4 de Marzo del 2021
La imprevista lluvia primaveral no molestaba a Ren, asimismo disfrutaba oír el sonido de las gotas de la lluvia resonar chocando contra los tejados de las casas y los autos en la ciudad, también le complacía el aroma a césped mojado y por supuesto le agradaba la tranquila soledad de la mañana, pues en aquel camino no pasaba apenas multitud lo cual era un gran alivio mental por su fobia social.Mientras caminaba veía su reflejo en el cristal de una tienda. El tamaño de su cuerpo era pequeño, suave, esbelto y delgado, tanto sus piernas como sus brazos eran delicados, de estatura baja, de cabello corto rizado y un color castaño cobre;varios de sus mechones se deslizaban en el aire por el viento del lugar.
Al llegar a la entrada de la escuela;estaba frotándose las manos nerviosamente y le era difícil poder alzar la vista o decir una sola palabra desde que apareció, sin embargo agraciadamente entre la multitud Teruko había estado allí esperándole.
–¡¡Ren!!
Gritó y seguidamente se acercó a Ren caminando balanceándose.
–¡Te esperaba!
Dijo muy entusiasmado como si no supiese que estaba sumergido en la lluvia sin ningún paraguas ni bajo un techo, él lo había estado esperando sin si quiera importarle que acabase empapado.
–¡Estás encharcado! ¿me esperaste aquí todo el tiempo?– Exclamó Ren muy preocupado.
–¡Si!Muy alegrado de verlo lo abrazó; pensando en recibirlo cálidamente pero de lo frío que estaba por la lluvia cuando este lo abrazó a Ren le dio un escalofrío y se alejó hacía atrás.
–¡Ah! ¡estás helado! ven, entremos antes de que te resfríes
Y con eso entraron a la escuela, fueron directamente a los baños, Ren tomó una pequeña toalla y fue escurriendo el cabello de Teruko.
–No vuelvas a esperarme mientras llueve sin paraguas
–Pero quería estar ahí cuando llegarás y fuera el primero al que vieras
–¿Si?
–¡Te extrañé mucho!
–Pero si nos vimos hace dos días– Rió breve.El pelicastaño Ren seguía secándole el pelo con la toalla cuando Teruko alzó su cabeza y sonriendo lo contempló.
–Te amo
–¡Ah-Ehm!Al escucharlo sus cuerdas vocales fallaban debido a su incapacidad de permanecer tranquilo, los latidos de su corazón se incrementaban y sus mejillas se enrojecieron de inmediato.
–N-no puedes decir algo así tan precipitado– Tartamudeó.
–¿Por qué no? ¿no te gusta?
–N-no es eso.. No estoy acostumbrado...– Respondió tapándose el rostro con timidez.
–¡Te acostumbrarás! nos conocemos desde pequeños- Dejó de alzar su cabeza para volver a verse en el espejo.El chico Teruko es de estatura alta, de figura mediana; su clavícula es muy notable, de cabello liso teñido de color azul con algunas mechas rosas y rojas que complementa con sus ojos rubí.
Unos minutos después Ren finalizó, Teruko se levantó y se estaba preparando; recogiendo sus pertenencias en silencio.
Justo sonó el timbre de la escuela secundaria así que ambos fueron a su clase, cuando llegaron se sentaron uno al lado del otro e inesperadamente la tutora presentó a un nuevo estudiante lo cual les sorprendió bastante ya que solo quedaban unas pocas semanas para que terminase el último curso.
–¿Un chico nuevo? falta poco tiempo para la ceremonia de graduación- Decretó Ren extrañado.
El estudiante nuevo acababa de aparecer en la clase. Es de estatura baja aunque no tanto como Ren, de complexión delgada, de cabello rubio, sus ojos son verde esmeralda y se podría comparar con un erizo por su cabello puntiagudo.
-–(No hay un asiento libre sin nadie al lado, que mal, solo queda un lugar)- Sin más remedio este se sentó al lado de Teruko.
Desde que el rubio llegó, el peliazul Teruko no podía evitar contemplarlo pensando si conversar con él o no. Estuvo tanto observándolo que pronto el rubio se percató.
–¿Qué miras?– Preguntó incómodo y algo enojado.
–A tí– Respondió sincero.La expresión del rubio se tornó a confusión.
–¿Qué quieres?
–Te quería hablar..Luego de unas horas la alarma sonó, era la hora del almuerzo. Entonces en aquel tramo Teruko veloz se levantó de su asiento, procedió a situarse en frente del rubio y entusiasmado empezó a hablar con él.
–¡Me gusta mucho tu cabello!
–Eh ah.. Gracias supongo
–¡¿Te gustan los gatos?!– Alzó la voz.
–(¡¿Por qué grita tanto?!) ¿Qué te importa?
–Tu cabello me recuerda a un gato naranja Bobtail americano ¿Sabes que los gatos Bobtail pueden medir hasta cuarenta centímetros de altura, tienen una cola pequeña y su peso es de hasta ocho kilogramos? ¡aunque creo que tu personalidad iría más con un gato siamés!Él tenía la sensación de que Teruko estaba hablando demasiado de un tema el cual no le interesaba en absoluto, aquello provocó que se sintiera aún más incómodo que antes pero no le replicó, esa vez estaba muy paciente.
–Aja...– Respondió luciendo desinteresado.
Entonces el peliazul salió de su extensa necesidad de hablar sobre los gatos y recordó que todavía no conocía su nombre.
–¡Yo soy Teruko! ¡¿cuál es tu nombre?!–Cuestionó alegre.
–Seiji
–¡¿Quieres venir conmigo ahora en el recreo?!
–No tengo otra opción..
–¿Eso significa que si quieres venir?Los tres salieron de clase, Teruko se lo llevó de la mano casi obligado, se dirigieron al patio del instituto y se sentaron en las escaleras. Allí a penas se oía el ruido de la multitud lo cual era excelente ya que les molesta el escándalo.
Teruko continuó interesándose en el rubio Seiji entre que desde la perspectiva del pelicastaño Ren permaneció callado escuchándolos, frotando sus manos con nerviosismo. La repentina llegada de alguien desconocido para él le inquietaba.
–¿No estás apenado de ser el nuevo?
–No.– Contestó Seiji.
–He escuchado que te echaron de tu anterior escuela y por eso viniste a la nuestra
–¡¿Cómo sabes eso?!
–Lo escuché de una chica de clase-Reveló directo.Al comienzo Seiji le parecía algo irritante Teruko, pues a veces puede ser difícil soportarlo.
–¡Seiji! ¡Seiji! ¡Seijii!
–¡¿QUÉ QUIERES?! ¡ERES TAN MOLESTO!
–¡No puedo abrir la lata! ¿puedes abrirla por mí?
–Trae y deja de joderLe entregó la lata y la abrió.
–¡Oah! ¡que fuerte~!
–No me hagas la pelota
–¿Eh? pero si no hago ni tengo ninguna pelota ¡decía que de verdad tienes pinta de ser fuerte~!
–¡Claro que lo soy! ¿crees que me hace falta que lo digas?
–Si, creo que eso es lo que les atrae a la gente de tí, que seas rudoDe pronto Teruko se acercó hacía él y le susurró
–¿También eres rudo follando~?
–¡¿Q-QUÉ?! ¡¡N-NO PREGUNTES ESO!! ¡Tú depravado idiota!
–¿Por qué no? sólo es una pregunta~
–¡Eres un pervertido! diciendo cosas como esa..– Se sonrojó enojado.Sin previo aviso Teruko lo tomó del rostro y observó sus mejillas.
–¡Tus mejillas están ardiendo! ¿estás avergonzado?
Seiji se sonrojó aún más y muy enfadado lo golpeó
–¡AH!
–¡N-no estoy avergonzado! ¡no soy gay!–Se quejó mientras se cruzaba de brazos y desviaba su mirada.
–Me has pegado.. ¡Hazlo otra vez, me gusta~!
–¡Aléjate de mí!Cuando finalizaron las clases debían regresar a casa.
–¡Oh! ¡eres muy inteligente Ren!– Exclamó el peliazul sorprendido.
–¡Ah-Eh! ¡n-no!... S-solo es una suposición. Realmente no lo conozco
–Hablando de él, ahí está
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Otokonoko Maido
Romance⚠️Lemon (+18)⚠️ Una historia poliamorosa sobre cuatro chicos japoneses estudiantes de una Universidad de Japón. Acaban encontrándose y conociéndose cada uno hasta que poco a poco un romance acabará surgiendo entre ellos.