz de protegerlo. Aiden lo había sacado de sus límites. Ya no estaba asustado cuando alguien se acercaba a hablarle. Podía decirle "Gracias" a los trabajadores de la limpieza. Podía pedir las cosas que necesitaba a Eduardo. Podía hablar. Aunque sea un poco más de lo que hacía. Podía hacer tantas cosas que nunca pensó posibles. Y cuando se miraba al espejo aun no podía creerlo. Tenía musculatura. Era grande. No importaba si se sentía pequeño, solo había que mirarse. Inclusive esa alfa, Astrid, era pequeña frente a él.
Pero ahora estaban ahí, ambos. Dormitando uno junto al otro. Aiden tomaba bocanadas grandes de aire por si acaso ese embriagante olor desaparecía, mientras que Ethan intentaba recordar cada aspecto del momento, pues se sentía fuerte. Se sentía importante. Incluso después de todo lo que acababa de pasar un par de días atrás, cuando estaba con Aiden... Sentía algo que era difícil de escribir.
Antes de darse cuenta ambos estaban a punto de quedarse dormidos, exhaustos. Estaban cansados emocionalmente. El omega no tenía la menor idea de como Ethan permanecía despierto. No entendía cómo podía consolarlo en un momento tan traumático. No tenía sentido.
Él, Aiden, no había pasado por nada. No era nada cuando lo comparaba con todo por lo que Ethan pasó. No era ni siquiera un grano de arena. Eso le molestaba. Le molestaba saber que nunca entendería el dolor de Ethan. Le molestaba que después de... eso Ethan actuará como si nada hubiese pasado. Como si fuera un dia mas...
—¿Estás bien?— Preguntó Aiden. Su voz, levemente ronca por el cansancio, salió como nada más que un farfullo a penas audible. Estaba avergonzado. Estaba molesto. Estaba ansioso pues no tenía ni la menor idea de como Ethan respondería. Pero quería ser fuerte. Quería ser fuerte porque Ethan también merecía tener un hombro donde llorar. Ethan se merecía hablar de cómo se sentía, y aun así estaba asustado. Le faltaba coraje para encarar cualquier cosa que el chico respondiera. Le faltaba el valor.
Pero Ethan lo necesitaba, así que debía ser fuerte.
Ethan, por otro lado, afianzó un poco más el agarre al omega. Estaban abrazados. Aiden reposaba con calma sobre el pecho del alfa, pues después de llorar tanto solamente quería descansar.
![](https://img.wattpad.com/cover/278489125-288-k966291.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un Alfa Roto
RomantikAiden era una omega. No un simple omega, era el omega mas codiciado de la ciudad. No era realmente único. No desprendía ningún olor especial, ni tenía una cualidad fuera de ser atractivo ante el ojo. No era realmente diferente a todos esos otros ome...